Rogoff: los gobiernos deben regular inmediatamente el mercado de las criptomonedass antes que sea tarde.

Por su parte, la senadora estadounidense Elizabeth Warren también ha pedido este miércoles a los legisladores estadounidenses que aborden directamente los problemas presentados por el creciente uso de las criptomonedas.

Cada semana que pasa el bitcoin se ve obligado a encajar una serie de golpes que llegan desde bancos centrales, instituciones financieras o economistas. Esta semana han sido el turno para Kenneth Rogoff, profesor de Economía en la Universidad de Harvard y antiguo economista jefe del Fondo Monetario Internacional y la senadora americana Elizabeth Warren. Ambos piden a los gobiernos que se regule de manera inmediata este mercado antes de que sea tarde. Además, Rogoff ha asegurado que el bitcoin está muy ligado a actividades ilegales, que es un activo sin valor intrínseco y que su elevado precio es una burbuja producto de los bajos tipos de interés y de la búsqueda ansiosa de los inversores por lograr rentabilidad en los mercados.

En una columna publicada en Proyect Syndicate, Rogoff explica que las criptomonedas son una herramienta que facilita el fraude fiscal o la ciberdelincuencia, como se ha podido demostrar recientemente con el hackeo del oleoducto de Colonial en EEUU.

«Estos incidentes ponen de manifiesto algo que algunos venimos advirtiendo hace tiempo: las criptomonedas, dotadas de anonimato y dificultad para rastrear las transacciones, ofrecen a la evasión fiscal, el delito y el terrorismo posibilidades que hacen que por comparación los billetes bancarios de alta denominación parezcan inocuos. Aunque importantes defensores de las criptomonedas tienen conexiones políticas y han democratizado su base de apoyo, las autoridades no pueden quedarse de brazos cruzados para siempre», asegura el economista americano.

Por su parte, la senadora estadounidense Elizabeth Warren ha pedido este miércoles a los legisladores estadounidenses que aborden directamente los problemas presentados por el creciente uso de las criptomonedas, a la vez que aseguraba que la moneda digital (futuro dólar digital CBDC) respaldada por la Reserva Federal es muy prometedora.

Volviendo al bitcoin, Rogoff cree que antes o después los gobiernos legislarán para poner coto a las criptomonedas, puesto que no tiene sentido que por un lado se esté intentando controlar los movimientos de los billetes de alta denominación y por otro se dé libertad y anonimato a unos activos que están a la orden del día en la dark web. La regulación puede ser el final para los precios disparatados que están alcanzando el bitcoin y otras cripto, que en pocos años han pasado de céntimos a alcanzar los 64.000 dólares por unidad.

Tipos de interés cero y el bitcoin

Rogoff explica este sinsentido de una forma sencilla: «Si la llegada de una regulación mucho más estricta para las criptotransacciones es inevitable, ¿cómo se explica el alza de las criptomonedas en general, y la del bitcoin en particular (dejando a un lado las noticias diarias sobre su volatilidad)? Una parte de la respuesta nos la enseña la teoría económica: con tipos de interés cero, pueden formarse enormes burbujas sostenidas en mercados de activos que no tienen valor intrínseco. Además, algunos criptoinversores sostienen que el sector ha crecido tanto y atrajo a tantos inversores institucionales que los políticos jamás se atreverán a regularlo».

Antes de que sea tarde

Esa esperanza de que los reguladores no se atrevan a meter mano a un mercado que podría ser ya demasiado grandes es otro de los propulsores del precio del bitcoin y otras divisas. No obstante, Rogoff quiere dejar claro que la tecnología que subyace al bitcoin (blockchain) es muy útil y ha llegado para quedarse, pero apostar a una criptodovisa habiendo un mercado tan grande de estos activos no tiene demasiado sentido. Aunque muchas de ellas tengan su hueco, los precios actuales no son racionales.

«Por supuesto, siempre habrá un mercado para las criptomonedas en países en guerra o estados parias (aunque sus cotizaciones serían muy inferiores si no fuera posible lavar las tenencias de criptomonedas para ingresarlas en países ricos). Y puede que haya tecnologías para eliminar el anonimato y con él la principal objeción a las criptomonedas, pero es de suponer que eso también debilitaría su principal atractivo», sostiene el economista americano.

«Por desgracia para quienes invirtieron todos sus ahorros en criptomonedas, los cada vez más frecuentes ataques de ransomware contra empresas y personas pueden terminar siendo el punto de inflexión que decida a las autoridades a ponerse firmes e intervenir de una buena vez. Conocemos muchos dueños de pequeñas empresas en dificultades que han sido diezmadas por estas extorsiones. Puede que los gobiernos ya tengan herramientas ocultas para rastrear las criptomonedas, pero, aun así, están corriendo una carrera armamentística contra unas personas que han encontrado la forma ideal para logar un pago por sus delitos. Las autoridades tienen que despertar antes de que sea demasiado tarde».

Con información de elEconomista.es 10/06/2021