Tomado de diario Tal Cual – Vanessa Haces Gonzatti – “El día domingo 25 de septiembre (…) se recibió por correo electrónico un documento donde se indica la cuota presupuestaria otorgada a la UCV por parte del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria que asciende a la suma de Bs. 1.257.827.666, cantidad igual a la otorgada en el año 2011, lo cual representa una disminución efectiva del 25% al 30% considerando los índices de inflación del presente año. Asimismo, el presupuesto asignado para el año 2012 representa sólo el 34% del monto solicitado por la UCV que asciende a Bs. 3.642.869.932, lo que acentúa la crítica situación por la que atraviesa la universidad en los últimos años”, se lee en un comunicado publicado hace poco más de un año por la Universidad Central de Venezuela en relación con el presupuesto asignado para este año 2012.
Por sexto año consecutivo las universidades han tenido el mismo presupuesto, sin que el Ministerio de Educación Superior tome en cuenta la inflación, las deudas que se acumulan cada año y los aumentos salariales. Un comunicado de los vicerrectores administrativos, publicado a finales del mes pasado, explica que “nuestras universidades están pasando por una de sus peores crisis financiera-presupuestaria de los últimos 45 años”.
El vicerrector administrativo de la UCV, Bernardo Méndez, asegura que “el Ejecutivo de entrada reconoció que ese dinero no iba a alcanzar y de inmediato mandó a preparar las insuficiencias del año 2012. Eso se presentó a finales de abril, y desde ese momento estamos esperando respuesta. Se han aprobado créditos adicionales pero es para cubrir cosas que no estaban en el presupuesto relativas a sueldos y salarios”.
Por ejemplo, el seguro HCM y el bono de fin de año no se contemplan en el presupuesto ordinario. De hecho, los lineamientos planteados por la OPSU a las universidades indican que las autoridades administrativas dejen por fuera estos puntos en un principio.
Para el último trimestre, que suele ser el más difícil de sobrellevar económicamente, la universidad tiene recursos para HCM hasta el 31 de octubre, pero falta noviembre y diciembre. Asimismo, no hay aún recursos para pagar tickets de alimentación de este mes y los dos restantes. Este tipo de carencias se cubren a través de créditos adicionales a lo largo del año.
“Estamos desajustados. La figura del crédito adicional es para una emergencia, para algo que no has considerado en el presupuesto de este año, un aumento salarial por decreto, pero no puede ser una política presupuestaria”, sostiene Méndez. Asegura que actualmente se recibe 50% a través de cada vía.
¿CUÀL AUTONOMÍA?
«La contratación colectiva se discute con el ministerio, no con la universidad», señala el Vicerrector Administrativo de la UCV, Bernardo Méndez Méndez señala que uno de los problemas más graves que atraviesa la UCV es la falta de renovación de personal, pues no hay partidas para cubrir a las personas que se retiran ni que se jubilan. Advierte que son un patrón sui generis, pues la contratación colectiva se discute con el ministerio, no con la universidad.
Tampoco se puede aumentar el número de becarios sin la aprobación de aquél: “Todo está centralizado. La autonomía es académica y de cátedra, pero operativa no. Es un diálogo entre personas que no se creen y no llegan a la solución de los problemas”.
Otra muestra de la falta de autonomía de las universidades, a su juicio, es el sistema de Petrorinocos. “Las universidades no mandamos cálculos, lo que se nos pidió fue el historial laboral. Debía haber una discusión previa”, explica.
Sin embargo, ese no ha sido el caso. De los 7.442 casos pendientes a jubilados de la UCV desde 1998, la OPSU ha cancelado 1.100 en ocho semanas, pero sin reunirse con las autoridades universitarias ni darles información acerca del criterio ni el cálculo.
Fuente: http://ucvnoticias.ucv.ve/wordpress/?p=8287