Cómo permanecer productivo al trabajar desde casa

Internet ha proporcionado a las empresas una nueva vía para el ingenio en el lugar de trabajo: trabajar desde casa. Muchas empresas ahora brindan a sus empleados la oportunidad de laborar a distancia durante uno o dos días a la semana. Algunos incluso subcontratan proyectos completos a equipos en línea que trabajan de forma remota en todo el mundo.

Si bien trabajar desde casa tiene sus ventajas (menos interrupciones por parte de colegas que conversan y formas más rápidas de ahorrar dinero en línea), puede ser difícil motivarse cuando solamente estás rodeado por los sonidos de, bueno, nada. Tu carga de trabajo sigue siendo exactamente la misma y esos plazos no desaparecerán por sí solos. ¿Cómo se supone que debes estimularte a ti mismo en un entorno en el que nada te invita a trabajar?

Por ello, a continuación, analizaremos algunas formas en las que puedes mantenerte productivo mientras trabajas desde casa.

  1. Elige tus tiempos

Lo primero que debes hacer cuando sabes que trabajarás de forma remota es decidir cuándo comenzar y terminar el día. Esto es más fácil de hacer cuando solo estás en casa un par de días a la semana; naturalmente, seguirás el horario de apertura y cierre de tu oficina para que puedas mantenerte en contacto con tus colegas durante el día.

Sin embargo, cuando eres un empleado remoto, especialmente uno que está geográficamente lejos de la empresa a la que estás afiliado, como lo son muchos escritores de blogs independientes, por ejemplo, esto se vuelve un poco más difícil. Tienes que decidir la hora de inicio y finalización de tu día por tu cuenta.

Cuando ese es el caso, siempre es mejor elegir tus horas más productivas: ¿trabajas mejor temprano en la mañana o en la noche? Quizás eres madrugador y comienzas a declinar hacia la mitad del día. O podrías preferir dormir hasta tarde y trabajar en la noche.

Tienes la flexibilidad de elegir tus horarios cuando trabajas desde casa, así que aprovecha al máximo.

2. Crear una lista de tareas

Al igual que lo harías en una oficina, debes crear una lista de tareas para todo lo que necesitas lograr mientras trabajas en casa. Una lista de tareas te ayudará a organizar lo que necesitas hacer y para cuándo. Con una lista de tareas, puedes evitar sorpresas desagradables, como fechas límite inesperadas, y evitarte la molestia de terminar con demasiado trabajo para completar en un día en particular.

Puedes usar fácilmente un mapa mental o quizás un diagrama de Gantt para asegurarte de que estás completando los proyectos a tiempo, de modo que puedas pasar al siguiente elemento de tu lista.

3. Haz un horario para el día

Una vez que tengas una idea de tus horarios, puedes crear un horario para ti mismo. ¿Hay más distracciones para ti durante un cierto período del día, como cuando los niños regresan a casa de la escuela? Puedes estructurar tus tareas laborales en torno a esas horas para aprovechar al máximo el día.

Un horario también te ayudará a tomar descansos durante tu horario laboral. Sin la compañía de un entorno de oficina, es fácil permanecer en un lugar durante largos períodos de tiempo. Sentarse en tu escritorio frente a una computadora durante muchas horas no es bueno para tu salud ni para tu postura. Con un horario establecido, se te recordará que debes tomar descansos, comer y en qué proyectos debes trabajar.

4. Aprovecha al máximo la tecnología

Trabajar desde casa probablemente te hará sentir aislado de tus colegas y gerentes. Ese aislamiento no es bueno para tu salud mental a largo plazo y también actuará como un desmotivador. Utiliza herramientas de comunicación efectivas para mantenerte conectado con tus compañeros de trabajo, como Slack y WhatsApp Messenger, para que nunca te sientas como si no fueras parte de un equipo.

Esto puede parecer un consejo extraño para alguien que intenta ser productivo, pero no te quedes en un ambiente completamente silencioso. Todos estamos orientados al sonido, y uno de los mayores beneficios de un entorno de oficina es el zumbido tranquilizador de la humanidad.

Para reproducir ese zumbido en casa, mantén la televisión encendida. No tienes que verla, pero coloca en un canal con el que te sientas cómodo a un volumen bajo. Estarás rodeado de un sonido que no distrae, pero te hace sentir como si fueras parte de un entorno ajetreado.

Alternativamente, puedes usar música para ayudarte a trabajar. Si bien las canciones son divertidas de escuchar, pueden distraer. En su lugar, escucha soundtracks de películas o videojuegos que no tengan letras que puedan distraer la atención. También puedes escuchar videos de sonido ambiental en YouTube que generalmente duran de 8 a 10 horas, un día laboral completo.

5. Separa el espacio de trabajo del espacio de diversión

Si trabajaras en una tienda u oficina, irías físicamente a un lugar diferente para trabajar. Por lo tanto, podrías cambiar fácilmente al “modo de trabajo” una vez que estés en ese lugar. Luego, cuando regreses a casa, podrás volver al “modo de casa” o al “modo de diversión”.

Esta división es más difícil de crear cuando se trabaja desde casa. Todos los espacios de tu hogar pueden convertirse en áreas para trabajar, lo que dificultará la desconexión cuando termines tu jornada laboral. Si pasas el día sentado en tu sofá, frente al televisor, trabajando con una tienda en línea para vender joyas (por poner un ejemplo), por la noche, cuando estás tratando de ver la televisión por diversión, todo en lo que podrás pensar es trabajo.

En lugar de trabajar en todos los espacios disponibles de tu hogar, crea un área de trabajo dedicada, como tu escritorio o una habitación en particular. Esto te ayudará a entrar en el “modo de trabajo” cuando llegues a ese espacio, muy parecido a entrar en una oficina real, y te permitirá salir de ese modo cuando salgas de esa área.

6. Remoto no solo significa en casa

Aunque estés trabajando de forma remota, no tienes que quedarte en casa, a menos que tu trabajo esté conectado de alguna manera al equipo que tienes allí. Puedes ir a tu biblioteca local o cafeterías, donde podrás acceder a wi-fi gratuito, mientras disfrutas de estar rodeado de otras personas.

Lo mejor de salir de casa sin tener que trabajar en una oficina es que aún puedes trabajar de forma autónoma y ahorrar recursos en casa. Una conexión wi-fi lo suficientemente fuerte te permitirá descargar archivos de trabajo pesados, todo sin agotar los recursos de tu hogar.

Además, estar fuera de casa evitará que te distraigas con tareas relacionadas con el hogar, como lavar la ropa y los platos, en lugar de terminar tu trabajo.

También es importante conversar con los otros miembros de tu hogar para que no te vayan a molestar durante tus horas de trabajo. Si te interrumpen cada 10 minutos no podrás ni terminar ese informe ejecutivo que tienes que entregar en un par de horas o enfocarte a redactar un artículo de 2000 palabras si eres redactor de blogs.

7. Aprovecha al máximo el entorno de tu hogar

Tu hogar puede ser un lugar de trabajo tan productivo como quieras. En lugar de atormentarte por el silencio que te rodea o las distracciones diarias de estar en casa, crea un horario para ti y encuentra formas de enriquecer tu entorno con un sonido que te motive. Mantén una distancia clara entre tus espacios de trabajo y de vivienda, para saber cuándo marcar la entrada y la salida. Con las herramientas y la actitud adecuadas, puedes convertirte en una versión de ti mismo/a muy productivo/a en casa.

Imagen de Photo Mix en Pixabay

Jorge Castro

Jorge Castro es cofundador de Octopus.mx, una de las agencias líderes de Marketing Digital en Cancún. Tiene experiencia en estrategias integrales de marketing digital. Siempre enfocado a objetivos empresariales, sabe cómo utilizar las nuevas tecnologías para mejorar y desarrollar los negocios en internet.

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