La revolución del hidrógeno

Hace ya muchos años los principales fabricantes de automóviles se encuentran desarrollando nuevas tecnologías con el objeto de encontrar un sustituto del petróleo como combustible, que no sea contaminante y renovable.

Actualmente, después de muchos proyectos, desde los vehículos eléctricos movidos por energía solar hasta los híbridos de última generación que utilizan el motor de combustible en lugares abiertos y un eléctrico en la ciudad, parece que el uso de hidrógeno es el más factible de realizar, dado que es fácil de obtener y no es contaminante.

Existen dos formas de utilización. La primera es la utilización en motores de cuatro tiempos, adaptados para su uso, y la segunda que parece ser la más adecuada, mediante la pila de combustible, que es la reacción del hidrógeno con el oxígeno del aire que produce una corriente eléctrica que se utiliza para los motores del vehículo. Esta “batería” por así definirla, genera electricidad en forma constante, sin necesidad de almacenamiento ni suministro exterior.

Esto supera los principales obstáculos que tenían los motores eléctricos aplicados a la automoción que era la baja autonomía.
La pila de combustible, es un sistema no contaminante, dado que de por un lado se introduce hidrógeno y por el otro oxígeno o aire, que a través de un catalizador se produce en el ánodo una corriente negativa, y en el cátodo una positiva, que es la que se utiliza para los motores eléctricos, donde el agua generada de esta reacción se utiliza como refrigerante y los gases expulsados son vapor de agua.

En los motores convencionales gran parte de la energía se pierde en forma de calor disipado por el rozamiento de las piezas móviles (pistones, cigüeñal, caja de cambios, diferencial etc), lo que en los motores eléctricos es mínimo.

El problema actual, usando cualquiera de los sistemas, es el almacenamiento del hidrógeno liquido criogenizado, a una temperatura de –250º C.

El primer automóvil a hidrógeno fue desarrollado por BMW hace unos años y se trata de un motor convencional, que ya circulan muchos de ellos por las carreteras de Alemania, donde se han instalado estaciones de servicio de hidrógeno. Por su parte GM ha anunciado que en 2010, comercializará automóviles con pilas de combustible.

En las principales capitales de Europa ya circulan autobuses mediante este sistema, lo que nos hace pensar en que en un futuro no muy lejano, esta sea la mejor opción de energía no contaminante.

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