Ahora bien, el acoso laboral se da en todas direcciones, pero definitivamente la más reprochable es la que se da de arriba hacia abajo, porque la misma se produce y se da, con el apoyo del puesto y poderes que el conlleva, como por ejemplo, contar con la complicidad silenciosa (ver mi artículo Cómplice Silencioso) de los subordinados y el poder de despedir o transferir, sin dejar de lado los estímulos del aumento o más horas para laborar; este hostigamiento laboral es conocido mundialmente con el termino ingles de ‘mobbing’, siendo muchas las causas que originan el despertar de este tipo de trastorno en el causante. Son definitivamente muchas las causas, dentro de las más ubicadas, inmediatamente podemos mencionar la envidia y el temor a mejores calificaciones del subordinado, sin dejar de lado la antipatía, situaciones que propician en el individuo enfermo, que en su mente predomine la parte irracional sobre la racional.
Las estrategias que utilizan los acosadores o ‘mobbers’ siempre son fríamente calculadas, pues definitivamente su intención es, no dejar indicios del acoso, para presentar mayormente al acosado o ‘mobbed’, desde el punto de vista laboral, como problemático y un perfecto incompetente. el acosador busca quedar como el que todo lo sabe y que su real preocupación es la empresa; y por el bien de ella, va sacando a la luz a los individuos no apropiados, según su punto de vista, siendo el mismo que vende al medio donde se desenvuelve.
Se debe entender que el acoso moral es típico de ambientes de trabajo de una organización mediocre, o sistemas laborales desfasados con las realidades y objetivos de la empresa; además de contar con jefaturas incompetentes y mayormente sin valores.
En estas lamentables situaciones, la gran mayoría de los afectados son individuos con inteligencia, competencia, creatividad, integridad, talento y dedicación al trabajo, situación que pudiera ser posiblemente la causante del hostigamiento, propio de personas incapaces e incompetentes.
El acoso sexual.
De arriba hacia abajo
Una práctica realizada por enanos mentales, individuos tanto mujeres como hombres en puestos de jefatura o directiva de la empresa en cuestión, que ven estas situaciones como un derecho de jefatura, situación que ha denigrado a miles de personas en el ámbito laboral mundial pero, mayormente, poco o casi nada se habla al respecto. Lo curioso es que el tema es conocido por todos los trabajadores de la misma, lógicamente menos por los familiares directos de los involucrados, ya que estos sucumben, en gran parte de los casos, por la necesidad de la dependencia económica, arma muy bien utilizada -sin compasión- por estos pobres seres. Mientras tanto los cómplices silenciosos llegan, inclusive, a cruzar apuestas sobre el tiempo de la caída.
Al mismo nivel
Situación que se da, dentro de los propios compañeros de trabajo. Las herramientas que se utilizan en este caso son mayoritariamente, la dependencia en el apoyo del desarrollo laboral facilitando o ayudando a mejorar.
De abajo hacia arriba
Los motivos, si es que se podría plantear de esta manera, en la gran mayoría de casos es el interés personal.
Las modernas organizaciones fijan su plan de desarrollo laboral en una sólida y bien estructurada cultura organizacional, la misma que norma políticas de comportamiento y desarrollo, algo no comprendido ni entendido lamentablemente por las empresas, en especial, por las de países periféricos que son la mayoría.
* Asesor Empresarial
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