Carlos Mora Vanegas
Definitivamente no se puede pasar por desapercibido todo las gestiones que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump ha emprendido en relación al que implica la implementación de aranceles recíprocos a más de 100 países, con un arancel mínimo del 10% para todos los productos que ingresen a Estados Unidos. Este plan entró en vigor el 5 y 9 de abril de 2025, respectivamente, y se aplican aranceles superiores a los principales socios comerciales, como China (34%), la Unión Europea (20%), Japón (24%), Corea del Sur (25%) e India (26%). México y Canadá, que inicialmente no fueron mencionados durante el anuncio, quedan exentos de los aranceles recíprocos debido a su participación en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Se hace referencia en las noticias publicadas< sobre el tema, que Trump argumentó que estas medidas son una respuesta a lo que a impuestos directos e indirectos que otros países imponen a los productos estadounidenses, y afirmó, que estas tarifas son necesarias para corregir un desequilibrio estructural en el comercio. Según cálculos del asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, las medidas podrían generar ingresos anuales de hasta $600.000 millones y estimular la industria nacional.
Es importante hacer referencia que en En América Latina, la mayoría de los países estarán sujetos a un arancel del 10%, con excepciones para Nicaragua (18%) y Venezuela (15%). Algunos analistas creen que las empresas mexicanas podrían aprovechar la «oportunidad» tras el anuncio de Trump, ya que México y Canadá no están sujetos a los aranceles recíprocos.
Los aranceles anunciados por Trump son más altos de lo que esperaban los analistas, quienes han señalado que estos aumentan el riesgo de que EE.UU. y sus socios comerciales entren en recesión en los próximos meses.
Las medidas arancelarias, anunciadas en un discurso desde la rosaleda de la Casa Blanca en lo que Trump describió como el «Día de la Liberación», incluyen gravámenes de un mínimo del 10% a todas las importaciones a Estados Unidos y que afectan a la mayoría de países de América Latina. Se aplicarán en dos fases: este viernes 5 de abril entrará en vigor el arancel mínimo del 10% y el 9 de abril los específicos a países.
El mandatario presentó una tabla que incluye aranceles superiores al 10% para decenas de países, incluidos los de la Unión Europea (20%) y China (34%).
Donald Trump ha transformado sus amenazas en hechos.
El presidente estadounidense confirmó su decisión de aplicar aranceles del 25% a las importaciones procedentes de México y Canadá y subir al 20% las de China.
Tras el anuncio, la respuesta de China llegó de inmediato. Como represalia impondrá aranceles del 10% y el 15% a una serie de importaciones agrícolas estadounidenses, entre otras cosas.
es sabido que Trump ha dicho que, al imponer aranceles, les quita dinero a las empresas extranjeras para «enriquecer a los estadounidenses».
Pero la historia muestra que no siempre ha sido así.
Los aranceles que Trump aplicó en su primer gobierno terminaron perjudicando también a las empresas locales y a los propios consumidores estadounidenses, según varias investigaciones académicas. Lejos de enriquecerlas, las familias tuvieron que pagar precios más altos.
Y la recaudación tributaria producto de la imposición de los aranceles fue muy baja en comparación a lo que recauda el gobierno a través de impuestos individuales y corporativos.
Según el Peterson Institute for International Economics, los aranceles universales del 10% y del 60% para China le costarían unos US$1.700 al año al hogar promedio estadounide
Trump, sin embargo, mantiene su posición y asegura que no dará marcha atrás, declarando en su red social Truth Social.