Estamos viviendo la era de la información, definida por la transformación del sistema productivo, del sistema organizativo, del sistema cultural y del institucional sobre la base de una revolución tecnológica que no es la causa pero si el soporte indispensable. Es necesario desarrollar redes de políticas que alteren la configuración de la esfera pública. La educación de calidad es la principal inversión de infraestructura en la era de la información. El segundo gran problema que tiene que enfrentar la administración pública es los altos niveles de corrupción existente en la mayoría de las instituciones del Estado. La infraestructura de las vías terrestres, puertos y aeropuertos, salud pública, Seguro Social, energía eléctrica, seguridad social y jurídica son problemas endémicos, que afectan en forma creciente a la economía nacional.
Sí la política practicada no teje un nuevo modelo de relación del Estado con la sociedad, la crisis permanece y peor aún se empeora. Si el Estado imagina a la sociedad como dominium, que no sólo detenta sino que debe detentar el monopolio de lo público, ser el supremo regulador de los conflictos sociales, ser protagonista único y exclusivo de los cambios sociales, los males que nos aquejan se incrementaran en forma exponencial.
Estamos viviendo la era de la información, definida por la transformación del sistema productivo, del sistema organizativo, del sistema cultural y del institucional sobre la base de una revolución tecnológica que no es la causa pero si el soporte indispensable. Para buscar un crecimiento acelerado y modernizador es necesario desarrollar redes de políticas mediante estructuras reticulares compuestas por una pluralidad de actores mutuamente interdependientes, cuya acción es condicionada y orientada con visión a un objetivo común. Es necesario desarrollar redes de políticas que alteren la configuración de la esfera pública. Las modalidades de gestión de las políticas públicas imponen nuevas condiciones, desafíos y posibilidades para la conformación de mejoras en la gobernabilidad democrática.
La débil capacidad tecnológica y la competitividad empresarial en la nueva economía global, la inestabilidad financiera, la exclusión social de la mayoría de la población, el deterioro acelerado del medio ambiente y la creciente distancia entre las instituciones del Estado y la vivencia de la sociedad. Si no hay una adopción exitosa del modelo de crecimiento que caracteriza a la era de la información, no habrá capacidad económica para integrar el desarrollo al conjunto de la población y a los imperativos de sustentabilidad ambiental. Las estrategias encaminadas a facilitar esta transición incluyen, por un lado, la creación de una infraestructura tecnológica centrada en la comunicación y en la información, aunando esfuerzos públicos y privados, por otro lado, la promoción de recursos humanos, que pasa en primer lugar, por una verdadera reforma educativa en todos los niveles del sistema educativo. La educación de calidad es la principal inversión de infraestructura en la era de la información. Esta reforma involucra a la formación de los formadores, tanto en niveles como en métodos pedagógicos, andragógicos, como en conocimientos especializados y la familiarización con las nuevas herramientas tecnológicas. Lo cual implica una mejora sustancial en la remuneración y condiciones de trabajo de los maestros y profesores.
La universidad es potencialmente, la principal fuerza productiva en el nuevo modelo de desarrollo. Pero la reforma y dotación de la universidad no conducen a nada si no trabaja con material humano que se haya educado convenientemente en los niveles primario y secundario. El segundo gran problema que tiene que enfrentar la administración pública es los altos niveles de corrupción existente en la mayoría de las instituciones del Estado. Otro aspecto a considerar es la obsolescencia de la administración pública y la crisis de legitimidad política.
Los resultados económicos y sociales del año 2006 son un verdadero reflejo de los desajustes y desencuentros de las estructuras del Estado y de la relación de éste con el resto de la sociedad. El crecimiento de la industria manufacturera fue del 9.8%. En los últimos 7 años la producción de la industria en general ha caído en un 26% y las PYMES en un 47%.
En el año 2006 se importaron 36 millardos de US $, 63.3% más que en el 2005, de productos que bien se pueden producir en el país. Según el Presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos, la producción de leche tiene un déficit del 48%. El desempleo es del 48% y la inflación es de un 16%. La infraestructura de las vías terrestres, puertos y aeropuertos, salud pública, Seguro Social, energía eléctrica, seguridad social y jurídica son problemas endémicos, que afectan en forma creciente a la economía nacional.
“En prospectiva, el futuro es la clave de la explicación del presente; la finalidad es también la causalidad. La inversión de la flecha del tiempo hace obsoleta la extrapolación de las tendencias e importante los modelos económicos que no integran los proyectos de actores” (Godet).
Las expectativas económicas de Venezuela para el año 2007 son inciertas, porque reconstruir lo destruido lleva su tiempo y si hay la voluntad para hacerlo. Es vital que los actores fundamentales, Estado y Sociedad busquen vías de encuentro que permitan definir una visión de consenso coherente con la evolución del mundo. Que consolide la interdependencia, donde todo actúa sobre todo y donde nada es igual.
Bibliografía:
Godet Michael, De la anticipación a la acción. Alfa Omega, 1993
Calderon Fernando. ¿Sostenible la globalización en América Latina? Debates con Manuel Castel Volumen II. Fondo de Cultura Económica, 2003.
Fuente de datos: Diario El Nacional