“Los tiempos de Landis quedaron atrás. Hoy la mercadotecnia se coloca
un parche para no ver, se tapa la nariz y recibe lo que busca. El medio
es más poderoso que la gente. El mensaje se deja filtrar y
el hombre del deporte se despoja de su actividad y de
su celo y no le importa ser fiel a los principios
que deben normar la actividad”
Santiago Quintero
Casi 90 años después, las Grandes Ligas pareciera que no se dan cuenta que el problema de esteroides, supera con mucho lo hecho por este octeto de jugadores y los voraces apostadores.
Hace varios días el Comisionado del béisbol de las mayores, Bud Selig, planteaba que estaba muy orgulloso de los controles que han impuesto en relación con los esteroides. También se refirió a un conjunto de Fútbol americano que en los 70 ganó cuatro títulos de la NFL, los denominados Steelers.
Los Steelers fueron campeones en cuatro oportunidades en la NFL. Luego de algunos años, se supo que habían tomado sustancias para mejorar su desempeño.
A este respecto el amigo Selig se pregunta: «¿Deberían quitarles esos títulos a los Rooney (familia propietaria de los Steelers) luego de que sus jugadores admitieran sus culpas? No creo». Ante esta desconcertante declaración cabe preguntarse: ¿sí ante las ya notorias trasgresiones de Bonds, McGwire, Sosa, Clemens , A-Rod y Manny Ramírez, por nombrar algunos, esa va a ser la posición o criterio de la Oficina del Comisionado? ¿Será revalidado el récord de Jonrones absolutos y en una temporada en posesión de Barry Bonds, sabiendo que Hank Aaron y Roger Maris (asumiendo que McGwire también se puyó) lo hicieron de manera limpia y deportiva? ¿ Serán elegibles para Cooperstown, peloteros a los que se les compruebe fehacientemente su consumo de esteroides?
Resolver esto así traería no pocos mensajes negativos para el béisbol, y aquí estaría en verdad en entredicho, la credibilidad que tanto cuidaron no perder en 1.920.
¿Qué resolverá al final el Sr. Selig? ¿Cómo entender sus declaraciones sin pensar mal?
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