Bettina Langerfeldt¿Sueñas con el día en que tu negocio en Internet funcione en piloto automático y puedas reclinar tu asiento y disfrutar cómo te llueven los dólares?
Pues te tengo una sorpresa: ¡Ese día nunca llegará! No porque no logres tus metas, sino porque tú no vas a querer parar cuando las hayas logrado. Este artículo te abrirá los ojos a una realidad de la vida empresarial que debes saber hoy, para que no te engañes con lo que estás planeando para tu futuro.
Cada vez que avanzo más con mis negocios en Internet, me doy cuenta que aquel momento en el cual puedo decir, “¡Lo logré!” se va desvaneciendo delante de mis ojos, como un espejismo.
No me entiendas mal. No es porque no he tenido logros. He cumplido muchas de mis metas, algunas con creces y otras no tanto. Pero noto que no llego a LA META.
No sé por qué yo, al igual que la mayoría de los neo-emprendedores de la web, inicialmente tenía la ilusión de que iba a armar mi negocio en Internet, ponerlo en piloto automático, reclinar mi asiento y disfrutar cómo me llueven los dólares.
Lo del piloto automático es maravilloso y lo he aprendido a usar a la perfección, especialmente en mis sitios de membresía. Y sí, disfruto de una maravillosa flexibilidad de mi tiempo, ganando dinero literalmente mientras duermo.
Lo que NO sabía es que, con el correr del tiempo, me iba a “picar” el bichito del emprendimiento. ¡Y vaya contagio que es! A tal punto de ser casi incurable.
Cada vez que logro una de mis metas, tengo un producto armado o una membresía funcionando en piloto automático, no puedo—ni quiero—descansar.
¿Para qué? ¿Qué haría si lo que hago es lo que me apasiona?
Me estoy dando cuenta de que, al final, se trata menos del dinero que puedo ganar y cada vez más de alcanzar mi pleno potencial y de ayudar a otros a alcanzar el suyo.
Si eso significa más trabajo, ¡bienvenido sea!
Trabajar no es una palabra prohibida. Quizás tiene la connotación de ser algo desagradable, porque hemos pasado demasiado tiempo trabajando en algo que no tiene sentido para nosotros. La definición de trabajo es: “Un esfuerzo físico o mental dirigido hacia el logro de un objetivo.”
Yo aún tengo muchos objetivos que lograr, ¿y tú?
Son cosas que Dios ha puesto en mi corazón y que me tiran hacia adelante con una fuerza que no se puede detener.
Una de las promesas de Dios en la Biblia es que nos dará una larga vida “hasta que estemos satisfechos.”
Lo que no sale en la Palabra de Dios es un término que se refiere a la jubilación o edad de retiro. Interesante, ¿verdad?
¿Será porque Él nos diseñó para trabajar con pasión por un propósito que nos consume hasta nuestros últimos días?
Yo creo que si.
He aprendido que un negocio solo llega a ser estático cuando tú decides llegar a ese punto. Y si llegas a ese punto, no es realmente lo que te apasionaba y eso significa que aún no has llegado a tu meta.
Fuente: http://www.gestiopolis.com/innovacion-emprendimiento-2/mito-meta-lograda-negocio-en-internet.htm