La enfermedad Holandesa es curable

LUIS XAVIER GRISANTI

La Enfermedad Holandesa es definida como el fenómeno conforme al cual una economía percibe un influjo enorme de divisas por la exportación de un bien o recurso natural, el cual genera una apreciación de la moneda local que abarata la divisa y las importaciones de bienes y servicios, provocando el desplazamiento de la producción nacional y un freno a la industrialización.  

El país cesa de producir porque es más barato importar y deja de exportar porque la sobrevaluación del tipo de cambio real encarece la producción nacional. Las industrias exportadoras de bienes y servicios que antes de la bonanza eran competitivas, pierden competitividad y su desarrollo se detiene o se atrofia. La inversión extranjera solo se destina a ese recurso natural, reduciendo la que podría ingresar para los sectores agroindustriales y manufactureros. El peor enemigo de la producción local es un dólar barato.

La Enfermedad Holandesa desata una bonanza de las actividades de bienes no transables (no exportables), como los servicios financieros y de seguros, hotelería y restoranes, transporte y comunicaciones, construcción, servicios gubernamentales y de importación, etc., en detrimento de la producción nacional de bienes transables (agricultura, agroindustria, industria manufacturera, minería, pequeña y mediana industria).

El término Enfermedad Holandesa fue acuñado por la revista The Economist en 1977, para describir la declinación de la industria manufacturera de ese país luego del descubrimiento y explotación del gas natural a partir de los años 50. Max Corden y J. P. Neary (1982) le dieron sustento académico en su clásico ensayo: “Booming Sector and De-Industrialization in a Small Open Economy”.

La bonanza petrolera del último decenio acentuó la Enfermedad Holandesa en muchos países exportadores; pero la dolencia es curable. Existen métodos probados, y entre ellos, tres fundamentales: 1) Detener la sobrevaluación de la moneda, encarecer la divisa y fijar un tipo de cambio único y competitivo; 2) Crear un fondo de inversión para represar los ingresos, como el Fondo Petrolero noruego, cuyos ahorros superan $825 millardos; y 3) Aplicar políticas de productividad y formación de talento humano en las industrias agropecuarias y manufactureras.

@lxgrisanti