HARRY A. PATRINOS|10 DE ENERO DE 2023
Para que las alianzas público-privadas (APP) en el ámbito educativo (i) sean eficaces, deben ser innovadoras, exigir a las escuelas que rindan cuentas, empoderar a los padres y estudiantes, y promover instituciones educativas diversas. Un marco legal y regulatorio claro es crucial para lograr una solución sostenible. Las mejores prácticas tendrían que incluir una rigurosa evaluación del impacto para averiguar qué funciona, cómo y para quién.
La alianza se interpreta en este contexto de manera amplia y global (i): los proveedores privados/no estatales incluyen las escuelas independientes, las organizaciones no gubernamentales, los proveedores confesionales, así como las escuelas privadas que cobran aranceles. Sin embargo, las alianzas previstas se sustentan en un objetivo común, la distribución del riesgo y un compromiso de mejorar los resultados para los grupos más desatendidos de la sociedad.
Más específicamente, las APP en el sector de educación deben:
Alentar la innovación por parte de los proveedores: la mayoría de los países con resultados satisfactorios permiten a sus escuelas tener un nivel de autonomía considerable en la gestión de los recursos, el personal y el contenido educativo.
Exigir a los proveedores que rindan cuentas: si a las escuelas se les da autonomía en la toma de decisiones, deben rendir cuentas de los resultados que obtienen.
Empoderar a los padres y estudiantes: las opciones para los padres y estudiantes no deben depender de la riqueza de la familia ni de la capacidad de los alumnos.
Promover la diversidad de la oferta: al facilitar el ingreso en el mercado de un grupo más diverso de proveedores, los Gobiernos pueden exigir una mayor rendición de cuentas por los resultados, a medida que los proveedores deben rendir cuentas directamente a los ciudadanos y el Estado.
Las mejores APP en el ámbito de la educación incluyen un papel más destacado para los beneficiarios, más oportunidades para los actores no estatales y un rol más importante para el Gobierno, pasando de ser proveedor a financista y administrador del sector.
El diseño es importante
¿Cuándo funcionan las APP? En resumen, son más eficaces cuando hay:
Suministro adecuado: el sector no estatal ingresa a esta área cuando faltan opciones públicas, especialmente en las zonas rurales desatendidas. Es necesario que haya oferta en el sector privado con exceso de capacidad (i).
Focalización: para promover la equidad y agregar valor, los modelos de APP que involucran al sector público proporcionando edificios escolares modernos e invitando a las mejores escuelas independientes a administrarlos en virtud de un contrato han producido resultados más altos (i) para los estudiantes desfavorecidos.
Presupuesto: las APP ayudan a mejorar el acceso, al mismo tiempo que reducen el costo fiscal y mantienen la calidad, aumentando la eficacia en función de los costos (i) del sistema.
Un enfoque sistémico: las APP deben abordar las condiciones subyacentes, ya sea que incluyan escuelas de bajo desempeño o limitaciones institucionales, tales como problemas de recursos humanos o planes de estudios/estándares. También debería haber margen para el aprendizaje (i) (del sector público y viceversa) y los efectos secundarios (i).
Autonomía: las APP deben operar bajo un marco de rendición de cuentas, pero funcionan mejor cuando el proveedor tiene autonomía administrativa y académica (i).
¿Cuándo no funcionan las APP? Son menos eficaces cuando:
No existe información: los estudiantes (i) y las familias deben tomar una decisión (i) informada (i).
La rendición de cuentas no se cumple: las escuelas independientes deberían formar parte del sistema, publicar los puntajes de las pruebas y promover la participación activa de los pobres (p. ej., las escuelas seleccionan a los alumnos [i]).
Existen limitaciones normativas: las APP son un contrato que se debe negociar (PDF, en inglés).
El público no está informado (i) sobre los beneficios.
Solo proveen (i) infraestructura: las APP que solo proporcionan el edificio físico no promueven (i) el aprendizaje (i); deben incluir la prestación de servicios (i).
Podemos extraer enseñanzas de ejemplos de diseño deficiente de APP. En un ejemplo, se investigó un programa (i) y se comprobó que había producido resultados negativos, especialmente en matemáticas, que mejoraron después del primer año, pero persistieron al cabo de cuatro años. Las lecciones son evidentes: focalizarse en las áreas donde hay escuelas privadas; garantizar que las escuelas administren las pruebas, y darse el tiempo para planificar/implementar el programa.
Un ejemplo de Liberia (i) revela deficiencias en el diseño (i). El Gobierno se asoció con organizaciones privadas para administrar 93 escuelas primarias públicas, dándoles plena autonomía. La rigurosa evaluación mostró que el programa mejoraba significativamente los resultados de los alumnos, los maestros estaban mejor calificados, había una instrucción de mayor calidad, y los estudiantes y los padres estaban satisfechos, entre otros logros. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones realizadas sobre el programa recomienda que existan contratos y regulaciones más claros y una mayor supervisión gubernamental para mantener la integridad del programa.
Estos ejemplos pueden compararse con el caso de los Países Bajos. Un programa nacional de elección en el que todas las escuelas —públicas y privadas— participan, sin que haya zonas o distritos escolares, y los padres eligen incluso las escuelas públicas. En general, no hay diferencias y el país obtiene calificaciones altas en las evaluaciones internacionales. No obstante, cuando el modelo se examina rigurosamente, se puede observar que la elección tiene efectos positivos (i). Sigue siendo un ejemplo (i) de una buena práctica de cómo el Estado puede gestionar las escuelas privadas.
Los ejemplos de Pakistán (i) también muestran que un buen diseño (i) ayuda. Los distintos modelos incluyen las escuelas asistidas por la Fundación Educacional de Punjab, el sistema de vales escolares, el Programa Nuevas Escuelas, y el Programa de Apoyo Escolar de Punjab administrado por el Gobierno. Más de 2 millones de niños están matriculados en escuelas, que son parte de APP. Las evaluaciones rigurosas muestran impactos positivos en la cantidad de estudiantes, maestros, aulas y materiales escolares, como pizarras y resultados de exámenes. Los programas están sujetos a un marco jurídico adecuado y tienen sólidos mecanismos de toma de decisiones, y procesos abiertos, contratos claros, acuerdos iniciales sobre prestación de servicios e infraestructura. Además, existe un sitio web con información para los asociados, y un proceso de seguimiento y de estrecha supervisión y evaluación acordados de antemano.
EDUCACIÓN
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Harry A. Patrinos
Gerente de prácticas, Educación, Banco Mundial