Si algo deben entender los venezolanos en el camino al resurgimiento del país anhelado, es que la forma de cómo se han hecho las cosas, deben cambiar. Que la ruta de la prosperidad económica, política y social, pasa por el hecho de considerar la posibilidad de insertarnos en la globalización y la internacionalización de nuestras empresas.
En el plano de los negocios, suficientes son las evidencias de que, entre los factores que actualmente caracterizan su entorno ocupando un lugar sobresaliente son la globalización económica y la internacionalización de las empresas. Razón por la cual, la globalización de los mercados ha venido ocupando en las últimas dos décadas un lugar prominente en la agenda de los gerentes de marketing. Fuerzas externas, así como las internas han impulsado a las empresas a traspasar sus fronteras en busca de nuevas oportunidades de negocios e integración económica. De ahí que, que el empresariado venezolano además de su lucha por la supervivencia natural, debe reflexionar y analizar cómo será su incorporación al camino de la globalización y la internacionalización; porque no les quedará de otra. Y aún, aquellos que no decidan participar en el mercado externo, tengan por seguro, que la competencia afectará su viabilidad a lo interno también.
La globalización económica la podemos relacionar con el hecho de que en los últimos años la parte de la actividad económica que más ha aumentado en el mundo es la que tiene lugar entre personas que viven en diferentes países, en lugar de lo que residen en el mismo país, como venía sucediendo hasta hace tan solo un par de décadas.
Las empresas que optan por vender en las industrias globales no tienen otra opción que proceder a internacionalizar sus operaciones. Ante la creciente demanda y complejidad del comercio internacional, las empresas exportadoras requieren un planteamiento cada vez más profesional basado en el desarrollo de las tecnologías de la comunicación y la información para determinar las mejores formas de competir en los mercados de su interés. Y es ante tal exigencia competitiva, que los especialistas del área consideren que las ventas en el exterior sean el resultado de investigaciones de mercados, análisis de la viabilidad comercial y una adecuada planificación estratégica que oriente a la consecución de los objetivos corporativos.
Según el especialista en Mercados y Negocios Internacionales Michael Czinkota, es a partir de esa nueva época, que le queda claro a las grandes empresas que no podrán sobrevivir solo de las ventas nacionales si su ámbito de funcionamiento son las industrias globales, tales como: automóviles, banca, productos electrónicos de consumo, entretenimiento, productos farmacéuticos, publicaciones, electrodomésticos o servicios de viaje y otros. Es para este tipo de organizaciones una necesidad estar en todos los principales mercados para sobrevivir a los cambios que se acrecientan continuamente, por lo que se estima, que queden entre 3 y 5 jugadores por industria a partir del discurrir del siglo XXI.
Es así como la globalización refleja una orientación empresarial basada en la creencia de que el mundo se está volviendo cada vez más homogéneo y que las distinciones entre los mercados nacionales no solo se desvanecen, sino que, en el caso de algunos productos, eventualmente desaparecerán. Como resultado, las empresas necesitan globalizar su estrategia internacional formulándola en los mercados para aprovechar los factores subyacentes del mercado, tales como: los costos, el entorno y la competencia.
En Venezuela es perfectamente observable como el crecimiento del mercado de las empresas chinas en categorías que van desde autopartes y electrodomésticos hasta telecomunicaciones han ganado importantes espacios. Asimismo, la penetración en los principales mercados del mundo como Europa y América del Norte les ha permitido convertirse en la potencia mundial que es hoy.