Formación de equipos sinérgicos

Esta sinergia positiva permite que los miembros del equipo sean realmente auténticos con sus propias experiencias, perspectivas, talentos y estilos de comunicación.

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Para estructurar equipos sinérgicos triunfadores, hay que empezar por saber que sinergia es un término de origen griego /»synergía»), que significa trabajando en cooperación: en co-operación; entiéndase: en conjunto»); expresado de otro modo: es la resultante de la actuación orquestada -coordenada- para cumplir una función. Para lograrla se necesitan, entre otros, los componentes siguientes:

1.- Una visión compartida. En un contexto organizacional, se podría definir como la declaración de un objetivo que se desea alcanzar y para cuyo éxito deben estar alineadas otras personas o -incluso- toda la organización. La visión compartida comienza con una declaración sobre algo que se quiere alcanzar, de ahí que a esa contemplación imaginativa que permite enrumbar las acciones correspondientes a su logro se la llama “visión”: es algo que aún no se tiene y cuya consecución no depende únicamente de una sola persona, sino que requiere la acción y el compromiso de otros, de ahí que sea “compartida”.

2.- Liderazgo efectivo. El liderazgo efectivo es aquel proceso de conducción de conjuntos humanos que es capaz de estructurar y propiciar las relaciones y actividades de la unidad de trabajo facilitando a los miembros del equipo saber cuál es el reto a superar, qué es lo que se necesita hacer y cómo hacerlo, mejorando su desarrollo y motivación para lograr la metas y el objetivo.

3.- Metas y retos. El reto de trabajar en equipo es una experiencia intensiva en la que los participantes tienen la vivencia de formar parte de un complejo y perfecto engranaje alineado y engrasado. Un proceso inmersivo a partir de dinámicas grupales, un escenario de aportación, debate y consenso, reflexión y espacios de supervisión.

Las metas en el trabajo en equipo son una fuente de motivación y pueden ayudarte a conseguir el objetivo (el propósito que justifica la existencia del emprendimiento). Para empezar, es muy importante el autoconocimiento. Saber qué te gusta, qué no, en qué destacas, qué necesitas reforzar, cuáles son tus intereses y cuáles tus habilidades, pero también saber qué gusta a los demás miembros del equipo, qué no, en qué se destaca cada cual, qué necesita reforzar cada uno, cuáles son sus intereses y sus habilidades.

 4.- Clima de confianza. Significa sentir que se está en un ambiente seguro. Representa sentir y tener la certeza de que algo sucederá (o no sucederá). Simboliza que se tiene seguridad para emprender acciones. Encarna tener la convicción de que otras personas actuarán de buena fe y según lo esperado.

Cuando existe falta de confianza en un equipo se observa el intento de ocultar las debilidades y errores. Los miembros no se piden ayuda entre ellos, ni la ofrecen: ¡no son un “equipo”, sino…apenas un “grupo”! Se generan rencores y estrategias políticas de “doble fondo”, actuando con una agenda oculta. No se da un buen ambiente de trabajo, donde uno se pueda sentir seguro para mostrar iniciativa y aportar lo mejor de sí mismo. Y, por supuesto, ésta no es una situación en la que se pueda trabajar de forma colaborativa (entiéndase: co-laborativa, de actuar en conjunto). Cuando lo que existe es desconfianza, las personas se vuelven paranoicas y se hacen cosas para protegerse en forma individual, poniendo en peligro al conjunto de personas y… por ende… a la empresa.

5.- Crecimiento y desarrollo personal y profesional. El crecimiento y desarrollo personal y profesional es un concepto amplio que abarca múltiples aristas y aspectos. En general, puede definirse como un proceso en el cual las personas se nutren de conocimiento, habilidades y cualidades para ser más competentes y capaces de insertarse en la actuación profesional y en los mercados laborales. Crecimiento no implica desarrollo. Alguien puede crecer en lo personal (cumplir con aquello que mejora su talento, su conciencia y su capacidad para hacer realidad sus sueños; es decir; su potencial para generar lo mejor: su prosperidad) y no desarrollarse. El desarrollo es la condición que se alcanza únicamente cuando lo que crece llega a ser capaz de cumplir la función que le toca cumplir. Para facilitar la comprensión, apelemos a la biología: una hembra puede crecer y crecer, pero se dice que se desarrolló cuando muestra haber alcanzado el estado funcional que le permite cumplir su papel supremo: concebir un retoño y ser madre.

6.- Actitudes individuales positivas. El talante conductual es un tipo de diferencia individual que afecta la conducta de las personas. Se puede definir como las tendencias relativamente durables de emociones, creencias y comportamientos orientados hacia las otras personas, agrupaciones, ideas, temas o elementos determinados.

Tener una actitud positiva significa ser optimista ante las situaciones y ante uno mismo. Las personas con actitud positiva mantienen las esperanzas en alto y ven lo mejor incluso en medio de las dificultades

7.- Identidad grupal. Consiste en la autoidentificación de los miembros del grupo con las propiedades psicosociales que definen psicológica y socialmente al equipo. Los equipos sinergéticos tienen una identidad grupal, definida en términos de creencias, valores, sistema de comunicación y normas de comportamiento.

8.- Responsabilidades claras. Los líderes de los equipos energéticos de trabajo tienen la responsabilidad de coordinar la interacción de los miembros y estos últimos deben cumplir con las metas prefijadas a través de las tareas trazadas. El éxito del equipo depende de cada miembro, sugiere responsabilidad mutua. Téngase presente que la voz “responsabilidad” deriva del vocablo anglosajón “responsability”, una expresión compuesta por dos raíces; “response” (que significa: respuesta) y “hability” (habilidad), de lo cual se entiende que responsabilidad es la condición de estar en estado hábil para responder por lo que se hace y se deja de hacer (de aquí el adagio que reza: “sólo los menores y los dementes son irresponsables”, pues no pueden responder por sus actos).

9.- Factores humanos. Son las características físicas, psicológicas y sociales que afectan la interacción humana con los aparatos, sistemas, procesos, otras personas y equipos de trabajo. Son las personas en los contextos, en las operaciones y equipos de apoyo, quienes hacen que se constituyan equipos sinérgicos y que la seguridad funcione.

10.- Comunicación afectiva. Es el acto de relacionarse con las demás personas o públicos -como se denominan técnicamente- asegurándose de que el mensaje llega claro, que es percibido racionalmente y también emocionalmente. En todo proceso de comunicación afectiva deben estar presentes los siguientes componentes: claridad, propiedad, concisión, retroalimentación (“feedback”), empatía, escucha activa, comunicación no verbal y respeto.

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