Caracas.- A juicio del ex–director del Banco Central de Venezuela (BCV), Domingo Felipe Maza Zavala, “la inflación es un fenómeno que ya no abandona a la economía venezolana”.
-No se justifica el hecho inexplicable de que una economía con controles de precios y de cambio, el índice de inflación para el cierre del año no va a bajar del 26 por ciento, en momentos en que lo que caracteriza al mundo es la deflación -caída de los precios- o la baja inflación, acotó.
También advirtió que “el año 2010 va a ser crucial para el país por múltiples motivos y no hay una perspectiva clara de crecimiento económico, ni de mejoramiento social”.
-Por ello, hay que ser muy optimistas con los precios del petróleo. Venezuela debería funcionar satisfactoriamente con un precio del crudo de 70 dólares, que quizá podría lograrse en el 2011. Sin embargo, sin una reorientación de la estrategia económica oficial en beneficio de la economía productiva, del empleo activo, del ingreso real de la mayoría y de un esfuerzo de inversión que renueve las fuentes de la potencialidad económica, cualquier precio del petróleo podría ser insuficiente, dijo.
-¿A qué se debe todo esto? Le preguntamos.
-Todo esto podría ser explicado por la coexistencia de dos crisis en la estructura económica venezolana: la que llegó a su clímax a fines del siglo pasado, precisamente, por el agotamiento del modelo petroexportador y de la política de sustitución de importaciones, en cuanto a bienes de consumo y, la más importante, inducida por el empeño del Presidente de la República de implantar un socialismo sui generis, que procede con la destrucción de fuerzas productivas y el abatimiento del estímulo para invertir, sin que para sustituirlos se desarrolle una economía alternativa de índole social, precisó.
Según Maza Zavala, “estos problemas son lugar común en la opinión pública y no se vislumbran medidas eficaces y consistentes para abrir camino a su solución. El régimen reconoce la persistencia de la inflación, la declinación de la producción de bienes esenciales, la pobreza real de grandes grupos de población, la crisis de la salud, de la vivienda y otras calamidades pero, no anuncia un plan viable para coordinar las acciones públicas y privadas para afrontarlos”.
Para concluir, sentencia tajantemente que “el endeudamiento no es la solución”. (Intopress)
Fuente: http://nuevaprensa.com.ve/content/view/30477/2/