Un total de 7 mil 337 unidades habitacionales se construyen actualmente en Valencia, Naguanagua y San Diego, grupo de municipios conocidos como “La Gran Valencia”. Esta considerable suma de inversión inmobiliaria contempla sólo los proyectos de constructoras privadas, sin embargo, es la cifra más elevada que se ha registrado en la historia de la construcción en estos tres municipios.
Así lo explicó el vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Alberto Manosalva en el foro “Visión y Macrotendencias Inmobiliarias 2006, oportunidad donde indicó que la estadística es parte de un estudio semestral que viene realizando la Cámara Inmobiliaria de Carabobo desde el 2004, y a través del cual monitorean todo el mercado, específicamente lo que compete a proyectos en pre-venta, específicamente ubicados en Valencia, San Diego y Naguanagua.
“Los resultados que se manejan hasta diciembre del 2005, indican que actualmente se están construyendo 124 proyectos en los tres municipios”, dijo, destacando que ésta es la cifra histórica más elevada en la historia de las tres jurisdicciones.
Manosalva comentó que la que le cifra siguiente corresponde al primer semestre del mismo año 2005, con 98 proyectos habitacionales.
“Esto nos dice lo dinámico y activo que está la oferta del mercado inmobiliario”, apuntó, tras detallar que los 124 proyectos contabilizados, están conformados por 7 mil 337 unidades habitacionales, ya sean casas o apartamentos, algunos sin iniciar y otros que ya están por culminar.
“De este universo, que nos parece una cifra muy elevada, nos conseguimos con que solamente está disponible un 37%, poco más de dos mil unidades habitacionales”.
“La conclusión principal al analizar estas cifras es que ciertamente la oferta está elevada, pero la demanda está absorbiendo todo lo que se está introduciendo en el mercado”, comentó.
Este incremento en la oferta del sector inmobiliario lo adjudica Manosalva a que el año 2005 fue un año atípico, “donde se crearon excelente expectativas económicas para el 2006, por el alto precio del petróleo, un presupuesto bastante elevado y un período electoral, lo que obliga al Gobierno a invertir grandes cantidades de dinero para mover la economía y que la gente sienta que hay bienestar económico, aunado a un control de cambio que deja al sector inmobiliario como una de la pocas alternativas de inversión”.
A su juicio, esto lo percibieron los promotores, por lo que desempolvaron y crearon nuevos proyectos.
No obstante, Alberto Manosalva estima que para este año 2006 la cantidad de proyectos que se insertaron durante el 2005 va a disminuir, debido a la incertidumbre de los promotores ante las elecciones, sin embargo, la demanda va a continuar.