Aquellos que de niños consumen en abundancia productos lácteos como leche o queso tienen una mayor expectativa de vida, según sugiere una investigación.
Investigadores de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido y de la Universidad de Queensland, en Australia, analizaron el historial médico de cerca de 4.500 niños británicos que participaron en un estudio médico en los años ’30.
Los científicos descubrieron que aquellos que de niños gozaron de una ingestión diaria alta de lácteos y calcio tuvieron una mayor protección contra los accidentes cerebrovasculares y otras causas de mortalidad, según se desprende del estudio, publicado en la revista Heart.
Pese a que los productos lácteos contienen colesterol y grasas que obstruyen las arterias, su consumo elevado parece que no aumentó el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas entre los participantes en el estudio.
La investigación analizó la dieta de las familias de los niños y constató que el alto consumo de calcio y lácteos, fundamentalmente provenientes de la leche, disminuyeron la mortalidad en una cuarta parte.
Leche, yogur y queso
Un consumo diario de calcio de al menos 400 miligramos (como el que se encuentra en un vaso de leche), redujo la probabilidad de morir de un accidente cerebrovascular en un 60%.
Los efectos beneficiosos se atribuyen a las cantidades que suelen recomendar los expertos: tres raciones diarias de productos lácteos -como un vaso de leche de 200 miligramos, un yogurt y un trozo de queso- proporcionan el calcio que la mayoría de la gente necesita.
Los investigadores afirman que tuvieron en cuenta que los niños con el mayor consumo de lácteos provenían de familias con más medios y tenían mejores dietas en general.
En cualquier caso, afirman que existen evidencias de que un elevado consumo de calcio es bueno para la presión sanguínea.
Según los responsables del estudio, el consumo de lácteos puede influenciar en el estado de la circulación sanguínea y del corazón, a través de una hormona llamada Factor de crecimiento insulínico 1 (IGF-1, por sus siglas en inglés).
En los adultos, los niveles altos de IGF-1 están vinculados a una reducción de las muertes relacionadas con fallos cardíacos y enfermedades del corazón.
«Interesante»
Según Joanne Murphy, de la Asociación de Accidentes Cerebrovasculares del Reino Unido, se trata de un estudio interesante, aunque se debe seguir investigando para calcular los beneficios de la leche en la reducción de las probabilidades de morir de un accidente de ese tipo.
«Mientras, aconsejamos a los padres que den a sus hijos una dieta rica en fruta y vegetales, y baja en grasas saturadas y sal».
June Davison, de la Fundación Británica del Corazón, considera que «es importante incluir los productos lácteos como parte de una dieta balanceada desde una temprana edad».
«Sin embargo, los adolescentes y adultos deben consumir productos lácteos bajos en grasa, como la leche o los yogures desnatados, lo que les ayudará a mantener bajo el consumo de grasas saturadas y a proteger el corazón», señaló Davison.
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Fuente: http://noticias.latam.msn.com/articulo_bbc.aspx?cp-documentid=20917945