El riesgo financiero es inherente al ámbito de la inversión; es más, podemos asociarlo como la probabilidad de que una inversión genere perdidas de dinero, o crezca a un ritmo más lento del que se espera. Para reducirlo por cuenta propia, deberás aprender a manejar tu cartera de inversiones. A continuación, te presentamos algunas de éstas sin pretender que sean las únicas.
1. Desarrolla un plan de inversión a largo plazo para evitar tomar decisiones precipitadas y arriesgadas.
2. Diversifica tus inversiones; Invierte en distintos tipos de activos y sectores para reducir el riesgo y tener una cartera equilibrada y variada.
3. Infórmate sobre los productos de inversión. Antes de invertir, es necesario y conveniente informarse sobre los productos de inversión disponibles para seleccionar el más adecuado a sus necesidades y perfil de riesgo.
4. Aprovecha los instrumentos financieros disponibles; Utiliza herramientas como los fondos de inversión, planes de pensiones o ETFs ) (fondo de inversión cotizado que se negocian en mercados de valores secundarios) para invertir de manera más eficiente y diversificar tu cartera.
5. Se constante y disciplinado; Las inversiones a largo plazo requieren constancia, disciplina y paciencia. Es importante mantener una estrategia constante y no dejarse llevar por las fluctuaciones del mercado.
6. Evite las inversiones de alto riesgo. Evite invertir en productos de alto riesgo que puedan afectar negativamente tu cartera y aumentar tus perdidas.
7. Busca asesoramiento financiero: Si no te sientes seguro o no tienes experiencia en inversiones, busca asesoramiento financiero profesional para obtener recomendaciones personalizadas y tomar mejores decisiones.
Imagen de Oleksandr Pidvalnyi en Pixabay
