Lavarse justo después del coito, podría aumentar el riesgo de contagio de VIH

Tomado de: ELMUNDO.ES – No deja de ser una hipótesis, pero seguro que no deja indiferente a ningún científico relacionado con la investigación contra el sida. Según un estudio realizado en Uganda, parece que los hombres que lavan sus genitales justo después de haber mantenido una relación sexual no protegida, tienen más riesgo de sufrir un contagio de VIH.

La investigación, presentada en la última Conferencia Internacional sobre VIH realizada en Sydney, muestra que los hombres que se lavan, al menos 10 minutos después del coito, tienen menos probabilidad de sufrir una infección por el virus del sida que aquellos que lo hacen justo después.

Existen diferentes estrategias de prevención que han mostrado su eficacia, como el uso del preservativo o la circuncisión masculina. Sin embargo, en muchos países no se utilizan debidamente estos métodos, por lo que se están investigando otros cómo los microbicidas o el lavado de los genitales con
agua y jabón.

Algunos estudios habían afirmado que asearse, después de tener una relación sexual, se asocia con un menor riesgo de contagio en hombres circuncidados. En cambio, otros trabajos han evidenciado que esta práctica es contraproducente, cuando la realiza la mujer, ya que le genera un mayor riesgo de infección. El doctor Fredrick E. Makumbi y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio, financiado por el Instituto de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, con 2.552 varones no circuncidados en el distrito de Rakai, en Uganda. La edad de los participantes oscilaba entre los 15 y los 49 años y, al principio del trabajo, no presentaban infección por VIH.

Uno de los objetivos secundarios del estudio fue, valorar el aseo de los genitales como práctica preventiva frente al contagio del virus del sida. Así, los investigadores preguntaron a todos los hombres, si se habían lavado tras mantener relaciones sexuales con todas sus parejas, cuándo lo habían hecho y si habían limpiado también la ropa o sólo sus genitales. Sin embargo, como
apuntan los científicos, un fallo del trabajo fue que no se evaluó otro tipo de detalles, como el tipo de jabón que utilizaron (algunos de los productos que se usan en África son más irritantes) o cómo fue el aseo.

Tras analizar las respuestas se observó, que los varones que se lavaron en los tres minutos siguientes a la relación presentaron un riesgo de infección por el VIH del 2,3% frente al 0,4% de aquellos que, al menos, tardaron 10 o más minutos en asearse.

El doctor Ronald H. Gray, del Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health y coautor del estudio, explica en declaraciones al diario The New York Times, que el mensaje de la investigación es que hay que esperar un poco después del coito antes de lavarse. «No justo terminar y saltar de la cama», aclara.

La explicación a este hecho podría encontrarse, según explican los investigadores, a que el pH neutro del agua pueden contrarrestar el pH ácido de las secreciones vaginales, que podría debilitar la capacidad del VIH para sobrevivir en el pene.

A pesar de los resultados, los autores del estudio recomiendan realizar nuevas investigaciones, para valorar el efecto del agua y otros materiales de limpieza, sobre la supervivencia del VIH y la respuesta inmunológica ante secreciones vaginales, diluidas o no.

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