El aumento al Salario Mínimo del 15% para el 01-12-2014 reafirma la política del Gobierno Nacional, de continuar con medidas aisladas en materia de aumento salarial y evadir el verdadero problema que sacude a los trabajadores, como lo es el bajo poder adquisitivo, abatido por una inflación promedio proyectada para este año superior al 70% y mayor al 100% en alimentos.
Ni una sola palabra presidencial en la línea de derrotar la inflación, la escasez y el desabastecimiento, males que abruman la existencia del pueblo en general en toda nuestra geografía. Recurrir al manido argumento de comparar los salarios de la IV con los de la Va. No resisten el mínimo análisis al manifestar “en la actual gestión se ha aumentado 27 veces el salario mínimo, entre tanto en la anterior gestión se aumentó 12 veces”.
Precaria visión de la evolución salarial en nuestro país, ya que en 1998 un trabajador con un salario mínimo de Bs.110.000 adquiría un 80% de la canasta alimentaria y hoy con el salario mínimo aumentado a Bs. 4.889, requiere 3 salarios mínimos para adquirir la cesta de alimentos y 5 salarios mínimos para alcanzar la canasta básica de bienes y servicios.
Por tanto, no es un problema de añoranza o de militancia, ya que los trabajadores veníamos mal, pero es que ahora estamos en la más abyecta carraplana. De allí que recurrir a maromas circenses para sumar los aumentos salariales en 2014 al nivel del 68%, de extender al 15% del aumento a toda la escala del sector público y la cesta ticket de 0,50 a 0,75 para presentarlos como una hazaña, se estrella contra el Peñón de Gibraltar cuando lo confrontamos con la realidad.
Con todas estas cifras citadas en la reciente cadena presidencial, ¿cómo hacemos para adquirir la canasta alimentaria tasada en Bs. 14.080 o la cesta básica de Bs. 24.385?, siendo cifras que se incrementan con el desabastecimiento y la escasez; en segundo lugar, porque se pretende engañar a la opinión pública, cuando se decreta pomposamente la extensión del 15% el aumento a toda la escala, cuando ésta en la práctica no existe, al solaparse los aumentos anteriores y agruparse los salarios alrededor del salario mínimo, tal cual sucede a profesionales universitarios, administrativos, tanto en la administración pública nacional como la descentralizada.
En lo referente a la Cesta Ticket (CT), el drama es mayor, al anunciarse el aumento de 0,50 a 0,75%, pues en realidad desde que se promulgó la Ley de Alimentación en 1998 hasta el presente 2014, al no haberse asignado recursos suficientes en la mayoría de alcaldías y gobernaciones, sólo se le paga al trabajador la CT entre un 0,25% y un 0,40% de la Unidad Tributaria.
Por supuesto, no estamos en contra de aumentos en los beneficios laborales, lo que es inaceptable es que se juegue con el hambre y la miseria, manteniendo desde el Gobierno una errónea política, que debiera tomar el rábano por las hojas y promover soluciones como el relanzamiento de la economía, desechando su fracasada economía de puertos, origen entre otras causas de la devastadora inflación que nos arruina.
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