Europa está sufriendo de Alzheimer y Latinoamérica también

Con motivo de la recién aprobada política de la Unión Europea, denominada Directiva de Retorno, América Latina ha decidido elevar su protesta por la vía diplomática en defensa de millones de sus conciudadanos que viven como inmigrantes ilegales en el viejo continente.

La norma europea, aprobada el pasado 18 de junio, que entrará en vigor a partir de 2010, prevé que los inmigrantes en situación irregular serán retenidos e internados en centros especiales durante un periodo máximo de 18 meses, mientras se tramita la expulsión de Europa, sin derecho a regresar en cinco años.

Las diferentes autoridades representativas de los gobiernos latinoamericanos se han manifestado en contra de la medida europea de distintas maneras:

Para el gobierno chileno el nuevo texto tiende a criminalizar a los migrantes irregulares, sometiéndoles a procedimientos que lesionan sus derechos básicos y vulneran el principio de reunificación familiar consagrado en diversos instrumentos internacionales de derechos humanos.

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, recordó que muchos son descendientes de emigrantes que llegaron de España, Italia y Francia. ‘Y aquí se les recibió con los brazos abiertos, creo que es muy ingrato olvidarse de esa situación y tomar medidas como las que se han tomado».

Nuestro mandatario Hugo Chávez, quien ha llevado la voz cantante ante está pretensión ha dicho que, «La ley de retorno es una ley que viola el honor, la majestad de los pueblos. Ojalá los líderes europeos reflexionen y echen atrás esa ignominia».

Para Argentina, el mecanismo aprobado por el Parlamento Europeo es «inadmisible» porque se centra en los inmigrantes, prácticamente, como responsables de las crisis, que remite a épocas de xenofobia que parecían alejadas de la historia de la humanidad.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha cuestionado «dónde está el alma europea» y pidió un rechazo «unánime» a la Directiva de Retorno.

Perú ha impulsado en el seno de la Organización de Estados Americanos, (OEA), la formación de una misión especial que lleve a la U.E. la preocupación del continente por la cuestionada norma.

El gobierno de Ecuador anunció que condicionará las negociaciones comerciales entre la Comunidad Andina, (CAN), y la Unión Europea, (U.E.), a que se discuta y revise la directiva de retorno aprobada por el Parlamento Europeo.

La Comisión Europea por su parte ha alegado que existen hasta ocho millones de inmigrantes ilegales en los veintisiete países que conforman la comunidad. Más de 200.000 fueron detenidos en el primer semestre de 2007, pero menos de 90.000 fueron expulsados. Mientras que, el presidente español Rodríguez Zapatero ha dicho que está dispuesto a explicar y aclarar la medida.

Como hemos podido observar, hay críticas muy duras en contra de la decisión aprobada y que se pudiera resumir afirmando que ¨Europa le está dando la espalda a la historia¨ o como decíamos en el titulo de este escrito, se ha tornado olvidadiza.

No obstante, la ocasión debe ser propicia para reflexionar acerca de ¿por qué las personas prefieren emigrar? ¿Por qué nuestros compatriotas venezolanos y gran parte de los latinoamericanos en general deciden irse de nuestros países?

No estamos de acuerdo con que España, Italia, Portugal y otros estén dándole la espalda a nuestros coterráneos, pero de igual manera debiéramos analizar las razones socio-económicas y/o socio-políticas que fuerzan a estos inmigrantes a abandonar sus países. ¿No sería conveniente analizar con profundidad y objetividad acerca de lo que está pasando dentro de estos países? ¿No será que nuestros gobernantes se han olvidado del compromiso que tienen con sus paisanos?

Mejorar las condiciones sociales, económicas y políticas de nuestros compatriotas para que no vean en la inmigración la única salida, es una alternativa. Es más, me atrevo a decir, aunque se me critique por lo mismo, que en muchos de nuestros países la inmigración ha sido como una válvula de escape que ha permitido que los regímenes sigan haciendo lo que les da la gana porque no tienen la presión de estos con-nacionales que se ven obligados a irse y la pasividad manifiesta de gran parte de los que se quedan, pareciera que no les importara el futuro de nuestros pueblos, razón por la cual no les exigen a los gobernantes en la creencia que siempre les irá bien.

¿Cómo explicar que nuestros jóvenes y profesionales visualicen mejores oportunidades de vida en el exterior y prefieran ser inmigrantes, a pesar de la bonanza económica que vive Venezuela?

¿Estimados gobernantes, esa situación debe ser objeto de reflexión, de lo contrario que se nos aclare la lógica de ese accionar?

Para finalizar creo que sí, es correcto el clamor nacional e internacional en contra de esta norma europea, pero no debiéramos solamente mirar hacia afuera sino que miremos también hacia dentro y parar el Alzheimer que nos está consumiendo.