Uno de los grandes acuerdos que se lograron en la reunión que sostuvo recientemente el Presidente de Venezuela Hugo Chávez con su homólogo de Ecuador Rafael Correa, fue la venta por parte de este último país, al primero, de 170 mil toneladas de arroz.
Efectivamente Venezuela necesita, desde hace algún tiempo a esta parte, comprar volúmenes importantes de arroz en el mercado internacional. En el año 2005 esas importaciones eran prácticamente inexistentes -escasamente 300 mil dólares- pero se han ido modificando en forma digna de análisis. En el 2006 las importaciones de arroz subieron a 424 mil dólares; en el 2007 bajaron nuevamente a 300 mil dólares; pero en el año siguiente, en el 2008, presentaron un inmenso salto adelante, alcanzando los 30 millones de dólares, considerando solamente el arroz blanqueado o semi blanqueado. En los primeros seis meses del año 2009 las compras de arroz en el exterior, alcanzaron los 15 millones de dólares. No tenemos antecedentes confiables sobre si, esas crecientes compras de arroz en el exterior, se deben a que los venezolanos estamos comiendo más arroz, o a que la producción interna ha disminuido en forma alarmante.
En todo caso, Venezuela nunca le ha comprado arroz a Ecuador, hasta el reciente compromiso adquirido en ese sentido por los presidentes. ¿Porqué, si Venezuela necesitaba comprar arroz, no se lo compraba anteriormente a Ecuador? ¿Porqué se tienen que reunir los dos Presidentes para que tenga lugar un hecho que, en el mundo contemporáneo sucede todos los días en forma absolutamente normal, sin molestar la alta atención de ningún Presidente? Una eventual respuesta es que no era anteriormente un buen negocio para Venezuela comprarle arroz a Ecuador.
Venezuela, en el año 2008, compró el arroz que necesitó en Argentina, por un monto de 9,1 millones de dólares; en Brasil, por 8,8 millones de dólares, en Estados Unidos, por 6,0 millones de dólares y en Uruguay por 6,7 millones de dólares. Pero nada, ni un dólar, en el 2008, en arroz ecuatoriano. Es difícil pensar que se estaban manejando mañosamente las compras de arroz para beneficiar al Estados Unidos imperialista, en desmedro del Ecuador revolucionario. Lo más fácil de pensar es que Venezuela priorizó, en el momento de comprar, a los productores internacionales que presentaron los mejores precios y las mejores calidades. Así es como suceden las cosas habitualmente en el comercio internacional.
NEGOCIOS Y DIPLOMACIA
Ecuador, a su vez, sin ser un exportador tradicional de arroz, ha venido exportando este cereal en cantidades relativamente importantes en los últimos años. En el año 2007, esas exportaciones alcanzaron a 55 millones de dólares. Pero el destino del 99,5 % de esas exportaciones fue Colombia, país al cual no se le exportó ni un sólo dólar al año siguiente, en el 2008, cuando las relaciones diplomáticas bilaterales pasaron por su peor momento. Como resultado de esas malas relaciones, Ecuador se quedó sin vender arroz en el mercado internacional, y acumuló inventarios en cantidades no convenientes para su economía ni para sus productores. Colombia, a su vez, se abasteció de arroz fundamentalmente en Perú. Actualmente, Ecuador se ve en la necesidad de reabrir el comercio con Colombia -país con el cual restableció relaciones diplomáticas y al cual está en vías de hacerle importantes rebajas arancelarias- pero necesita también salir de los inventarios acumulados, y allí es donde entra a jugar Venezuela.
No se conocen los precios a los cuales se comprará el arroz ecuatoriano, pero es dable suponer que, si fueran precios mejores que los del mercado internacional, no se habría necesitado una reunión presidencial para concretar la operación. No se sabe tampoco, en desmedro de que proveedor internacional, se hará esta compra a Ecuador; pero es altamente posible que el perjudicado será Brasil, que se venia convirtiendo durante el año 2009 en el principal proveedor de arroz de Venezuela. Algunas de estas dudas fueron despejadas por el Presidente Correa, que manifestó lo siguiente a la prensa internacional, en relación a este y a otros acuerdos logrados durante el encuentro presidencial: “Ecuador no es un mercado, no está orientado a estándares de pérdidas y ganancias, sino sobre la base de principios, por eso agradecemos la inmensa ayuda y solidaridad de Venezuela.” Clarísimo.
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