La creatividad y la innovación permiten afrontar mejor las tormentas.
La época de bonanza es como un velero con el viento a favor, sólo tiene que desplegar las velas y el barco marcha sólo, sin tener que hacer nada. Con la bonanza, los productos se venden solos; no se necesita de un gran esfuerzo por parte del equipo de ventas, ya que la gente tiene dinero para comprar lo que quieren y necesitan.
Pero, ¿qué ocurre cuando el viento a favor desaparece? Muchas empresas no han tomado las previsiones para el caso y se detienen por que ya no hay más viento a favor; algunas muy pocas, sacan a sus remeros y ponen al barco andar a golpes de remos. Pero, ¿qué han hecho estas empresas? Constantemente se están reinventando e innovando.
Es muy evidente que estamos en crisis, pero la crisis no es nada nuevo. Cada 5 o 6 años nos enfrentamos a nueva una crisis. Estas son cíclicas.
Pero esto no significa que ya la gente no quiere o no puede comprar, es que la gente está comprando menos que antes. Así que la pregunta es ¿cómo hacer para tener un mayor pedazo de una torta más pequeña? ¿Cómo tener una mayor participación de un mercado más pequeño?
Así que la crisis, debería tomarse como la oportunidad de detenerse y reinventarse antes que lo haga la competencia.
Cuando el viento ya no está más a nuestro favor; es decir, que nuestros productos ya no se venden solos, que no se está llegando a las metas; cuando haciendo lo mismo que antes se hacia, no se logra alcanzar los objetivos; es cuando hay que parar la pelota y empezar a ver qué es lo que hay que cambiar.
Hacer más de lo mismo, de la misma manera, nos va a dar los mismos resultados. Así que la pregunta es ¿en qué debo cambiar? No hacer más de lo mismo. Un ejemplo muy simple es la oruga, que después de un tiempo, muta y se transforma en mariposa. ¿En qué tengo que mutar? Cuando nos damos cuenta de que lo que antes funcionaba….¡ahora no funciona!
Muchas empresas, al momento de enfrentarse a la crisis, desaparecen, mientras que las que han logrado reinventarse, pueden tomar la participación del mercado que han dejado las compañías que desaparecieron. Tener una tajada más grande de una torta más pequeña.
Cada compañía tiene que pensar en qué tengo diferente y mejor qué ofrecerle a los clientes, que no tiene la competencia.
Albert Einstein dijo de la crisis: “No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis es el progreso. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. En la crisis nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias”
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