Muchos jóvenes me han consultado acerca de las llamadas bebidas energizantes o ‘energy drinks’, cada vez más consumidas en salidas nocturnas o «rumbas». Otros no preguntan, simplemente las consumen.
Su mercadeo en Venezuela es ampliamente conocido, pues las venden en licorerías, automercados, centros nocturnos, discotecas, etc.
Aunque originalmente se crearon como bebidas complementarias para contrarrestar la pérdida corporal de energía, en la actualidad las bebidas energizantes están siendo consumidas como cualquier refresco, sin tomar en cuenta los efectos que su consumo indebido pueden acarrear.
Mantener el ritmo del ajetreo diario no es cosa fácil. ¿No ha tenido la sensación de que los días cada vez duran menos? Este mundo acelerado que no tiene lugar para el descanso, le ha dado a las bebidas energizantes un espacio para imponerse, bajo la premisa de que reponen la energía agotada.
Robarle unas horas de sueño a la noche, para poder estudiar y tener energía adicional durante el día de trabajo, son algunas de las razones más comunes por las cuales, estudiantes y trabajadores consumen bebidas energizantes. El tener más energía incrementa la capacidad para trabajar, una característica muy deseable para todos, especialmente para las personas activas.
Por su formulación, todas las bebidas energizantes fueron creadas para proveer de energía adicional a un adulto, por un período de 4 a 6 horas.
Uno de los usos incorrectos que se le atribuyen a las bebidas energizantes, que resulta hasta peligroso, es tomarlas cuando se ingiere licor. No obstante, su presencia en bares va en aumento; es usual ver personas que consumen una cantidad considerable de bebidas alcohólicas y luego solicitan una energética. Esto se debe a que quieren contrarrestar el efecto represor del alcohol en su organismo, para poder seguir tomando y no tienen en cuenta que el grado de intoxicación no desaparece, simplemente se disimula, según explican los especialistas.
Es importante tener en cuenta, que no todas las personas pueden tomar bebidas energizantes. No se recomiendan para niños, jóvenes menores de 16 años, embarazadas, diabéticos y personas sensibles a la cafeína y con problemas cardíacos.
Estar adecuadamente energizado, requiere que usted ponga de su parte. Haga ejercicio regularmente. La actividad física, el sueño adecuado y una buena alimentación, inclusive hidratarse correctamente, le ayudarán a sentirse con más energía durante el día.
Nada podrá sustituir estos hábitos y no tendrá la necesidad de consumir bebidas energizantes. Y si las ingiere, tenga presente las recomendaciones dadas al respecto.
Cabe destacar que los organismos sanitarios del país han forzado a los fabricantes a reducir o limitar el contenido de alguno de los ingredientes que se consideran pudiesen hacerles daño a los usuarios finales de este tipo de bebidas.
Es ideal que antes de consumir este tipo de bebidas, lea muy bien las contraindicaciones; no vaya ser que sea peor el remedio que la enfermedad.