Venezuela dio el día 24 de Mayo un importante paso adelante en su camino de integrarse plenamente al Mercosur. En la reunión sostenida en Buenos Aires los representantes de los cuatro países integrantes de este bloque subregional, reunidos con los representantes de Venezuela, dieron su visto bueno al Protocolo que fija los términos de esa incorporación plena. Ahora, ese Protocolo debe ser ratificado y firmado por los Presidentes de todos los países participantes o por sus Ministros de Relaciones Exteriores – cuestión que se supone tendrá lugar en el mes de julio, cuando se reúnan todos los Presidentes en una cita ya pautada – y debe posteriormente ser ratificado por los respectivos parlamentos, para que pase a tener toda la fuerza legal y la plena validez que estos tratados internacionales exigen. En esa reunión de julio Venezuela no sólo debe depositar su adhesión formal al protocolo recién acordado, sino que debe adherir al Tratado de Asunción, que dio origen al Mercosur, y debe también suscribir el Protocolo de Ouro Preto, que estableció la estructura institucional del Mercosur, el Protocolo de Olivos, que establece todo lo relativo a solución de controversias, y el Protocolo de Ushuaia, que establece el carácter democrático de los países miembros como condición ineludible para formar parte del Mercosur.
Independientemente de las cuestiones de tipo legal y protocolar que todavía quedan por delante, hay algunas cuestiones de carácter propiamente económico o comercial que ya se van despejando en el horizonte. Así por ejemplo, Venezuela tendrá cuatro años, a partir del momento en que entre en vigencia el protocolo de ingreso, para poner en práctica el arancel externo común, es decir, el arancel que hoy en día impera, aún con una serie de excepciones, en el seno del Mercosur para las mercancías provenientes de fuera del área. Para ello Venezuela deberá, en la mayoría de los casos, elevar su arancel actualmente vigente, con lo cual se incrementará su grado de protección con respecto a las mercancías provenientes de países no miembros del Mercosur, al mismo tiempo que reduce sus aranceles y su protección con respecto a las mercancías provenientes de todos y cada uno de los países integrantes de este bloque subregional.
En lo que respecta al proceso de liberalización comercial que establece en el protocolo reciente que Argentina y Brasil abrirán plenamente sus mercados internos a los productos provenientes de Venezuela a partir del año 2010, sin perjuicio de una serie de productos que se liberarán de inmediato. En reciprocidad Venezuela abrirá su mercado plenamente a los productos provenientes de Argentina y de Brasil a partir de 2012, es decir, Venezuela llevará adelante una desgravación más lenta que sus nuevos socios comerciales. Tanto en un sentido y en otro, en todo caso, se mantendrán aranceles durante períodos adicionales para los productos llamados ”sensibles”, básicamente de carácter agrícola, en relación a los cuales los plazos se ampliarán hasta 2014.
Con Paraguay y Uruguay el tratamiento es ligeramente diferente: las mercancías de estos países entrarán con cero arancel a Venezuela a partir del 2012, al igual que las mercancías argentinas y brasileñas, pero Paraguay y Uruguay sólo abrirán plenamente su mercado a los productos venezolanos a partir del 2013.