*La implosión del dólar y la próxima reconversión monetaria*

Junio arrancó con un $ a 3,1 millones de Bs, y concluyó costando 3,2 millones de bolívares. La depreciación fue de 5,2 %. Esa relativa estabilidad -en comparación con la tasa promedio de depreciación en hiperinflación– de la tasa de cambio, explicó que el mes que referimos presentó la tasa más baja de inflación en lo que va de año: 6,4 %; siendo la misma 76 % inferior al promedio observado en dicho indicador en el primer semestre del 2021 ((6,4/26,6)100)

El patrón de comportamiento de la Tasa de Cambio (Bs/$) en el mes de julio es muy distinto al observado en el mes precedente. Julio inició costando un $, 3,2 millones de Bs, y finalizará el mes costando esa misma unidad monetaria norteamericana poco menos de 4,4 millones de Bs. Los últimos 30 días el bolívar en términos nominales se depreció 32 %, obvio, que la inflación repuntará para este mes, a niveles cercanos al promedio vigente para el lapso enero-junio, dado que, por la destrucción del tejido empresarial interno, son las importaciones el componente esencial del grueso de la oferta nacional de bienes y servicios y al depreciarse el bolívar, pues, en esa proporción se encarecen las importaciones.

*¿Qué explica la permanente implosión observada en el precio del dólar? *

Hay razones de forma y de fondo. En la epidermis del problema encontramos el voluminoso dinero inorgánico creado por el BCV por órdenes del Ejecutivo para financiar todo tipo de gasto. Mas a fondo, un desencuentro -desequilibrio acostumbran decir los economistas- entre la oferta de divisas y la demanda que de ellas gestionan los distintos agentes económicos en el denominado mercado de divisas.

*¿Por dónde empezar? *

 Una Tasa de Cambio, en nuestro caso, la cantidad de bolívares que debemos sufragar para obtener un dólar americano, es, a fin de cuenta, el *precio* en bolívares de un dólar; y, el valor de cualquier bien o servicio, es su *precio* pagado en la unidad monetaria del País que corresponda. Luego, es imposible explicar el comportamiento de una tasa de cambio y de los precios de las mercancías, prescindiendo de lo que sucede con la oferta   y la demanda del dinero, técnicamente, el mercado de dinero.

Cuando por absurdas medidas económicas y políticas se destruyó la fuente casi única que nos proveía de divisas -entiéndase PDVSA-, y también muy buena parte de las empresas que sostenían el régimen fiscal mediante el pago de impuestos, el gobierno optó por financiar buena parte de su voluminoso gasto público con emisión de dinero ficticio, esto es, dinero no respaldado en producción y tributación. Empichado, diríamos en criollo, el mercado de dinero; eliminó, en muy buena medida, las fuentes legítimas de provisión de dinero al fisco. Consecuencia: implotó la inflación, pues, nos encontramos con mucho dinero creado artificialmente en la economía respecto al valor de lo que se producía, o PIB, que, además caía en picada. Acá entra en el juego la cotización del dólar, dado que la Inflación y la Tasa de Cambio son variables correlacionadas. Las une, muy estrechamente, la oferta y la demanda de dinero.

Si los precios internos suben significa que nuestra moneda pierde valor, puesto que se requieren, cada vez, más bolívares para comprar lo mismo, incluyendo, por supuesto, a un dólar, luego aumenta la Tasa de Cambio. Y no puede ser de otra manera. Si, por ejemplo, aumenta la inflación, y el País se rigiera por una tasa de cambio fija, es decir, que no varía, como el 4,30 de antaño, al hacerse, relativamente nuestros productos más caros que los foráneos, esa pérdida de competitividad, deterioraría, nuestras cuentas externas, técnicamente se llama Balanza de Pagos, y al perder continuamente reservas internacionales, la nación se vería obligado a devaluar su moneda. De modo, que todo proceso alcista en los precios internos de una economía, indefectiblemente, impacta, al alza, la tasa de cambio. Aquí y en Pekín 

*Más exactamente, ¿cómo es la relación entre la inflación y la tasa de cambio en Venezuela? *

Auxiliémonos con datos. Con cifras del Banco Central para enero-mayo de este año, de la Asamblea Nacional para junio puesto que el BC no ha emitido su cálculo y promediando para julio un IPC equivalente al registrado para el 1 semestre, los precios en general se han multiplicado por un factor de 4,9; en ese mismo lapso el dólar se ha multiplicado por 2,6 al pasar de 1.750.000 Bs/$ a casi 4.300.000. Significa que los precios han duplicado su tasa de incremento respecto al aumento habido en la tasa de cambio. Ya dijimos que son variables altamente correlacionadas. Claro, la teoría económica enseña que la correlación no es simultánea. Existen elementos que la filtran. Pero en plazos largos y, repetimos, en épocas de hiperinflación, el mercado corrige tales distorsiones.

*¿De cuánto es el rezago? *

Respecto a enero del 2021, hoy, un dólar debería costar unos 7.5 millones de bolívares, de modo que tuviera el mismo Poder de Compra que hace un semestre atrás. Eso explica que hoy se requieran más dólares para comprar lo mismo que iniciando el año. La inflación de dólares no existe. Un invento mediático sin fundamento. El dólar es una mercancía más y su valor está sujeto a cambios, dependiendo de la naturaleza y magnitud de los desequilibrios macroeconómicos subyacentes y de los flujos netos comerciales y de capitales del País respecto al mundo.

La pregunta es: el dólar debe costar unos 7.5 millones de bolívares y cuesta poco menos de 4.4 ¿cómo lo ha logrado el régimen? Simple: Pagando salarios promedio de 6 $ al funcionariado público, acabando con la intermediación financiera al imponer un encaje legal a la banca comercial superior al 80 %, lo que tiene al borde de la quiebra al sistema financiero privado y colapsado la infraestructura física y de servicios públicos al no contar las instituciones con los recursos mínimos que permitan un funcionamiento mínimo; es decir, a costa del caos, o si prefiere, colocándole una camisa de fuerza a la demanda agregada, y, al disminuir forzosamente la demanda, se presiona menos hacia el alza de los precios, incluyendo la tasa de cambio. Demás está señalar que esa política tiene sus límites de falsa eficacia en el tiempo.

*Ese es parte, y muy importante, del contexto en que se producirá la anunciada reconversión monetaria a ejecutarse en los próximos días*

Todos sabemos en qué consiste. Hemos vivido dos. En 2008 y en 2018. Se le quitan una cantidad determinada de ceros al cono monetario -conjunto de billetes de diferente denominación-, de modo, que todo sigue exactamente igual, pero con un cono monetario distinto y se le da un nombre a la moneda un tanto diferente. A ver: si un artículo cualquiera cuesta un millón de bolívares, si se le quitan 6 ceros a la moneda, pues costará un bolívar, éste con el apellido que le pongan, pero eso sucede también con los ingresos, si Ud. devenga un salario de 1 millón, pues ahora devengará 1 bolívar de los nuevos; en éste hipotético caso, en la primera situación sólo podía adquirir 1 artículo, después de la reconversión, igualmente, sólo puede comprar un artículo. En términos de capacidad de compra, que es lo que importa, la situación no ha cambiado. Permanece exactamente igual.

Me interesa destacar un par de aspectos de la reconversión monetaria que se ejecutará en los próximos días.

De un lado, el anclaje del bolívar al Petro, para, supuestamente, conferirle estabilidad al sistema fijador de precios, y de otro si, la misma, constituye una salida a la megacrisis que padecemos actualmente.

¿Qué es anclar en economía? Al igual que cuando en Física se estudia el movimiento de los cuerpos, anclar es sujetar, atar. Definámoslo mediante un ejemplo. Se decide que cada trimestre los salarios se aumentarán en la misma proporción que aumenten los precios. Una medida de ese tipo tiene por objetivo preservar el poder adquisitivo del salario, se denomina indexación del salario. Si los precios suben, digamos, 30 %, pues subimos el salario en esa misma proporción. Anclamos, atamos, el salario al Índice de Precios al Consumidor. ¿Cuál es el punto? Que se ancla una variable económica a otra, pero sobre fundamentos económicos reales, no sobre la «febril imaginación» de gestores macroeconómicos ilusos. La estabilidad del bolívar no se logra decretando su anclaje, imposible, además, a una propuesta de dinero digital como el Petro; decimos imposible, por cuanto el «mercado» a esa propuesta de dinero digitalizado no le asigna casi ningún valor y, en economía, en el mundo real, si el «mercado», esto es, oferentes y demandante, no confieren valor a «algo», pues, desde el punto de vista económico, no «existe». Simplemente no «existe».

*¿De qué depende la estabilidad del bolívar? *

La estabilidad de cualquier moneda, sólo se logra, si, como unidad monetaria que posibilita las transacciones y sirve de unidad de cuenta, lo hace en una economía ordenada, con manejo fiscal prudente, defensor a ultranza del principio de la propiedad privada, promotora del ahorro agregado con lo cual se  financia inversión en áreas competitivas, lo que determina  que se desenvuelve en una situación de equilibrios simultáneos, esto es, equilibrio en el  mercados de bienes, de dinero, de capitales y de factores de la producción y, además, lo hace en las cercanías que corresponde al  nivel de producción con uso pleno de sus recursos productivos, esencialmente el factor trabajo. Fuera de eso todo lo demás es gamelote. No hay atajos en esto. Y logrados esos equilibrios, el aumento en la oferta monetaria por parte del Banco Central debe corresponder exactamente a los incrementos legítimos en la demanda real de dinero. En esto no hay espacios para la inventiva. Es así porque es así.

*¿Resolverá la nueva reconversión la crisis?*

En cuanto a que, si la 3 reconversión monetaria es la salida a la megacrisis que padecemos, creo, que todos, sabemos que no. Venezuela exige un Plan de Desarrollo -Miguel Rodríguez, dixit-, que significa, eliminar la volatilidad de las variables macroeconómicas claves, esencialmente, IPC y la tasa de cambio, acercar el nivel de producción a la producción potencial del País, esto es, sobre el nivel que tendríamos haciendo uso Pleno de  nuestros factores de Producción, mediante un direccionamiento que implique sostenibilidad y eliminación al máximo de las severas desigualdades sociales que afean ¨in extremis¨ el rostro humano de la Venezuela actual, todo lo cual implica ejecutar un coherente programa económico, con financiación internacional, sin faltar una profunda reforma de todo el marco legal vigente relacionado con lo económico, colocando, claro está  el  énfasis debido a la adecuación del marco institucional, soporte de la nueva economía a construir. ¿Es posible lograrlo?: Si. No es fácil, pero si es posible.

Imagen de Markus Winkler en Pixabay