No hay Patria sin Universidad; pero tampoco hay Universidad sin Patria
Anónimo
Las universidades venezolanas están en crisis desde el año 2008, cuando se inició la política de reducción de presupuesto por parte del Ejecutivo Nacional. De manera progresiva, el presupuesto asignado a las universidades apenas alcanza para pago de salarios –cada vez más precarios-, impidiendo cubrir gastos de mantenimiento, inversión y actualización en equipos de computación y tecnologías, indispensables para la educación a distancia que plantea el referido plan Universidad en casa.
La crisis del sistema eléctrico nacional, que desde 2005 advertían expertos, es otro factor que impide el desarrollo de la educación virtual. En 2010 el difunto Presidente mediante decreto, declaró la emergencia eléctrica nacional, y desde 2015 varios estados del interior del país son sometidos a racionamiento eléctrico diariamente, sobre todo durante los meses de sequía. Entre marzo y junio de 2021, en los estados Carabobo, Mérida, Táchira, Trujillo y Zulia se registraron apagones de entre 6 y 18 horas continuas.
Hoy día, a pesar que se está en la época de lluvia, el suministro de energía eléctrica a nivel nacional es caótico. Apagones en casi todos los estados por más de cuatro o cinco hora. En Nueva Esparta esta situación es muy crítica.
Aunque la educación a distancia exime el tener que trasladarse hasta los recintos universitarios, la crisis eléctrica conlleva al uso de generadores de energía durante los apagones cuyos motores funcionan con gasolina o gasoil. La aguda escasez de combustible que vive Venezuela, y que es aún más acentuada en el interior del país, impide acceder fácilmente a este combustible, cuya venta está sometida a restricciones dictadas por el régimen. En varias ocasiones los servidores web de casi todas las universidades han estado caídos como consecuencia de falta de combustible para garantizar el funcionamiento de plantas eléctricas durante los apagones registrados en los últimos tiempos.
Por otra parte, en 2009 el Comandante difunto, firmó un decreto presidencial para la “eliminación del gasto suntuario o superfluo en el sector público nacional”. Entre otros, se prohíbe a partir de entonces la adquisición de servicios de telefonía móvil y de discado directo internacional, así como de equipos y plataformas tecnológicas y el uso de Internet sin la autorización del Vicepresidente de la República. Este decreto “frenó el desarrollo tecnológico y marcó un inicio de sometimiento de las universidades al arbitrio del Ejecutivo Nacional y, por consiguiente, la progresiva obsolescencia y deterioro del sistema tecnológico, debido a que, por lo general, las autorizaciones no eran concedidas para las universidades”, indica el informe.
Un año antes, en 2008, una ley de administración de divisas publicada en Gaceta Oficial impuso una serie de restricciones a la importación de bienes necesarios para la educación, la ciencia y la cultura. Los rubros no prioritarios para su importación con dólares preferenciales aprobados por la Comisión Nacional de Administración de Divisas (CADIVI) fueron, entre otros, libros, papel, equipos de computación y telecomunicaciones.
Además de la informalidad y deficiencias del plan “Universidad en casa”, llevarlo a cabo resulta inviable en el contexto de Emergencia Humanitaria Compleja que vive Venezuela. La educación virtual no es posible sin servicios públicos que funcionen, principalmente el eléctrico y de telecomunicaciones. Así mismo, profesores y estudiantes que no cuentan con equipos tecnológicos indispensables para la educación virtual quedan excluidos y terminan siendo discriminados. Una encuesta realizada por el Observatorio de Universidades (OBU) mostró que entre el 39% y 47% de los universitarios no cuentan con un computador portátil.
Aunque el Ministerio entregó tabletas electrónicas para profesores universitarios entre octubre y noviembre de 2020, este observatorio denunció que dicha entrega fue discriminatoria, ya que no incluyó a los docentes con dedicación a tiempo convencional. Los equipos entregados, marca Canaima, fueron diseñados para uso de estudiantes y su capacidad operativa no es apta para la instalación de programas esenciales para el desarrollo de contenidos de algunas asignaturas.
Miles de profesores, trabajadores administrativos, obreros y egresados de diferentes universidades del país, frente a esta gravedad de la situación se han pronunciado sobre la destrucción de las instituciones de educación superior -sobre todo de las universidades autónomas y democráticas- mientras reivindican la lucha por una universidad necesaria para el desarrollo nacional y el bienestar popular
De sus numerosas propuestas, que surgen de un extenso diagnóstico que revela la amplitud y gravedad del actual colapso universitario, destacan la exigencia de condiciones dignas de remuneración y trabajo ―para profesores, empleados y obreros― y de estudio para sus estudiantes; y la renovación democrática de las autoridades rectorales y decanales. Propuestas que requieren de la unidad de los gremios docentes, estudiantiles y de trabajadores, en un plan único de acción.
Las comunidades universitarias están llamadas a asumir las urgentes tareas que permitan conducir un esfuerzo nacional por la defensa de la educación universitaria. Para ello se hace imprescindible:
1.- La unidad de los gremios, docentes, estudiantiles y de trabajadores, en un plan único de acción.
2.- El debate libre y democrático -aunque sea por medios visuales- que avance en la integración de los diferentes puntos de vista y concilie visiones internas hasta ahora enfrentadas.
3.- Poner en marcha distintas iniciativas para visibilizar la crisis universitaria y sensibilizar al país sobre la urgencia de la lucha planteada.
4.- La sociedad venezolana necesita de su universidad y la universidad requiere integrarse plenamente con la aspiración de cambio que hoy predomina en la gran mayoría ciudadana.
La defensa de la universidad autónoma, democrática, científica, popular y de calidad, es un proceso necesario para salvar a la Patria. Esta convocatoria es necesaria e indispensable para sacar del estado de coma de la Universidad Magnifica
Imagen de marcela_net en Pixabay
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