¿Se viene una Ola Inflacionaria?

ANDRÉS OPPENHEIMER – (El Nuevo Herald) – Una vieja maldición latinoamericana que había sido exitosamente extirpada en los últimos años –la inflación desbocada– esta retornando a varios países de la región, y pronto podría traducirse en mas pobreza, y más inestabilidad política.

Antes de abocarnos a dilucidar si se trata de un fenómeno aislado –limitado a los gobiernos autoproclamados «revolucionarios» como el de Venezuela o populistas como el de Argentina– o si existe el riesgo de contagio al resto de la región, examinemos los hechos.

Casi todos los países de la región han adoptado eficientes medidas antiinflacionarias en los últimos diez años. En casi todos los casos han acumulado en sus bancos centrales enormes reservas extranjeras y han resistido la tentación histórica de imprimir dinero para aumentar salarios. Sin embargo, las últimas cifras de las instituciones financieras internacionales son alarmantes. No sólo hay presiones inflacionarias externas que están haciendo subir los precios internos por el alza internacional de los precios del petróleo y la comida, sino que algunos países de la región están empezando a mentir sobre sus niveles reales de inflación, o a volver a gastar más de lo que ganan.

«La inflación es el mayor desafío que enfrenta América Latina en este momento», me dijo en una entrevista telefónica Anoop Singh, el jefe del departamento para Latinoamérica del Fondo Monetario Internacional. «Latinoamérica tiene una historia de períodos de alta inflación y ese es un motivo para ser especialmente cautelosos ahora».

Según el FMI, la inflación de la región pasó del 5 por ciento en el 2006 al 6.3 por ciento en el 2007 y se proyecta que alcanzará un 8.1 por ciento en el 2008. La inflación alcanzará el 29 por ciento este año en Venezuela, el 16 por ciento en Bolivia, el 9.5 por ciento en Nicaragua y el 9 por ciento en Argentina, según las cifras del FMI. El problema es que estas cifras se basan en los datos oficiales de los países, que en muchos casos son altamente sospechosos.

Si usted le pregunta a cualquier argentino sobre el índice oficial según el cual la inflación anual es del 9 por ciento, probablemente le responderá con una carcajada. La oficina gubernamental de estadísticas de Argentina, el INDEC, ha cambiado la metodología para calcular la inflación, reduciendo el número de bienes y servicios incluidos en la canasta básica de casi 900 a alrededor de 400, con tendencia a incluir los productos y servicios que han sufrido los menores aumentos de precio.

Casi todos los economistas independientes coinciden en que la tasa de inflación será más cercana al 25 por ciento este año. (Para ser justos, el reciente informe World Economic Outlook del FMI incluía un pequeño pie de página en su proyección inflacionaria sobre Argentina, señalando que «en Argentina casi todos los analistas del sector privado creen que la inflación real es considerablemente mayor que la reflejada en los datos oficiales»).

En Venezuela, las proyecciones gubernamentales de inflación para el 2008 reflejadas por las instituciones financieras internacionales también parecen exageradamente optimistas. Según cifras gubernamentales publicadas por The Associated Press el miércoles, el precio de los alimentos aumentó en Venezuela un 19.3 por ciento durante los primeros seis meses de este año, mientras que los costos de salud y de transporte aumentaron 17 por ciento respectivamente durante el mismo período.

Singh, del FMI, dice que uno de los mayores peligros de los que los países deberían cuidarse son los aumentos masivos de salarios. «No queremos entrar en una espiral en que el aumento de precios lleve a aumentos de salarios y los aumentos de salarios aumenten la inflación», señaló, agregando que la mayoría de los países están evitando entrar en esa trampa.

¿Veremos la inflación de dos dígitos que se está dando en algunos países extenderse al resto de la región? Singh, y varios economistas independientes con quienes hablé esta semana me dijeron que lo más probable es que no ocurra. Brasil, México, Chile, Colombia, Perú y otros países han aprendido las lecciones del pasado y están tomando medidas –como elevar las tasas de interés y poner un techo al gasto publico– para mantener controlada la inflación. «No veo un peligro de contagio regional», dice Ricardo López Murphy, ex-ministro de economía argentino y reciente candidato presidencial opositor. «Lo que tenemos ahora es algunos regímenes que mienten sobre sus estadísticas. Pero no veo el mismo problema en Brasil, México, Colombia, Perú o Uruguay».

MI OPINIÓN: Estoy de acuerdo. Sin embargo, el crecimiento económico de América Latina disminuirá este año –el banco de inversión Goldman Sachs calcula que el crecimiento regional bajará del 4.6 por ciento de este año a 3.7 por ciento el año próximo– y más países sentirán la tentación de manipular sus cifras inflacionarias o empezar a emitir dinero, especialmente en períodos electorales.

No habrá un contagio masivo, pero no me sorprendería que aumente la lista de países con inflación de dos dígitos. Lamentablemente, es una película que ya hemos visto muchas veces.

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Página Web:http://www.elnuevoherald.com/172/story/249007.html

Publicado el jueves 24 de julio del 2008

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