Lapidario informe de la OCDE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, más conocida por sus siglas OCDE, nació hace ya varias décadas atrás como un club de los grandes países desarrollados, para efectos hacer estudios y propuestas en materia de políticas públicas bajo la óptica de la economía ortodoxa. Con el correr del tiempo se han ido incorporando algunos “países en desarrollo” que se supone que se portan bien y que comparten esos criterios en materia de políticas públicas que son propios de la OCDE. 

Hoy en día este organismo cuenta con 37 miembros, entre ellos tres latinoamericanos: Colombia, México y Chile. Para muchos países, el ser miembro de este club altamente selecto se convierte en una suerte de sello de calidad o de distinción, que los acredita como países serios, bien vistos y bien evaluados por los grandes de este mundo, y con los cuales comparten visiones y expectativas sobre la economía mundial.

En los días iniciales de febrero la OCDE hizo público un informe francamente lapidario sobre la economía y la sociedad chilena, que rompe con el tono generalmente indirecto y diplomático que suele usarse por parte de los altos círculos económicos y políticos del mundo contemporáneo. 

Las ideas, cultivadas por una gruesa parte de la sociedad chilena – no solo por el Presidente Piñera – en términos de que somos un oasis en el concierto de los países de la región, o que somos una casa bonita pero en un barrio malo, o que somos los tigres de América Latina y otras linduras por el estilo, se vienen violentamente abajo. Para los chilenos de a pie, el reciente informe de la OCDE no le dice nada nuevo, pues sienten y viven día a día, en carne propia, las limitaciones y problemas de la situación económica y social del país. Aun a riesgo de herir los sentimientos autocomplacientes de muchos compatriotas, reproducimos a continuación, textualmente y sin comentarios, las ideas que sobre Chile expresa el documento de la OCDE:

“La economía está en recesión”.

“El desempleo está en aumento”.

“La recuperación será gradual”.

“Muchos hogares son económicamente vulnerables”.

“El sistema de impuestos y transferencias apenas reduce la desigualdad”.

“La puntuación PISA en matemáticas, para el 25% de menos status económico, está por debajo de México y Argentina”. 

“El gasto público en educación es bajo”.

“La penetración de la banda ancha es baja”.

“Muchos chilenos carecen de conocimientos básicos.”

“La dotación de herramientas digitales está rezagada”.

“La desigualdad sigue siendo elevada.”.

 “Muchos sectores están dominados por pocos grupos empresariales”.