Los pronósticos para el año que se inicia no podrán estar desligados del hecho de estar inmersos en un año que desde el punto de vista político se las trae, ya que no solamente nosotros en Venezuela, sino Colombia, Chile, Brasil, Méjico, Perú y otros países también elegirán a través del voto los responsables de conducir democráticamente sus destinos políticos.
Es cierto que la pugna política es lo que ha venido prevaleciendo en el país en los últimos años y este año pudiese ser peor, si nos lo proponemos. Pero más allá de esos hechos, los empresarios y el gobierno de turno deberían entender que a nadie le interesa fracasar y que por lo tanto, se deben hacer los esfuerzos que sean necesarios para alentar y restablecer el dialogo constructivo, es decir, alentador de esperanzas.
El dialogo es lo más conveniente, ya que el gobierno y los empresarios se necesitan mutuamente. Tradicionalmente los gobiernos en Venezuela han tenido una influencia dominante en nuestra economía, basada en el control de la actividad petrolera que representa tanto como la tercera parte de los ingresos que generamos desde el exterior como nación. Por otra parte, el sector privado gran generador de los empleos en el país y responsable de la mayor parte de la actividad productiva venezolana; se torna inconforme ante la incertidumbre jurídica y política reinante, el alargamiento en el tiempo del control de cambio y los controles de precios que se han establecidos. Estos últimos aspectos, han ocasionado que estos se muestren reticentes a repatriar e invertir la gran cantidad de millones de dólares que han salido del país en los últimos años, sino se le dan señales de apertura y confianza en que sus bienes estarán garantizados.
La situación que reina en el país es de cambio, de eso no debería quedar duda al respecto, el actual gobierno y el que pareciera permanecer gobernando durante otro numero importante de años, es un gobierno distinto a los anteriores, quizás hasta presente más fallas e ineficiencia que otros, pero con su discurso y accionar en función de los pobres que son la mayoría, ha logrado gran parte de la simpatías de esa mayoría hablándoles de socialismo y cosas parecidas. Es por eso, que consideramos que los venezolanos y especialmente los empresarios deben adoptar un enfoque más realista con respecto al entorno político y económico que los rodea, ya que será muy difícil pretender ser un empresario eficiente y además critico político. Todo pareciera indicar que es preferible que se dediquen a sus labores empresariales y mantenerse al margen de la diatriba política, sin que eso signifique que se descuiden y no analicen la situación de su entorno empresarial; es decir, deben permanecer alejados de la diatriba, pero no desinformados y en alerta.
De manera que las perspectivas del 2006 consideramos que pudiesen ser muy buenas si logramos concertar entre las partes involucradas; es más, se esperan crecimientos del PIB esperanzadores, superiores al 5% . No obstante, todas esas cosas buenas que pudiesen devenir va depender en gran parte del esfuerzo por congeniar entre el gobierno, los empresarios y la sociedad civil.
Compartimos el hecho, de que el llamado que ha formulado el gobierno a la inversión privada debe ir acompañado de claras evidencias de que se respetarán los bienes e intereses de éstos. De igual manera, será conveniente que se deje muy bien aclarado cual es la orientación del socialismo del cual se habla, y que la comunidad por su parte, incluyendo a la empresarial, entienda que la inversión si puede prosperar en ambientes socialistas cuando las reglas del juego están claras, son equitativas y dignas de confianza. El sector privado por su parte, debe entender que debe comprometerse más de lo que históricamente lo ha hecho con el sector más desposeído del país y orientar sus empresas con énfasis en una estrategia de responsabilidad social empresarial.
Tanto el gobierno como el sector empresarial serán juzgados por la contribución que realicen con el crecimiento económico sostenible en el tiempo, la generación de empleos y las mejoras en el nivel de vida de los venezolanos. De ahí que no les quede otra que concertar, de lo contrario el panorama de este país pudiese ser oscuro y tenebroso. Esperemos que no sea así….