Las diferencias pueden tener consecuencias importantes, particularmente en los casos de países protagonistas en la crisis financiera actual.
Reino Unido
Durante el momento más álgido de la crisis financiera en 2008, el Reino Unido se vio forzado a adquirir una acciones de propiedad en muchos de los bancos, entre ellos Northern Rock, RBS, Lloyds TSB, HBOS y Bradford & Bingley.
El gobierno estableció una compañía formal, UK Financial Investment (UKFI), en la que el Tesoro es el único accionista y se encarga de manejar sus intereses en las firmas.
Eso significa que la junta directiva (el gobierno) no le puede ordenar al gerente general de UKFI formalmente que haga algo. Esencialmente, la junta sólo tiene el poder de despedirlo.
«El objetivo principal de UKFI es manejar ese accionariado comercialmente para crear y proteger el valor para el contribuyente», dice su mandato.
El Gobierno escogió personas del sector privado -un equipo de «expertos»- que piensa maximizar el rendimiento para los contribuyentes. Básicamente, la posición del Gobierno británico es que no quiere tener nada que ver con el manejo de los bancos.
En el Reino Unido, la gerencia anterior de los bancos fue reemplazada.
El Gobierno de Estados Unidos decidió dejar a los gerentes de casi todas las firmas quebradas a cargo. En 2008, el Tesoro estadounidense compró acciones en nueve de las instituciones financieras más grandes de la nación, incluyendo a Goldman Sachs, Citigroup y Bank of America.
La Reserva Federal también asumió el control de la colapsada aseguradora AIG. El Gobierno se hizo a esa participación en las compañías, comprando acciones privilegiadas -sin derecho al voto-, pero los términos de los rescates incluían límites a las compensaciones y ciertas formas de préstamos obligatorios.
El Gobierno no tenía la intención de quedarse con sus acciones y los bancos querían pagar sus deudas cuanto antes, para volver a ser completamente privados, lo que se logró en 2009. Aparentemente, EE.UU. parece tan ansioso como el Reino Unido en no meter las manos en el sistema bancario. Sin embargo, el gobierno de EE.UU. siempre tuvo un papel grande -aunque implícito- en ese sistema por su respaldo a los préstamos para inmuebles.
Fannie Mae fue fundada en 1938, en una época en la que millones de familias no podían comprar casa debido a la falta de fondos hipotecarios. Fue una agencia gubernamental hasta 1968. Freddie Mac fue creada en 1970 para que compitiera con Fannie Mae.
Compran hipotecas de prestamistas aprobados y luego se las venden a inversionistas. En 2008, cuando el mercado de la vivienda se desplomó, Fannie Mae y Freddie Mac perdieron billones, recibieron casi US$ 150.000 millones en rescates y efectivamente fueron nacionalizados. Así que ahora el Gobierno es dueño o garantiza más del 90% de las hipotecas en EE.UU., 20% más que cuando el mercado era supuestamente estable, privado y eficiente.
Sin el respaldo del Gobierno, ¿alguien tendría confianza en una hipoteca estadounidense?
Europa
En octubre de 2011, la revista Global Finance publicó su lista anual de los bancos más seguros del mundo. A pesar de la crisis de la deuda en la eurozona, los primeros cinco eran todos europeos… ¿qué significa esto?
Que todos tienen alguna relación «privilegiada» con sus gobiernos.
Según la revista, por tercer año consecutivo, el banco más seguro es el alemán KfW. Fundado en 1948 -antes de que se fundara la República Federal de Alemania-, pertenece en un 80% al Gobierno federal y el resto a los estados.
Tiene una junta compuesta por cinco miembros que le reportan a un consejo de supervisión de 37 miembros, que es formalmente dirigido por el Ministro federal de economía. El Gobierno entonces tiene un papel directo en el manejo del banco, el cual se financia con bonos respaldados por el Gobierno, que es la economía más rica de Europa. KfW apoya firmas orientadas a la exportación y negocios pequeños, presta a bajo interés y se encarga de las privatizaciones de empresas alemanas.
Los siguientes dos bancos seguros, según Global Finance, son Caisse des Depots et Consignations -creado por el rey francés Luis XVIII en 1816 para manejar los fondos de las pensiones de los empleados estatales- y el Banco Nederlandse Gemeenten, 50% del Estado y 50% de las provincias.
En todos esos bancos, el Estado tiene un rol destacado. Pero no proveen servicios explícitamente comerciales: se encargan de asuntos específicos que se consideran de un valor que va más allá de las ganancias. Habiendo dicho esto, el siguiente en la lista de bancos seguros es el Zurich Cantonal Bank, que es el más grande proveedor de servicios financieros en la capital suiza; su dueño es el cantón y le responde al concejo municipal.
En toda Europa, los gobiernos rutinariamente han establecido objetivos de rendimiento y paquetes de compensación, sin que haya muchos que se quejen. No se acepta la muy anglosajona idea de que los servicios bancarios son algo que sólo el sector privado hace o debe hacer.
China
China tiene el banco público más grande del mundo que cotiza en la bolsa por capitalización bursátil, el Banco Industrial y Comercial de China (BICC). China es la segunda economía mundial y no hay ningún aspecto de la vida pública en la que el partido comunista no está involucrado.
El BICC es el mayor de los ‘cuatro grandes’ bancos comerciales que son propiedad del Gobierno después del Banco de Agricultura, Banco de Construcción de China y el Banco de China. A principios de los ’80, cuando China liberalizó su economía, creó estos cuatro bancos para supervisar sectores específicos de la economía que necesitaban fondos.
En 2006, se vendieron acciones de los bancos al público en Hong Kong y China continental. Y hay miles de bancos comerciales provinciales en China. Con todo y eso, los bancos están bajo control gubernamental. El mayor accionista en esos grandes bancos es el fondo de seguridad social chino, según la información de Bloomberg.
Otro órgano, la Administración Estatal de Divisas, maneja los US$ 3 billones de reservas en nombre del Banco Central. El gerente del BICC, Jiang Jianqing, es uno de los miembros alternos del Comité Central del Partido Comunista.
Y el BICC tiene la orden de expandirse globalmente. La meta del banco es más que doblar las ganancias que recibe de fuera de China en los próximos cinco años, de alrededor de 3,8% a 10%, le dijo al Wall Street Journal. China, por supuesto, es muy diferente a los otros países mencionados. EE.UU. ha acusado a China de seguir un «capitalismo de estado», que busca darle a sus compañías estatales una ventaja sobre las extranjeras.
Para China, eso no suena a crítica sino a elogio.
El Gobierno chino considera que el control del sistema bancario, incluido su controvertido tipo de cambio, es crucial para mantener una economía próspera y estable.
http://www.dinero.com/actualidad/economia/articulo/como-maneja-banco-estatal/144119