Según las estimaciones y proyecciones de Ecoanalítica, dadas a conocer por el economista Asdrúbal Oliveros en entrevista al Circuito Éxitos.
Dadas las características y los escenarios que se vienen arrastrando, sin que se observen cambios significativos en el horizonte, es evidente que la situación de las familias va a ser peor en el 2021 que en el año 2020.
Advierte que ya para el mes de enero Venezuela habrá cumplido 7 años de contracción económica, y la economía apenas será una quinta parte de lo que era en el 2013, advirtiendo que lo que describe a la gente, al comercio, a las empresas, para el mes de enero es desgaste, es cansancio, ya que es una crisis muy larga, que ha durado demasiado y aun cuando los negocios y la gente intentan reinventarse, la verdad que ha sido un ciclo extremadamente agresivo.
“ Si a eso se le suma adicionalmente, los efectos de la pandemia que han trastocado aún más los problemas de la economía venezolana, entonces digamos que el cuadro es de alarma, es una economía que se ha reducido muchísimo, se ha empobrecido mucha gente, muy probable en enero muchas empresas ya no tengan capacidad de poder mantener sus negocios en pie, mucha gente no tendrá la capacidad para seguir sosteniendo a su familia, en otras palabras, es una crisis que continúa, aunque haya sectores que probablemente puedan estar recuperándose, o manteniéndose en pie, en líneas generales, la gente va a estar peor que el año anterior, porque cuando una economía cae, se hace más pequeña, significa que la gente se empobrece”, aseguró el especialista.
En el caso del Ejecutivo, llega a enero con una agenda muy clara, que ha sido una agenda permanente durante este tiempo, que es retener poder a toda costa, probablemente tomando el control de la AN con estas elecciones, busca introducir algunas reformas en el tema económico, muy en línea con la Ley Antibloqueo que aprobaron recientemente presentando tener sustento, margen de maniobra para sortear las dificultades que les genera el caso de las sanciones, para sortear los problemas que le genera la caída del ingreso petrolero, dándole el piso jurídico a esas reformas que el chavismo pretende hacer para mantener y retener el poder.
Advierte que la Ley Antibloqueo coloca en la norma lo que ya el chavismo venía realizando prácticamente desde el año 2017, cuando se pusieron las sanciones más agresivas a Venezuela y el margen de maniobra de Nicolás Maduro se redujo, de allí que al final mucho de lo que el chavismo ha hecho con países como Rusia, China, Irán, Turquía, con algunos operadores financieros, como el manejo para vender crudo en efectivo o para comprar gasolina, todas esas prácticas, muchas de ellas sin mayor transparencia, con mucha opacidad, ahora quedan oficializadas en la Ley y este ha sido el guion con el que el chavismo ha operado durante estos años.
Ahora teniendo eses sustento legal para ello, significa seguir avanzando en ese tema, probablemente traspasar activos del Estado hacia actores privados que estén dispuestos a asumir y a operar en Venezuela, permitir la operatividad de algunos sectores y sobre todo tener el margen de maniobra para comercializar productos como petróleo, oro, metales que le permitan hacerlo al margen del sistema financiero, que es un poco la dificultad que tiene hoy el gobierno de Maduro, dadas las limitaciones que tiene por las sanciones en la estructura tradicional del sistema financiero, precisó.
Insistió en que el objetivo del gobierno a toda costa, es mantener el poder y eso implica tener que introducir algunos cambios en la dinámica económica, producto de que el Estado se encuentra en una situación de escasez de divisas, de que el Estado no está en capacidad de poder operar toda la infraestructura de empresas públicas que se han ido acumulando a lo largo de años, efectivamente hay algunos cambios, los hay en el tema regulatorio, hay una flexibilización en las estructuras de control de precios, en las estructuras de controles de cambio, se les permite un poco más operar al sector privado, lo que les ha traído algún beneficio, y esto ya está ocurriendo, el abastecimiento que hoy se ve en el país, en vista de que el Estado no tiene dinero, ni para importar ni las empresas del Estado están aptas para producir, de allí que el grueso del abastecimiento que hoy vemos en los anaqueles, viene del esfuerzo del sector privado, con todas las dificultades que implica producir en Venezuela.
“ El cambio de las importaciones es brutal, hasta hace tres años, más del 80% de las importaciones de Venezuela, las traía el sector público , mientras que hoy el 82% de las importaciones las hace el sector privado, hay allí un cambio importante; los salarios del sector privado, son sustancialmente más altos que los salarios del sector público, en este sector los salarios no llegan a 5 dólares, de allí la gran cantidad de protestas que hay de sindicatos y gremios por la destrucción de la estructura de salarios y seguridad social en la administración pública, el salario mínimo promedio del sector privado si se suma todo, está rondando los 50 dólares, es bajo para la región, pero es mucho más alto que el del sector público , el cambio importante de lo que es la relación Estado/privados sobre la dinámica económica está allí, creo que nosotros estamos viendo la desaparición del Estado empresario y estamos asistiendo a un nuevo Estado que yo llamo “gestor”, más dedicado a esa estructura de control social, de socialización, de represión pero que ya no tiene capacidad de gestión de empresa”, afirmó.
Señala otro dato relevante de esto, cuando Maduro llegó al poder, el gasto público rondaba los 50 puntos del PIB, hoy el gasto público ronda los 15 puntos del PIB, explicando que mucho más allá del peso que sintamos del Poder del Estado, su aporte y su dinámica al tema económico, se ha reducido muchísimo, y esto es un cambio importante, no hay subsidio cambiario, el gasto público no es un dinamizador de la economía como ocurría en el pasado.
“Creo que más allá de lo que vemos en la superficie, si están ocurriendo algunos cambios en la dinámica económica, y creo que es pertinente hablar de cara al inicio del 2021, lo cual se puede reducir en varios factores: ya el sector privado no depende de las divisas del Estado, segundo el tamaño del Estado es minúsculo y tercero es que el peso de la industria se ha reducido muchísimo, lo que es una mala noticia, pero hoy tenemos otro tejido económico, más basado en comercio, en servicios en otro tipo de actividades y esto es clave para el futuro; en cuarto lugar la dolarización llegó para quedarse, ha avanzado demasiado y como último factor es que hay unos niveles de desigualdad y pobreza enormes, y eso genera desafíos sociales y políticos para el 2021”.