Cómo el Internet de las cosas cambiará las estrategias de marcas y empresas

La nueva gran fuente de valor: la información

La importancia de los productos quedará supeditada a la importancia de los datos

Lo que hace unos años y unas décadas podría haber parecido material para una película de ciencia ficción (o al menos el elemento definitivo para contextualizar la historia y hacer que pareciese realmente parte de ese futuro futurista que estaban intentando vender) se ha convertido sin embargo ahora en una parte bastante realista de la vida cotidiana. Las neveras que nos ayudan a hacer la compra, los dispositivos que vigilan nuestra salud o las persianas que se abren y cierran solas para adaptarse a nuestras necesidades de luz en el hogar no son ya algo fantasioso digno de una historia sino una parte más de la realidad gracias al empuje de las nuevas tecnologías y, de forma específica, al internet de las cosas, el elemento que se está convirtiendo en una tendencia al alza en los últimos años y que cambiará tantas cosas en el futuro.

El internet de las cosas es parte de esa oleada 'smart' que está cambiando todos los dispositivos y terminales que los consumidores poseen y que se está aprovechando de que cada vez es más sencillo conectarse a la red (y conectarlo todo a la red). Todos los elementos con los que interactúan los consumidores son un potencial elemento del internet de las cosas, desde las esperables televisiones hasta los más exóticos e inesperados electrodomésticos de la cocina. Si un anuncio de televisión destaca ahora mismo que su lavadora 've' (las manchas, le explica el protagonista del anuncio a su no muy al día colega), los anuncios de lavadoras del futuro podrán indicar muchas más funcionalidades y mucho más complejas.

Pero el internet de las cosas no solo obligará a las empresas a actualizar su visión de los productos conectándolos a la red y añadiéndoles nuevas capas de funcionalidades. Los productos del futuro serán también (lo son ya en parte los que están comenzando el boom del internet de las cosas) una fuente de datos constante y muy valiosa. Los productos estarán siempre conectados a la red y permitirán por tanto conocer con todo detalle y en tiempo real cómo son esos consumidores.

Las previsiones son además muy optimistas y apuntan a cifras masivas. A finales de la década presente, recuerdan en un análisis de AdAge sobre el internet de las cosas y cómo cambiará el panorama de juego, habrá unos 50.000 millones de objetos conectados en todo el mundo, lo que dará a una media de 6 terminales smart por cada ciudadano. Esto creará una avalancha de datos y llevará a las empresas a no solo redefinir su relación con la información y con las fuentes de la misma sino que también les llevará a plantearse el hecho de que en el futuro los datos podrían convertirse en incluso más poderosos o valiosos que los propios productos.

¿Qué es lo que el internet de las cosas y esta nueva generación de productos implicarán en la estrategia de las empresas? El análisis de AdAge permite destacar tres puntos de cambio concretos.

La gran pregunta: ¿qué es más importante el producto o los datos?

Los productos conectados se van a convertir en una fuente de información muy valiosa y proporcionarán datos sobre los consumidores en tiempo real, lo que hará que muchos de ellos se conviertan en minas muy valiosas de información para establecer una estrategia a futuro o incluso para establecer una nueva línea de negocio. Como apuntan en el análisis, un vendedor de electrodomésticos puede hacer una fortuna vendiendo la información de la que dispone sobre las cosas que sus clientes tienen en la nevera.

El análisis lo tiene, por tanto, claro: los productos podrían perder peso frente a los datos. El valor de los datos que producen podría hacer que los productos perdiesen importancia frente a ellos. Esto es, a ese fabricante de neveras podría resultarle más valioso el caudal de información cosechado que la venta de esas neveras.

La nueva gran inquietud: ¿qué pasa con los datos?

Pero esta creciente importancia de los datos y este valor emergente de los mismos no solo servirán para crear una nueva realidad en la que los datos se convertirán en valiosos peones de juego sino que además harán que los consumidores se preocupen por muchas otras cosas. La próxima gran inquietud que tendrán que afrontar las empresas será la de la privacidad. A medida que los datos se conviertan en algo más valioso y reclamado por las empresas, los consumidores empezarán a preocuparse aún más por el uso que estas hacen de su información. Diferentes estudios señalan que los consumidores están dispuestos a compartir datos personales, pero siempre que sepan qué es lo que las empresas harán con ellos.

En el internet de las cosas, además, se podrán recuperar datos especialmente sensibles y delicados (como por ejemplo todos los relacionados con la salud) por lo que las empresas tienen que ser muy eficientes a la hora no solo de explicar qué harán con ellos sino también a la hora de dejar claro cómo recogen esos datos y en donde están los límites a lo que se puede hacer o no con la información.

La nueva gran fuente de valor: la información

Las empresas no solo tendrán que aprender a moverse en un mundo en el que los datos son cada vez más importantes sino que además tendrán que asumir que los datos son lo que lo cambia todo. El futuro pasará por la conocida como 'data economy' y las empresas tendrán en la información su gran fuente de valor. O, como señalan en el análisis en AdAge, los datos son el nuevo petróleo.

Eso creará una nueva hornada de empresas triunfadoras (las que tienen grandes bases de datos serán las grandes dueñas del mercado) y también hará que surjan nuevos problemas. En el futuro las compañías no solo tendrán que preocuparse de tener grandes productos, también tendrán que ser capaces de ser grandes recopiladoras de información. Para algunas firmas eso será casi natural, ya que los consumidores les ofrecen datos de forma por así decirlo orgánica. Para otras, la realidad será mucho más compleja y complicada y tendrán que esforzarse para crear patrones y sistemas que les permitan hacerse con datos, aunque los consumidores no lo pongan muy fácil.

Fuente: http://www.puromarketing.com/12/25201/como-internet-cosas-cambiara-estrategia-marcas-empresas.html