La economía española se ha basado en el último decenio en la conocida “dieta mediterránea”, (cuyos ingredientes principales eran el “boom” urbanístico, la exportación, el turismo y el consumo interno), fórmula que creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado pero vacíos de contenido culinario y con fecha de caducidad impresa (2008), debido al estallido de la burbuja inmobiliaria y el hundimiento del castillo de naipes de la economía española, pero a lo largo del 2015, la economía española ofrece signos de un cambio de tendencia (el llamado milagro Rajoy), amanecer económico pintado con los trazos rosáceos de las vísperas electorales pero teñido de los siguientes claroscuros:
La Gran Banca, Cuarta Rama del Poder
Según la agencia EFE, la gran Banca española (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell) obtuvo en el primer trimestre del 2015 un beneficio neto de € 4.138 millones (un 67,5 % más que en el mismo período del 2014) mientras se reducían drásticamente los presupuestos para obras sociales, (un 60% menos desde el 2008). Además, según una encuesta del Grupo ICSA y EADA Business School, el sueldo de los directivos subió un 7% en el 2013 mientras que el de los empleados habría caído un 0,5%, lo que repercute en un descenso de los ingresos de la renta de los hogares de un 0.8%. En consecuencia, la gran Banca (verdadero mini-estado dentro del Estado), se habría transmutado en parásito hematófago (chinche doméstico), organismos chupópteros que no viven permanentemente sobre su hospedador o víctima sino que sólo se acercan a él para alimentarse y tras succionar hasta la última gota de sangre los abandonan exangües y desahuciados (según el FROB, cerca de 167.000 afectados por la venta irregular de preferentes de Bankia, NCG Banco o Catalunya Banc no podrán recuperar ni tan siquiera un pequeño porcentaje de su inversión al tiempo que se producirían 220 desahucios diarios y del parque de viviendas viviendas vacías que podrían destinarse al alquiler social, un mínimo de 600.000 serían propiedad de entidades financieras o del Banco malo según un informe de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca).
Agudización de la fractura social
Según el índice de Gini (indicador utilizado para medir si la distribución de ingresos o de gastos entre individuos u hogares de una economía se aleja o acerca a una distribución perfectamente equitativa), España sería el segundo país más desigual de la UE, sólo superado por Letonia. Así, la cruda realidad nos recuerda que el número de hogares con todos sus miembros en paro se ha elevado hasta niveles insoportables y cada vez son más los parados de larga duración que pierden todo tipo de subsidio, pues aunque el Gobierno del PP ha prorrogado la ayuda del Plan Prepara debido a la presión social, incluirá modificaciones sustanciales que limitarán el acceso de los parados a dichas ayudas en función de su colchón familiar. Así, la renta de todo el núcleo familiar (padres inclusive), servirá para determinar si se tiene derecho a recibir una ayuda que sube a € 450 para los parados de larga duración que tengan al menos tres familiares a su cargo, estableciéndose el listón en los 481 euros mensuales por cada miembro de la unidad familiar y quedando descartado todo solicitante que sobrepase dicha cifra.
Por otra parte, según el Consejo Económico y Social, 422.600 hogares vivían gracias a la pensión de los abuelos con ingresos medios de € 840 y que a pesar de su exigüidad, constituía hasta hoy el último salvavidas de los restos del naufragio económico español , pero teniendo en cuenta que se ha establecido por Ley un mínimo incremento de las pensiones de un 0,25 %, el colchón familiar verá reducido su grosor y se elevará el riesgo de pobreza y fractura social. Así, según el último informe de Intermon Oxfam sobre “Crisis, desigualdad y pobreza”, se advierte que de continuar los recortes sociales, la pobreza en España podría llegar a afectar al 40% de la población en el horizonte de la próxima década. En la actualidad, según dicha ONG, la tasa de pobreza se situaría en el 27% de la población y afectaría ya a casi 13 millones de personas) y según Cáritas tres millones de personas vivirían ya en situación de "pobreza severa" (menos de 307 euros al mes) mientras el número de millonarios en España habría aumentado un 13% en el último año según datos de Eurostat, con lo que se está agudizando de forma vertiginosa una fractura social de resultados impredecibles.
Así, las grandes fortunas invertirían su dinero en las llamadas SICAV, con un patrimonio que rondaría en el 2014 los € 33.000 millones, 450.000 accionistas y una rentabilidad media del 8,1%. Según explica Ricardo Sánchez-Seco Tomás en invertia.com, una Sicav sería “un sofisticado producto de ingeniería financiera, híbrido de sociedad anónima y fondo de inversión que exige un capital mínimo de 2,4 millones de euros y 100 partícipes o accionistas, con la particularidad de que tributa al 1% en el Impuesto de Sociedades en lugar de al 30% siempre que el capital permanezca en la SICAV. La ventaja frente a los fondos de inversión radica en las reducciones de capital, ya que los dueños de la SICAV pueden sacar dinero sin tributar hasta que no supere la cantidad inicialmente invertida”, de lo que se deduce que se trataría de un instrumento para evitar la fuga de capitales pues en el supuesto de que se les exigiera más impuestos a las SICAVS se irán a otros países donde sea más fácil obtener más rentabilidad, trasladando su patrimonio a una sociedad europea bajo legislación menos restrictiva.
Desempleo endémico
A pesar del milagro Rajoy, el Centro de Predicción Económica (CEPREDE) prevé en su último informe que la tasa de paro se mantendrá por encima del 20% hasta el 2018, por lo que el FMI receta “un drástico recorte de los salarios nominales (brutos) del 10% y una rebaja de las cotizaciones sociales en 1,75 puntos para crear 1,2 millones de empleos en los tres próximos años”, lo que contribuirá a la generalización de la precariedad laboral, (según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el trabajo precario en España alcanzaría ya la friolera de 5 millones de personas),a la desaparición del mito del puesto de trabajo vitalicio (según los datos de la EPA, tendríamos ya una escalofriante tasa del 90% de contratación parcial ) y a la pérdida del poder adquisitivo (-0,2 en el 2014 según el INE). Además, el Instituto Nacional de Estadística (INE) prevé que el país pierda un millón de habitantes en la próxima década, una tendencia que va a empeorar a medida que la generación del baby-boom comience a fallecer, dibujándose un escenario insostenible para el 2021 en que la "tasa de dependencia" según el INE, crecerá en un 57% , lo que supone que habrá seis personas inactivas ya sea jubilados , parados o estudiantes por cada persona activa lo que podría conllevar el colapso de la Seguridad Social en el horizonte del 2021, por lo que la OCDE recomendó "retrasar la edad de jubilación más allá de los 67 años e incentivar las pensiones privadas, incluso con carácter obligatorio, porque prevé que en el futuro se reducirán los beneficios de los sistemas públicos".
Déficit de Inteligencia
En el último decenio, España habría sido pionera en los campos de energía renovable (fotovoltaica, biomasa y eólica), medicina, nanotecnología, telecomunicaciones, biofarmacéutica, biotecnología, oceanografía, ecoindustria, infraestructuras públicas, construcción naval, automotriz, máquina herramienta, sector turístico y sector financiero (según el ranking publicado por la revista Scientific American, en el 2009 España ocuparía el décimo puesto mundial tanto en publicaciones científicas como en gasto total en I+D+I,ocupando además el número nueve en cantidad de doctorados). Sin embargo, desde el 2009 los recortes en I+D+I ascienden al 40% con una inversión del 1,33% del PIB y cada vez más lejos del 2% de media de la UE ,lo que tendrá como efectos colaterales la drástica reducción de becas para investigadores y la asfixia por inanición económica de múltiples proyectos científicos y tecnológicos. Así, la inversión en I+D en las Universidades Públicas (de donde salen dos tercios de las investigaciones científicas) vio recortado su presupuesto en el 2013 en un 80% y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (organismo con 130 sedes y más de 13.000 trabajadores, entre investigadores y técnicos), habría sufrido en los últimos cuatro años una merma del 30% de financiación pública (un 9% menos en el 2013).
Por otra parte, según un estudio elaborado por FENAC (Federación Nacional de Asociaciones de Consultoría), desde 2.008 se habrían marchado de España más de 300.000 jóvenes (la mayoría jóvenes universitarios en busca de un primer empleo), con lo que se conjuga el fiasco inversor de un Estado que tras haber gastado en la formación de cada titulado unos € 5.000 (el alumnado sólo paga el 20% del coste real de la matrícula), asiste impotente a la sangría imparable de la fuga de cerebros. De seguir obviando la inversión en inteligencia, España podría convertirse en la próxima década en un país tercermundista a nivel de investigación e innovación, condenado a comprar patentes extranjeras y producir productos de bajo perfil tecnológico que requieran mano de obra de escasa o nula cualificación y fácilmente explotable, pues aunque España sigue compitiendo en gran número de sectores con las economías de referencia al tener costes laborales competitivos, tendría como Talón de Aquiles de sus exportaciones el reto de la calidad de sus productos y el no estar bien posicionada en los mercados emergentes.
(*) Analista
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