Muchas personas realizan su trabajo de manera en que les importa más el tiempo que pasan en él que lo que logran. Es decir, pueden estar 5 de las 8 horas en su trabajo perdiendo el tiempo porque no están comprometidos con los resultados, sino que se podría decir que actúan por inercia. Esto pasa -la mayoría de las veces- porque no se encuentran satisfechos con sus trabajos, si estás pasando por algo así, según Gananci, es mejor que renuncies a que te mantengas estancado.
Por otro lado, hay personas que disfrutan siendo útiles y siempre están buscando superarse a sí mismos en las diferentes áreas que conforman sus vidas. Estas personas no le temen a los cambios porque son capaces de encontrar el aprendizaje en cada una de las experiencias que les ha tocado vivir.
Para este tipo de personas es que están escritos los siguientes tips y recomendaciones de hábitos que les harán ser más productivos y poder explotar su potencial al máximo en su oficina o cualquiera que sea su lugar de trabajo.
-Planifica tu día: si tienes una agenda y en ella colocas las actividades que debes realizar organizadamente -estableciendo prioridades-, será menos probable que se te escapen las cosas que debes hacer y puedas cumplir con cada una de ellas en el tiempo establecido. También cuando tienes un listado de cosas por hacer tendrás más claras tus responsabilidades y evitarás la procrastinación.
-No te quedes horas extra: si tienes estipulado que tu horario es de 8, 10 o la cantidad de horas que sea, planifica tus actividades para que puedas realizarlas dentro de ese marco de tiempo. Si no tienes un horario establecido lo más probable es que te tardes más en cada una de las actividades porque en realidad no tienes un orden que cumplir.
Las personas que se quedan después de su jornada laboral en su trabajo no son aquellas que están más comprometidas, son las que no tienen una planificación adecuada o la cantidad de trabajo es superior para su carga horaria, lo cual no es sano. Lo ideal es que haya tiempo para todo, si una persona no tiene un equilibrio en los otros aspectos de su vida, en lo profesional tampoco va a desenvolverse de manera óptima.
-No descuides tus necesidades fisiológicas: para lograr desarrollar tu máximo potencial de productividad en tu trabajo un error garrafal es el hecho de no prestarle atención a tus necesidades más básicas. Comer, dormir e ir al baño son cosas que no pueden ser pospuestas o ignoradas a causa del trabajo.
De hecho, el bienestar físico es fundamental para un buen desenvolvimiento profesional. Por eso también es importante que te ejercites aunque sea 30 minutos al día para que tu cuerpo se mantenga saludable y no sufras de calambres, hormigueos, etc.
-Evita las distracciones: para muchas personas esto es bastante complicado porque su mente suele dispersarse al más mínimo estímulo. Para evitarlo, puedes establecer pequeños recesos para descansar la mente. Estos recesos pueden ser de 5 o 10 minutos y tomarlos al finalizar 2 o 3 tareas.
Si lo haces, podrás mantenerte concentrado durante el tiempo que requiera la actividad porque sabes que en tu receso tienes un poco de tiempo libre. Para ayudarte en este punto, silencia las notificaciones personales y enfócate en cada una de las actividades. Hacer una sola cosa a la vez hará que salga bien y que termines más rápido cada una.
-No pases mucho tiempo en una sola posición: esto aparte de atrofiar tus músculos provoca dolores que quizá en el momento no los sientas, pero tarde o temprano te pasará factura. Cuando tomes tus recesos camina un poco por la oficina o si tienes la oportunidad, sal a tomar aire fresco.
Si logras que estas acciones se vuelvan hábitos en tu vida diaria, verás cómo tu productividad aumentará, sin desmejorar tu calidad de vida. Y si crees que tu actual trabajo no permite que te desarrolles como te gustaría, mira estas ideas para emprendedores jóvenesi en las que no deberás invertir nada de dinero.