Se afianza la revolución con el socialismo del siglo XXI. Para ello, la arremetida por el control hegemónico de la población. Pero el problema no es ese, porque la lucha por el poder es signo de la civilización. El problema es la eliminación de los contrarios, su extinción literalmente, que contraviene los principios elementales de convivencia democrática; y a eso, se han prestado muchos venezolanos, amigos, paisanos y hasta familiares:
a) apartheid revolucionario: en medio de ese proceso de castigo contra los firmantes en la solicitud del Referendo, no faltó quien retirara la firma, sólo para que el Gobierno no los tocara. Y quienes le decían a los amigos: yo quiero contratar al muchacho, pero ¿firmó?
b) control de los poderes públicos: hemos visto como, funcionarios públicos, se han prestado para atropellar a sectores e individualidades, sólo por mantenerse en su puesto. Pensando que a ellos eso no les ocurriría; pero luego, los cambiaron por otro más “leal” o más “amigote”.
c) disidencia: ¿cuántos militares se prestaron para adular el autoritarismo y luego, cuando les llegó su tope y pensaron que eran libres, tuvieron que excluirse? cuántos se prestaron para montar pruebas en beneficio de la -y que- revolución y luego les pasaron factura?
d) ataque contra la propiedad privada: invasión de fincas y haciendas ¿Qué hicieron muchos hacendados? Llegaron acuerdos con el Gobierno, para que no los tocaran; así perdió peso el reclamo de los atropellados. Pero luego, ellos han sido sacados y atropellados de igual forma.
e) ataque contra la empresa privada: ¿Qué hacen algunos empresarios? Se colocan a la saga del Gobierno para recibir prebendas, a costa de los que están eliminando sin observar que los próximos eliminados serán ellos.
f) ataque contra los medios de comunicación: Ahora resulta que todas las emisoras de radio tienen procedimientos abiertos y de allí habrá sanción: “cierre”. Estoy segura que esas señales tienen nombre y apellido y que estos venezolanos ven el atropello a que están siendo sometidos el resto, pero no les importa, porque su beneficio está primero. Así harán una inversión y se creerán libres, oportunidad en la cual los cerrarán también, porque el Gobierno no respeta a nadie: ¡ni propios ni extraños!
g) los presos políticos: ¿cuántos no se prestaron para perseguir y enjuiciar a inocentes victimas de esta revolución? y ¿cuántos de ellos están siendo enjuiciados ahora?
h) la educación socialista: ¿cuántos maestros están recibiendo instrucciones para impartir una educación socialista? Muchos. Ellos internamente saben, que esa acción va en contra de la libertad individual de los niños y contra su formación; pero lo hacen. Cuando se arrepientan, será tarde.
El asunto, es un llamado a la reflexión a las personas cómodas y acomodaticias, quienes creen que aplaudiendo acciones abusivas, se ganan los favores de este Gobierno. Porque la revolución, como la ignorancia, no respeta y aplasta a quien no se le arrodille.
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