La reducción de costos tiene que ser la prioridad principal en la crisis. Sin embargo, la clave está en reducir los costos de forma inteligente y flexible, de tal manera que se puedan minimizar las repercusiones negativas largo plazo.
Los principales aspectos que se deben entender, son:
1. Economizar e impulsar la productividad son responsabilidades de la gerencia. La gravedad de la crisis hace estas tareas aún más importante, y los recortes de costos necesarios superan significativamente las proporciones anteriores. Por lo que muchas compañías no podrán evitar la instrumentación de medidas radicales, como los despidos masivos y cierres de fábricas.
2. Tanto el alcance como la duración de la caída de ingresos son factores muy importantes para la introducción de las medidas de reducción de costos. Especialmente, la incertidumbre que rodea el tema es muy alta por lo que puede inducir a cometer errores graves.
3. Un punto trivial. Pero que siempre hay que mencionar y tener en cuenta, es que las curvas de alto costo (es decir, las de alto costo variable unitario) tienen ventaja en la crisis, mientras que las de altos costo fijos puede ser fatal. En otras palabras el efecto multiplicador de un costo fijo alto actúa despiadamente en epocas de crisis.
4. En lugar de tratar de hacer más eficiente la gestión de costos a traves de la reducción del costo laboral, es decir a través de despidos masivos, los empleadores deberían recurrir a otras formulas que incluyan o combinen con otros factores impulsores del costo en un modelo más flexible. Ese proceder permitirá efectuar un ahorro no solo socialmente más aceptable, sino también menos perjudicial a largo plazo.
5. Este tipo de enfoques flexibles de trabajo requieren que empleadores, empleados y sus sindicatos estén dispuestos a cooperar para bien de todos. Existen ejemplos de empresas medianas y algunas grandes que nos enseñan que la aceptación de soluciones creativas es cada vez mayor.
6. Las empresas deben tener cuidado de no recortar en los lugares equivocados. El método lineal -puede ser eficaz en lo que respecta a las implementacion del recorte, pero el riesgo de acabar con actividades valiosas es grande. Por tanto, los enfoques selectivos son superiores, incluso en la épocas de crisis.
7. Equilibrar los beneficios a corto plazo con los efectos a largo plazo seguirá siendo una tarea difícil.
8. En general, es desaconsejable recortar los gastos que tienen un efecto rápido y cuantificable de los beneficios.
La reducción de costos es la herramienta más común para hacer frente a la crisis, sobre todo porque está bajo el control de las empresas – a diferencia de las medidas de control de mercado, en las que los clientes también tienen algo que decir. Sin embargo, incluso en el lado de los costos, este no es completo. Los recortes siempre afectan a las personas, ya sean empleados o proveedores. Por eso es importante no ir demasiado lejos, de lo contrario las reacciones en el otro lado podrían ser desastrosas.