Alex Fernández Muerza – Los aerogeneradores más usuales, similares a los molinos de viento tradicionales, mueven sus aspas con respecto a un eje horizontal. Pero no son los únicos: las turbinas eólicas de eje vertical son una alternativa menos conocida llamada a hacerse un hueco entre los consumidores. Similares a una batidora de huevos o al diseño helicoidal del ADN, son idóneas para aprovechar la energía eólica en los tejados de casas, edificios públicos o zonas industriales. Diversas empresas han diseñado innovadores modelos para cubrir parte de las necesidades energéticas de sus usuarios. No obstante, si bien son cada vez más competitivos, todavía son algo caros para la poca potencia que producen.
Ventajas y desafíos de las turbinas eólicas de eje vertical
Los defensores de los aerogeneradores de eje vertical señalan diversas ventajas de estos modelos, que las hacen, en teoría, asequibles a los consumidores:
· No necesitan grandes inversiones porque sus dimensiones pueden ser pequeñas y no exigen una torre potente o equipamientos más complejos como los de eje horizontal. Su instalación y mantenimiento es sencillo, y se pueden ubicar en cualquier lugar, tanto en el suelo como en un tejado o azotea.
· Aprovechan mejor los vientos turbulentos y de baja altura, así como las irregularidades del terreno, que incrementan la velocidad del viento. Los edificios lo redireccionan hacia arriba y pueden llegar a doblar su velocidad, que la turbina aprovecha.
· Funcionan de manera silenciosa, algo indispensable en lugares habitados, tanto urbanos como rurales. A diferencia de los de eje horizontal, se ponen en marcha con pequeñas velocidades del viento y son más resistentes a las ventoleras fuertes.
· Su impacto ambiental es menor: las aves pueden evitarlos con más facilidad y no necesitan estar en espacios naturales para aprovechar la energía eólica.
· Su alineación vertical recibe al viento desde cualquier dirección y, por tanto, no requieren ningún sistema de alineamiento del aerogenerador, como los de eje horizontal. Esta virtud es muy útil en lugares donde el viento cambia de forma rápida.
Los responsables de estas turbinas eólicas aseguran que estos modelos son cada vez más competitivos, pero su precio todavía es caro, si se tiene en cuenta la escasa potencia que pueden producir. Este hecho se debe a varios factores:
· Al estar cerca del suelo, la velocidad del viento es baja y supone una menor potencia. Además, su eficiencia es reducida (un 50% menor en la mayoría de los modelos, con respecto a los de eje horizontal).
· En algunos casos requieren un sistema de arranque conectado a la red y cables tensores y estructuras de refuerzo para estabilizar el aerogenerador. Además, si no se diseña de forma adecuada, su desmontaje puede resultar complicado.
· La actual normativa favorece el desarrollo de grandes instalaciones de aerogeneradores, mientras que la mini eólica, en la que se hallan estas turbinas de eje vertical, se mantiene relegada. Este hecho también frena su desarrollo tecnológico, ya que las empresas y los centros de investigación no cuentan con los suficientes alicientes.
Cómo conseguir una turbina de eje vertical
El primer paso para seleccionar un aerogenerador de eje vertical consiste en conocer las diferentes posibilidades. Estas turbinas han evolucionado bastante desde su invención, hace unos 90 años, y en la actualidad, diversas empresas cuentan con varios diseños, algunos de ellos muy innovadores.
La compañía Turby comercializa un modelo de tres aletas helicoidales con mástiles de diferentes alturas. La empresa está presente en España (Turby Ibérica) y ha desarrollado varios proyectos en la torre Sacyr de Madrid, en el puerto deportivo de Barcelona o en el barco Sirius de Greenpeace. En su web, detalla un presupuesto tipo para un modelo de 5 kW por unos 30.000 euros, pero es personalizable.
En Internet, algunos distribuidores de equipos de energía renovable ofrecen la posibilidad de comprar e instalar algunos modelos para uso doméstico que se mueven entre los 0,3 kW y los 4 kW, con precios entre 4.000 euros y 37.000 euros. En cualquier caso, siempre es recomendable consultar antes a un distribuidor autorizado de este tipo de equipos, o bien a expertos de organizaciones del sector, como la Asociación Empresarial Eólica (AEE) o la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). Otra opción informativa son las instituciones especializadas en energía, tanto estatales, como el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), como las propias de cada comunidad autónoma o ayuntamiento.
La empresa Windspire (conocida en sus orígenes como Mariah Power) destaca por un original diseño de turbina idóneo para edificios ecológicos, colegios, parques y museos, entre otros espacios. Sus responsables aseguran que es sencillo de instalar, silencioso y cubre hasta el 25% de las necesidades energéticas de una casa media. Su coste es de unos 3.000 euros.
Los responsables de Wind Harvest International han creado un prototipo para sacar más rendimiento a los grandes parques eólicos convencionales. Su idea es ubicar su modelo de turbina de eje vertical en grupos de tres o más junto con los grandes aerogeneradores de eje horizontal para aprovechar los vórtices de viento (una especie de turbulencias) y doblar la producción total. Sus impulsores pretenden lanzar varias versiones de potencias entre 25 y 75 kilovatios (kW) durante 2011 en Reino Unido e Italia, países que apoyan el desarrollo de la mini eólica.
En Cantabria, la empresa Indesmedia ha creado un prototipo de 5 kW diseñado para su instalación en edificios, que se ha probado en el Parque Empresarial Besaya de esta comunidad autónoma.
Otra posibilidad es construirse uno mismo un modelo casero de aerogenerador de eje vertical. El grupo Green Power Science recopila en su canal de Youtube diversos videos para fabricar toda clase de aparatos para lograr energía ecológica en casa. Como parte de esta colección, han grabado una serie de tres vídeos en los que explican cómo hacer una de estas turbinas de eje vertical.
Modelos de aerogeneradores de eje vertical
Las turbinas eólicas de eje vertical se dividen en dos grandes modelos. Por un lado, las turbinas Savonius, inventadas en 1922 por el ingeniero finlandés Sigurd J. Savonius, destacan por su sencillez. Su construcción e instalación es fácil, funcionan con poco viento, no son muy caras y su mantenimiento es mínimo. El principal punto débil es su baja eficiencia.
Por otro lado, las turbinas Darrieus, patentadas en 1931 por el ingeniero francés Georges Darrieus, tienen un peculiar diseño por el que también se las conoce como «batidoras de huevo». A diferencia de las Savonius, que se mueven por si solas, requieren en general alguna fuente de energía externa para que comiencen a rotar. No obstante, su rendimiento es mayor y, por ello, han tenido más éxito. Las turbinas Giromill, un subtipo de las Darrieus, se diferencian de éstas en que sus palas son rectas.
Fuente: http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/energia_y_ciencia/2010/04/12/192337.php?page=2