El comercio automatizado también incrementa su uso

Si algún acontecimiento ha sido acelerado por el Covid-19, es la llegada de la era digital. Es más, aquellos negocios que no estaban preparados o que no creían en la suficiente importancia de ésta; ahora no es que corren, sino que quieren volar para adaptarse al mundo digitalizado y se lamentan haberse convencido tardíamente de que por ahí es donde viene el mundo.

Para nadie es un secreto que, el comercio electrónico (e-commerce) en general ha ganado muchos adeptos durante el aislamiento social al que hemos sido sometidos por requerimientos sanitarios. Pero cabe destacar, que el comercio automatizado conocido como (a-commerce) también, ha ganado adeptos, sobre todo por la comodidad que significa para el consumidor, según los especialistas.

Este tipo de comercio electrónico (a-commerce) está basado en un programa de computadora que ejecuta automáticamente las operaciones por cuenta de un comerciante alineado con los parámetros establecidos por el individuo interesado en efectuar la compra. En otras palabras, es una forma de comprar en la que el cliente programa una determinada compra y automatiza el proceso sin necesidad de participar nuevamente en él. Su uso, se ha acentuado para productos recurrentes o que se consumen de forma habitual. Son aquellos de poco valor que se requieren diariamente pero que solo se les recuerda de comprar cuando faltan, tales como: productos de limpieza, aseo personal, determinados alimentos y otros.

Los especialistas en el tema afirman que, si el tipo de productos comentados en el párrafo anterior llegan a nuestro domicilio sin tener que pedirlos, con la periodicidad adecuada previamente especificada, es un ahorro de tiempo y de inconvenientes. Por tal razón, si los grandes operadores de comercio automatizado consiguen afinar sus algoritmos, se implantará en muchos más hogares. Además, los operadores, al poder prever el volumen de compras de un producto por parte de cada consumidor, pueden ofrecer precios mucho más competitivos.

Si de hablar de los beneficios del a-commerce se trata, estos pueden ser de gran alcance y literalmente un programa de comercio automatizado puede operar todo el día e inclusive a nivel internacional si los productos en consideración, así lo requieren. Esto podría permitir para un operador residenciado en USA por ejemplo, que quiere negociar valores europeos, que se negocien en una diferencia horaria de cinco horas, alejarse de la computadora y aprovechar su descanso. Las operaciones automatizadas también se ejecutan mucho más rápidamente de lo que es humanamente posible, de allí su importancia.

Claro, en negociaciones de mayor inversión hay mayores riesgos asociados con la automatización. Es cierto que los programas de un computador no podrán sustituir el juicio humano. Por lo que los operadores pueden querer considerar, la aplicación de este tipo de comercio automatizado solo a las tareas más habituales del comercio.

Pero la realidad, es que este tipo de comercio también ha incrementado su participación, aunque no igual que el (e-commerce). Así, como tampoco la compra presencial en las tiendas físicas desaparecerá, pero si venderán menos.