Estos recursos disminuyeron de $17.294 millones a principios de año a $ 9.923 a fines del segundo trimestre. Nunca la caída de las reservas operativas había sido tan violenta y acelerada: una reducción de 42 % en seis meses.
De acuerdo a los últimos datos sobre balanza de pagos dados a conocer por el Banco Central de Venezuela, BCV, las reservas internacionales del país, sufrieron una baja de más de 7 mil millones de dólares durante lo que va corrido del presente año. El 5 de Enero esa variable económica estaba en los 34.892 millones de dólares. Al 23 de Agosto del presente año, esa cantidad había descendido a 27.450 millones de dólares. Un bajón total de 7.442 millones de dólares.
Las reservas internacionales permiten a un país financiar sus compras en el exterior, en el presente y en el futuro cercano y, además, cumplir con el resto de las obligaciones financieras en moneda
extranjera, que el país haya contraído a lo largo de los últimos años.
Las reservas juegan en el mercado internacional más o menos el mismo papel que dentro del país, juegan los activos líquidos que tenga una empresa (depósitos u otros papeles de rápida liquidación). Si estos son muy bajos es muy riesgoso para un eventual cliente darle crédito comercial a dicha empresa, o proporcionarle préstamos bajo cualquier modalidad, pues los pagos no se ven como seguros.
Si las reservas internacionales se reducen, por lo tanto, es más difícil para el propio país financiar sus importaciones. Igualmente, una cantidad menor de reservas internacionales, hace que los bancos y
demás instancias financieras internacionales, vean como más riesgoso el prestarle fondos al país, lo cual se traduce en que la tasa de interés que le cobran, es mucho más levada. Esa es la esencia, de lo que se
denomina “riesgo país” en la jerga financiera internacional.
Pero no solo es importante en este campo ver como se mueve la cantidad total de reservas internacionales. También es importante ver la estructura o composición de las mismas.
Las reservas internacionales están compuestas por oro monetario, derechos especiales de giro, posición de reserva en el FMI, divisas y otros activos. El oro del BCV inicio el año 2010 con un valor de 13.297 millones de dólares y terminó el primer semestre con un valor de 14.394 millones de dólares. Esa pequeña variación obedece a dos razones: por un lado, a las variaciones del precio del oro en el
mercado internacional, es decir, es una mera revalorización de activos. Y en segundo lugar, a las pequeñas compras de oro que el BCV hace en el mercado nacional, fundamentalmente a la minería del Estado Bolívar. En todo caso, el oro del BCV no se usa para las operaciones comerciales y financieras cotidianas del país.
Los derechos especiales de giro y la posición de reserva ante el FMI, son también magnitudes que se modifican muy poco, pues cualquier uso eventual de esos activos, tiene que procesarse a través de la lenta burocracia del Fondo Monetario Internacional. Esos dos componentes, tomados de conjunto, pasaron De 4.016 millones de dólares al principio del año, a 3.788 millones de dólares al final del primer semestre.
El nivel de las divisas. El componente más importante de las reservas internacionales son las “divisas”. Este es el componente más líquido, más operativo y el que en mide día a día la capacidad de pago que tiene el país en el corto plazo. Y este componente disminuyó de 17.294 millones de
dólares a principios de año, a 9.923 millones de dólares a fines del segundo trimestre. Nunca en los últimos seis años el nivel de las reservas operativas había llegado a un nivel tan bajo. Nunca,
tampoco, la caída de las reservas operativas había sido tan violenta y acelerada: una reducción de 42 % en seis meses.
BCV restringido. Casi la totalidad de la reducción de las reservas internacionales, habidas en Venezuela a lo largo del año 2010, han sido reducciones en el rubro “divisas”. Esta es la situación que obliga al Gobierno y al BCV, a restringir la entrega de divisas a los importadores y que obliga
emitir crecientes volúmenes de deuda externa, la cual, desde luego, tiene que colocarse a tasas cada vez más elevadas. Es importante, por lo tanto, que el país reflexione sobre lo siguiente: ¿Es posible
seguir con esta disminución de las reservas operativas del país? ¿Cuál es el límite hasta donde se pueden llevar las reservas internacionales de Venezuela? Y tan importante como lo anterior: ¿En que se han usado las reservas internacionales del país?
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