Método de asignación de la OPSU desmerita el rendimiento académico

El domingo se realizó la prueba interna para carreras técnicas y científicas de la UCV

Comparan la medida de repartición de cupos del Min Educación Universitaria con el “Dakazo” de electrodomésticos

MARÍA EMILIA JORGE M. – Tener un promedio de 19,7 puntos no le valió de nada a Abranny Almao para conseguir que la Oficina de Planificación del Sector Universitario le asignara un cupo en la carrera de Medicina en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. En cambio, fue relegada a listas de espera en los puestos 1.190 en la UCLA, 1.841 en la Universidad de los Andes, y 5.350 en la Universidad de Carabobo, por debajo de personas con promedios de hasta 15 puntos.

“No hay universidades privadas que den la carrera de Medicina. Pensé que el promedio me iba a valer para entrar a la universidad y ahora resulta que no vale nada todo lo que estudié. Mi índice quedó en 74 y no sé por qué”, lamenta Abranny. La joven cree que el gobierno “alcahuetea” a algunos alumnos que no se esfuerzan tanto. “Si los que quedaron no son estudiosos no van a aguantar. En mi liceo hay gente que tiene materias pendientes y les mandan una tarea para la casa y con eso pasan”.

Abranny tiene 17 años de edad, estudia en el liceo Félix González Lameda y es la primera vez que aplica en el Sistema Nacional de Ingreso de la OPSU. No aplicó a una prueba interna en otras casas de estudio porque asumió que su promedio sería suficiente para quedarse en Barquisimeto, ciudad en la que vive.

La semana pasada la OPSU anunció la distribución de entre 70% y 100% de los cupos de las universidades nacionales a través del SNI, que desde 2008 toma en cuenta 4 variables para producir las asignaciones: 50% de peso se le da al índice académico entre 1º y 5º año de bachillerato; 30% se le otorga a las condiciones socioeconómicas; 15% a la territorialización; y 5% a actividades extracurriculares. Además de los 181.000 cupos que otorgaron, la Vicepresidencia de Planificación y Conocimiento indicó ayer que se extendió del 29 de mayo al 7 de junio el plazo para que quienes no fueron asignados a ninguna casa de estudios opten por una de las 79.245 plazas restantes.

Sin embargo, los rectores de las universidades autónomas nacionales estudian devolver la lista y exigir que se ciña al 30% que corresponde a la OPSU para las asignaciones. La Asociación Venezolana de Rectores Universitarios tuvo ayer una reunión extraordinaria para fijar posición sobre este tema. Al cierre de esta edición se desconocían los resultados.

A juicio de Amalio Belmonte, secretario de la Universidad Central de Venezuela, ese método es discriminatorio. “Si se imponen criterios como la condición socioeconómica, todo el mundo declarará que es pobre para entrar a la universidad. Pareciera que los estudiantes de liceos privados tuvieran que pagar una especie de culpa y que por eso el porcentaje de asignaciones para ellos será menor, aunque tengan buen rendimiento académico”.

Belmonte apuntó que la democratización de la educación no puede pasar por designar cupos universitarios a la fuerza. “El Gobierno ha sido poco consecuente con la educación media y básica, sobre todo en los sectores más pobres. Queremos tanto estudiantes como profesores con alto rendimiento”.

Desmeritar el rendimiento

Para Luis Bravo Jáuregui, director de la Memoria Educativa Venezolana el método de asignación de cupos de la OPSU estimula la adhesión ideológica al régimen por encima del mérito académico. “Ahora sacar buenas notas es el camino complicado para ingresar a la universidad”.

Bravo apunta que el Gobierno incorpora otros criterios que se vuelven más importantes que el rendimiento: “Alguien que puntúe bajo en el tema académico, pero que lo haga alto en cuanto a lo socioeconómico y la territorialidad, pues entra a la universidad igual”.

Además, compara la repartición de plazas en las casas de estudio autónomas con el “Dakazo”. “Una cosa muy estimada por la población es la educación autónoma, entonces el gobierno hace un 'yo sí reparto cupos' en las buenas universidades”. Señala como uno de los problemas neurálgicos el hecho de que la población no se interese por la oferta educativa de las universidades del gobierno, como la Bolivariana.

Profesores a paro

La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela anunció una marcha para el jueves 28 de mayo para exigir que se instale la mesa de negociación del contrato colectivo de los trabajadores universitarios. Partirán de Plaza Venezuela y llegarán a la esquina El Chorro, indicó Lourdes Ramírez, presidenta de la Fapuv. Si el viernes no han recibido respuesta de Min Educación Superior, el lunes 1º de junio irán a un paro nacional de universidades de 24 horas que incluirá a todos los gremios. 

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