Antonio Paiva :¿Recuperación de la economía?

El destacado Economista, Profesor y Consultor Antonio Paiva Reinoso, nos emite su opinión acerca de la recuperación de la economía venezolana.

La economía venezolana ha reducido su tamaño en un 80%. Venimos saliendo de una terrible hiperinflación que redujo dramáticamente la calidad de vida y el poder adquisitivo de los venezolanos. Los salarios e ingresos se evaporaron. Imaginen una persona de 1,80 de estatura que pesaba 82 kg y gozaba de buena salud. Hoy está pesando 14,4 kg y sin salud.

La hiperinflación alcanzó el 500.000% en el año más terrible. Eso significa que lo que costaba 1 bs. el 1° de enero, el 31 de diciembre costó bs. 500.000. Una verdadera hecatombe. Somos la economía más pobre de América Latina, por debajo de Haití. El PIB (riqueza de una nación) de Panamá es 7 veces mayor que el de Venezuela.     El régimen escuchó a los chinos, quienes al anunciarles que no financiarían ni un dólar ni un yen más a estos tipos. Dijeron: abran el mercado, dejen de perseguir al dólar, no controlen más los precios, permitan la libre importación. El socialismo es una calamidad (en realidad, dijeron una palabra escatológica). Mantengan el poder y dejen que la economía fluya.

Efectivamente aplicaron esas medidas y, oh milagro, bajó la inflación, desapareció el desabastecimiento y se dolarizó la economía. Las remesas de los 8 millones de compatriotas en el exterior comenzaron el alivio de nuestras penas. Entre los economistas se discute cuánto son esas remesas. La cifra está entre 4 mil y 8 mil millones al año. Yo creo más en este límite superior. Pero una de las defunciones de la República han sido las estadísticas, violando las exigencias de los organismos multilaterales. El BCV agoniza de tristeza y estulticia.  El salario es una morisqueta que no alcanza para cubrir ni la cuarta parte de la canasta alimentaria. El régimen de pensiones ha quedado pulverizado. El indicador de pobreza de la ONU es de 2 dólares al día. La pensión mensual es hoy menor a esos 2 dólares. Las prestaciones sociales por antigüedad y cesantía laboral desaparecieron, y la red de salud pública está en cuidados intensivos. Las ayudas en especie del sistema CLAP son importantes, pero su distribución es irregular, insuficiente y corrupta para los beneficiarios.

La ONU definió a comienzos del siglo XXI los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y Venezuela suscribió el compromiso. Recuerdan la jerga del régimen sobre “la década de plata y la inminente década de oro”. Ninguno de esos parámetros se ha alcanzado. El acceso a la energía como uno de los factores para contribuir a la calidad de vida y, en consecuencia, a la salud de la población. La salud pública se deterioró y está como hace dos siglos, la educación es precaria, el transporte no funciona, la seguridad no existe. En cuanto a la energía eléctrica los apagones y los cortes son la realidad tangible. Es un privilegio poder ducharse con agua caliente, No se puede tener acceso a alimentos en buenas condiciones ni prepararlos adecuadamente. Miles de empresas y fundos solo trajeron quiebra, ruina o abandono que provocaron escasez, hambruna, atraso y miseria. La puñalada mayor fue la muerte de Pdvsa, que cortó la fuente principal -y casi única- de ingreso permanente de divisas. Sin Petróleo y sin inversión pública (Presupuesto) somos unos parias.

Por supuesto que es bueno que devuelvan el Sambil. Ojalá lo hagan con todos los disparates que perpetraron. Hay que recuperar ese organismo enclenque. Si un niño baja la fiebre de 42° a 38° es un alivio, pero sigue enfermo y con riesgos.

Encender de nuevo el aparato productivo requiere de centenares de millones de dólares. Recuperar el suministro eléctrico, las telecomunicaciones, la educación, la universidad, el agua, la seguridad y la salud, es una labor titánica. Los ciudadanos han tenido que reinventarse y nuestra pequeña comunidad es un ejemplo de emprendimiento y ganas de «echar para adelante»

Hasta hace poco estaba muy abatido como economista, como profesor y como ciudadano. Ahora me cuesta mucho ser optimista. Simplemente escéptico. Evidentemente se constata un despertar. Que está lejos de la propaganda del régimen y de las declaraciones de algunos empresarios y políticos que solo buscan posicionarse.

No habrá salida si no se generan cambios políticos.

Antonio Paiva Reinoso