(EFE San Francisco – elperiódico.com). Los primeros 30.000 artículos de la Enciclopedia de la vida ya han aparecido en Internet, si bien el acceso a ellos es muy difícil porque la web está colapsada. Esta aportación supone el primer paso de un proyecto que pretende tener catalogados en la red los 1,8 millones de especies de seres vivos del planeta para el 2017.
La enciclopedia está gestionada por una secretaría del Instituto Smithsonian en Washington, en colaboración con decenas de centros de investigación y científicos de todo el mundo. El proyecto persigue elaborar una especie de Wikipedia de la naturaleza abierta a todos los internautas, pero controlada por expertos y en la que solo determinados miembros de la comunidad científica pueden publicar.
La página de Internet ofrece todo tipo de información sobre el hábitat, la genética o la biología molecular. Asimismo, ayudará a entender el funcionamiento del planeta a científicos, educadores y estudiantes.
Un nexo de unión para los científicos
El director ejecutivo del proyecto, Jim Edwards, y el profesor de la universidad estadounidense de Harvard e ideólogo de la enciclopedia, E. O. Willson, creen que esta Wikipedia de la naturaleza facilitará la colaboración en la comunidad científica y abrirá la puerta a numerosos avances en biología. «Creo que disponer de una enciclopedia sobre todas las especies permitirá la aparición de nuevos tipos de estudios, proyectos e, incluso, industrias», ha declarado Edwards.
Pese a que solamente podrán publicar científicos, la enciclopedia está abierta al público en general, que puede enviar fotos e información sobre especies que los responsables estudiarán.
Una vía de acceso para todo el mundo
Según Edwards, la enciclopedia «tendrá un impacto especialmente grande en los países en vías de desarrollo», donde el acceso a textos e información científica es más complicado. En un futuro, los artículos de la enciclopedia estarán disponibles en varios idiomas, para que sea accesible y utilizada por comunidades de todo el planeta.
Este proyecto, que se inició en el 2003, ha sido posible gracias a la aportación económica de varias fundaciones estadounidenses. No obstante, sus promotores reconocen que tienen que desarrollar modelos de financiación para subsistir a largo plazo. Incluso se plantean incluir publicidad en sus páginas, si bien Edwards reconoce que espera «no tener que llegar a ello y que se adopte otro modelo».
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