Los 17 años de gestión del orden político gobernante en Venezuela han sido una lección universal del uso y del abuso de los textos jurídicos, en este caso de la Carta Magna, para el logro sin escrúpulo alguno de objetivos hacia el mantenimiento del poder, en el estilo mas cercano al “fin justifica los medios”, aun cuando la letra constitucional indique lo contrario.
¿Que nos ha demostrado hasta la saciedad el proceder gobernante?, que los proyectos políticos cuando se gestan se inflan de aires progresistas hasta revolucionarios en pro de la democracia y todos los valores humanos, y luego al acceder al poder proclaman un interregno de paz y justicia, para finalmente al controlar las riendas del Estado imponer su verdadero rostro, el de la caverna de resentimiento y odio, el régimen del pensamiento único simbolizado en la propuesta de Socialismo del Siglo XXI.
Los aires de cambio y de redención que esparcidos en el territorio nacional desde 1998, luego plasmados en el espíritu constituyente en 1999, presagiaban un nuevo país en transición, de la democracia representativa a la democracia protagónica y participativa, donde disfrutaríamos en todos los ordenes: político, social, económico y moral del renacimiento de la república, destartalada tras 40 años de puntofijismo.
Pues bien la historia fue otra, tras 17 años de gestión chavista nos retrocedieron a indicadores del siglo XIX y al clamor de las montoneras donde resolvían las crisis políticas con caudillos militares y guerras civiles interminables, siendo actualmente la primera victima el librito azul de la Constitución Bolivariana, abandonada al libre albedrío del extinto caudillo de Sabaneta y del sucesor atado a sus expertos asesores de la Habana.
De allí en adelante la CRBV fue utilizada y manoseada a placer, al extremo de manipular la Asamblea Nacional para designar los poderes públicos restantes sin mayoría calificada, destituir y agredir salvajemente a diputados, y acometer toda suerte de desaguisados que convirtieron al poder legislativo en un cuartel y en un laboratorio de la maldad y del saqueo de la Nación al servicio del Poder Ejecutivo.
La Asamblea Nacional fue utilizada para aplastar e imponer la estafa monumental de reinterpretar la CRVB y establecer como doctrina de Estado en primer lugar el Socialismo del Siglo XXI y luego en aquellas jornadas aciagas de diciembre 2010 las leyes orgánicas que dieron base al Estado Comunal, cuando ninguna de estas políticas estuvieron presentes en las sesiones de la Asamblea Constituyente y por tanto en el texto constitucional aprobado por referendo en diciembre 1999.
En realidad estamos en presencia de un Estado bastardo nacido de la violación permanente a la Carta Magna y frente a un Estado Comunal felizmente inconcluso que no llegó a su fin, al prevalecer las apetencias criminales de todo género para enriquecerse infinitamente que aplicar el guión preestablecido por el estalinismo cubano. Por tanto la menuda tarea entre otras de la nueva AN es restablecer en primer lugar la mancillada CRBV.
Froilan Barrios Nieves Movimiento Laborista