Desde 2008 el Gobierno arreció un proceso de nacionalizaciones en Venezuela que no necesariamente se ha traducido en un repunte productivo. Las empresas Invepal, Inveval, Rialca, Fábrica Nacional de Cementos y Sidor, en manos del Estado, solamente utilizaban entre 16 y 66% de su capacidad productiva al cierre del año pasado. 76% de los activos de Aceites Diana están comprometidos en deuda
SUHELIS TEJERO PUNTES | EL UNIVERSAL – lunes 18 de noviembre de 2013 12:00 AM – Fallas en el acceso a las divisas, falta de insumos y materias primas para producir, aumento de los costos operativos, así como una baja capacidad utilizada son algunos de los problemas que presentan varias de las empresas estatizadas.
El común denominador ha sido una baja ejecución de sus presupuestos, metas de producción incumplidas y pocas experiencias de ganancias al final del año.
De nueve empresas analizadas, apenas dos registran ganancias al cierre del año 2012, de una (la Corporación Socialista de Cemento) no hay información y las otras seis empresas están en números rojos.
De acuerdo a los datos oficiales, Invepal, Inveval, Rialca, Fábrica Nacional de Cementos y Sidor utilizaban entre 16 y 66% de su capacidad productiva al cierre del año pasado. La mayoría de ellas fueron expropiadas en el año 2008, por lo que han tenido unos cuatro años para adecuar sus operaciones. No obstante, la radiografía a las empresas no apunta a una situación óptima.
Sidor, la empresa siderúrgica más grande del país, apenas logró cumplir 50% de su meta de producción, luego de que su capacidad utilizada se ubicara en tan solo 30% al cierre del año pasado. Los datos gubernamentales apuntan a unas pérdidas de 65% en apenas un año, hecho ocasionado, en parte, por las sostenidas regulaciones de precios de los productos que se mantienen sin cambios desde hace siete años.
Poca ejecución
Por su parte, Inveval, conocida antes de la expropiación como la Fábrica Nacional de Válvulas, registraba al cierre del año pasado pérdidas de 39% con respecto a 2011. La ejecución presupuestaria fue de 64% en un período en el que la capacidad utilizada se ubicó en apenas 29%. El nivel productivo más elevado alcanzado por esta industria fue de solo 32% de su capacidad hace dos años, según indica la Memoria y Cuenta del Ministerio de Industrias.
La antigua Venepal, ahora llamada Invepal, ha aumentado su producción en 35%, pese a que su capacidad utilizada era de apenas 29% el año pasado. Desde 2008, cuando fue estatizada, la industria papelera no hizo sino registrar pérdidas, hasta que el año pasado se pudo remontar el descenso, para cerrar con un discreto incremento de 8% de las utilidades.
Invepal señaló a las autoridades que "el retraso en la obtención de los recursos también ha limitado la capacidad para financiar la adquisición de materia prima e insumos a través de los fondos creados por el Ejecutivo, y también, retrasos en el proceso de desembarque y nacionalización de aquellos que son importados", según indica la Memoria y Cuenta del Ministerio de Industrias.
Entre tanto, la Fábrica Nacional de Cementos muestra un comportamiento similar. La capacidad utilizada estaba en un tope de 66% el año pasado, el mejor de todas las empresas estatizadas, aunque en 2008 era de 86%. La industria cementera registró una caída de 9% de sus utilidades en 2012, según la Memoria y Cuenta del despacho de industrias.
El panorama en la productora de rines de aluminio Rialca (antes conocida como Rualca) resulta negativo. En 2012 las pérdidas fueron de 28%, tras la imposibilidad de incrementar la capacidad utilizada en esa industria estatal.
Alto endeudamiento
Con las industrias de alimentos la situación no es demasiado distinta. De acuerdo a los datos manejados en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Alimentación, en Lácteos Los Andes las pérdidas fueron de 61,4%, en una empresa que apenas logró ejecutar 49,2% del presupuesto que le fue asignado por el Gobierno.
Por su parte, la cadena de Abastos Bicentenario -integrada por los establecimientos que antes eran Cada e Hipermercados Éxito- registraron pérdidas de 71% en el año 2012. Las autoridades no ofrecen más detalles sobre el comportamiento de la empresa.
En el caso de Aceites Diana, la empresa estatal logró registrar ganancias de 2,97% al cierre del año pasado.
Si bien el presupuesto asignado por el Gobierno central se ejecutó solo en 64,35%, la empresa mantuvo sus elevados niveles de endeudamiento. La Memoria y Cuenta del Ministerio de Alimentación destaca que 76% de los activos de esa industria está comprometido en deuda, un nivel igual al que registraba un año antes.
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