La economía de España se ha basado en el último decenio en la conocida ‘dieta mediterránea’, cuyos ingredientes principales eran el ‘boom’ urbanístico, el turismo y el consumo interno, y que creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado, pero vacíos de contenido culinario y con fecha de caducidad impresa: (2008) que provocará en la sociedad española la implementación de nuevos hábitos socioeconómicos.
Espectacular aumento de la morosidad: El Banco de España ha reconocido que la morosidad sigue su tasa ascendente y que los créditos impagados pueden situarse entre el 8% y el 8,5% del total debido principalmente a la morosidad de las empresas, (más del 75% del crédito moroso) Por su parte, FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), estima que la tasa de morosidad agregada alcanzará el 9% a finales de año ante las expectativas de recesión en España y en la zona euro para el 2012.
Sustitución de la obsesión de la vivienda propia por la cruda realidad del alquiler compartido: Según ‘noticias.spainhouses.net’, la oferta de viviendas en alquiler habría aumentando en un millón (los propietarios no tributan nada y desgravan el 50 por ciento de las rentas si el alquilado tiene menos de 30 años), lo que originará drásticas caídas de los precios de los inmuebles que se moverían en la horquilla del 20% al 60% respecto al 2007 según estimaciones del BBVA y The Economist .
Así, la compraventa de viviendas se redujo un 11,6% en mayo respecto a igual mes de 2011, hasta un total de 27.286 operaciones, de las que el 52% se realizaron sobre viviendas de segunda mano y el 48% sobre inmuebles nuevos, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Incremento del Déficit de Ayuntamiento y Comunidades Autónomas: Las comunidades autónomas deberán cumplir con el objetivo de déficit del 1,5 % del PIB en 2012 según han señalado a Efe fuentes de la Administración Central, por lo que no sería descartable que varias Comunidades se declaren insolventes y sean intervenidas por el Gobierno Central, lo cual le obligaría a incrementar sus gastos por cuenta corriente y le imposibilitaría alcanzar en el 2012 un Déficit por Cuenta Corriente del 6,3 %.
Finiquito del consumismo compulsivo imperante en la pasada década, debido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores (inflación rozando el 3% a fines del 2011 y nula subida salarial), lo que unido a la ausencia de la cultura del ahorro doméstico provocará una severa contracción del consumo interno y el aumento del consumo de productos de segunda mano.
Ello unido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a los exiguos incrementos salariales y la subsiguiente generalización de la precariedad laboral con ‘minijobs cuatrocieneuristas’ e interinidad vitalicia, provocará la radicalización de los otrora aburguesados y sumisos sindicatos.
Desertización comercial de amplias zonas urbanas, con la progresiva desaparición del pequeño comercio, como consecuencia de la severa contracción del consumo interno (según Citi, la contracción del consumo en el 2011 rondó el 0,2%), por lo que el secretario general de la Confederación Española de Comercio (CEC), Miguel Angel Fraile, alertó de un “escenario catastrofista para el 2012”,que podría provocar el cierre de más de 40.000 pequeños comercios.
Desaparición de “Papa-Estado”: El drástico descenso de los ingresos del Estado y el bestial incremento de las prestaciones de desempleo (en el 2012 serán necesarios cerca de 40.000 millones), ha provocado el final de los superávit de la Seguridad Social, lo que conllevará una dramática reducción de los subsidios sociales que afectaría a la duración y cuantía de las prestaciones de desempleo, a las pensiones de jubilación y viudedad y a la sanidad pública con la imposición del copago sanitario.
Además, en vistas a la optimización de recursos, no sería descartable una progresiva reducción de las competencias autonómicas que llevaría aparejada una drástica reducción del número de funcionarios y empleados públicos, (en la actualidad rondarían los 3,5 millones de Euros y el 85% serían funcionarios con un consumo estimado del 1,5% del PIB), no siendo descartable la utilización de la «hucha de las pensiones» (estimada en 66.000 millones de Euros) para poder sufragar las necesidades del Estado en el Trienio 2013-2015.
Progresivo deterioro de la educación pública, con tasas insultantes de fracaso escolar en la Educación Secundaria Obligatoria, convertirá a la mayoría de los centros públicos en guetos de inmigrantes y los centros privados quedarán como refugio de la excelencia educativa y de las clases económicamente solventes. Así, según Público, la crisis habría obligado a recortar los presupuestos de Educación de las comunidades autónomas en 2011 (de quien depende más del 70% del gasto educativo) en casi 1.600 millones de euros con respecto a 2010.
Incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la posguerra española (con estimaciones de 5,3 millones de parados a finales del 2012 y con picos que podrían alcanzar los 6 millones en el 2013), provocados por el efecto dominó en la declaración de ERE’s en las empresas y la brutal reestructuración de sectores básicos de la economía, agravado por el riesgo evidente de ‘Double Dip’ en la economía española que aplazará ‘sine die’ el regreso a sendas de crecimiento positivo de la economía española, rememorando la Década de estancamiento económico de la economía japonesa. (Década perdida).
Riesgo de exclusión de la Eurozona: Finalmente, podríamos asistir en el horizonte del 2014 al inicio de la desmembración de la actual Eurozona y su sustitución por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco-germana (la llamada Europa de los Seis).
Dicha fractura tendría vendría determinada por las exigencias del BCE de cumplir con el límite marcado para el Déficit Público del 3% para el 2014; pero según FUNCAS, dicha empresa será harto complicada para países como Portugal, Italia, Grecia, Chipre, Hungría, España e Irlanda, por lo que corren el riesgo de ser excluidos de la eurozona, significando en el caso de España, el forzoso retorno a la peseta , la subsiguiente depreciación de la misma y el regreso a niveles de renta propios de la década de los 70’s.
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