La política educativa en Venezuela debería estar orientada hacia el mejoramiento de la calidad, incremento de la cobertura y modernización de la estructura del sistema educativo, ¿cómo?, a través de la revisión y reforma de todos sus niveles y modalidades, razón por la cual, se le ha dado énfasis al proceso de descentralización, como una estrategia orientada a dar mayor autonomía de gestión a los centros educativos.
Al hablar de educación en nuestro país, es necesario entrar en discusión sobre ciertos aspectos cotidianos, que van desde los problemas económicos, sociales y culturales, hasta la calidad y equidad académica de las instituciones educativas. Dentro de estos parámetros es importantísimo detenernos en el ámbito monetario, y ¿por qué?, porque actualmente a cualquier ama de casa, representante o estudiante, usted le pregunta ¿cuánto gasta en su educación? y lo que oirá será: “mira, en Venezuela sale carísimo aprender”, de ahí la titulación de mi trabajo.
Ahora bien, empecemos por lo “primero”: la adquisición de los útiles escolares. Según los comerciantes formales e informales, esta temporada escolar del período 2008-2009 se inició temprano. Los comerciantes señalan que “esta práctica se realiza cada año más temprano, pues la prioridad para los consumidores actualmente es, adquirir la mayor cantidad de artículos solicitados en las listas; por eso compran los artículos con tiempo”.
En términos monetarios, la educación en nuestro país subió 4,6%. El costo total de las listas de uniformes y útiles básicos de preescolar, básica y media diversificada, es 2 millones 382 mil 821, requiriéndose tres salarios mínimos para cubrirlo.
Aunque el Ejecutivo nacional estableció una lista básica escolar, que contempla 21 artículos, los requerimientos de las instituciones educativas superan los 40 artículos, en el caso de las listas de primaria. Mientras que el costo del listado recomendado por el Gobierno se ubica en Bs. F. 113.55, el de las instituciones privadas oscila entre Bs. F. 303,50 y Bs. F. 498, sin incluir los libros.
En función de dar posibilidades a todos los venezolanos por igual, el Gobierno nacional está planteando cambios profundos al Sistema Educativo Nacional, sin tener en cuenta la experiencia de los que se dedican a la educación y conocen la realidad desde dentro.
En medio de la difícil situación que atraviesa el país, ante la negligente gestión de la actual Administración central, ahora le ha tocado el turno al sector educativo ser el objetivo de los cambios de la revolución socialista de Chávez, que trata de enraizar su doctrina socialista en la educación nacional.
En los niveles de educación inicial, básica, media y diversificada hay fallas y, por supuesto, que en el universitario también; pero quienes conocen a profundidad la realidad, son los que están inmersos dentro del sistema operativo de cada una de las instituciones destinadas a generar educación en el país.
Aunque los comercios ofrecen ya los paquetes armados para cada grado escolar, todavía es posible mejorar estos precios. Realizar la mejor compra del paquete de útiles escolares en este regreso a clases, implicaría adquirir cada artículo en una tienda diferente para aprovechar el precio más bajo respecto al de la competencia.
Al llegar los meses de agosto y septiembre, el presupuesto familiar se descuadra, en forma significativa, con la compra de útiles y uniformes escolares. Además de reservar el dinero para comprar las listas de útiles, se debe destinar otro monto importante para adquirir la ropa adecuada para ir al colegio.
Por ejemplo: una familia con tres niños en edad escolar -kínder, básica y diversificada- debe destinar por lo menos 926 Bolívares Fuertes a la compra de dos mudas de uniformes y una muda de ropa para deportes. Esta cifra no incluye el costo del calzado, pues los precios varían de forma significativa según la marca.
Como ciudadana preocupada por el futuro de la Nación, puedo recomendar, en primer lugar, al resto de los ciudadanos que: no dejen de figurar dentro de la comunidad donde se desenvuelven, de cumplir sus deberes conscientemente y de hacer valer sus derechos constitucionales.
A la colectividad: mantener participación activa en el proceso educativo, no sólo complementando la educación del individuo, si no, en el manejo adecuado de los recursos que se disponen, (mantenimiento físico de escuelas, liceos y todos los centros educativos, insumos, entre otros).
A la empresa privada, generadora de fuentes de empleo y promotora de actividades económicas en nuestro país: le recomendaría que se hiciesen protagonistas del enriquecimiento de la educación venezolana, que visualizaran, entre sus metas más importantes, su participación continua y eventual en las actividades educacionales que, seguramente, le rendirán frutos a corto y mediano plazo a sus empresas. El venezolano moderno se ha convencido que el recurso humano constituye el mayor activo de un país; por ello, su preparación académica formal y extracurricular, debe ser de excelencia y alta calidad. Por ende, la empresa privada debe incrementar los aportes a la educación en bienes tangibles, ya que esto garantiza que sus futuros miembros tengan la preparación adecuada para enfrentar los retos, tanto de las empresas como los particulares.
Al Gobierno nacional: que tomara como ejemplo, este tipo de iniciativas o modelos para crear Instituciones verdaderamente educativas, con una visión de país, dejando en manos de cada región, el manejo administrativo de la misma y creando un marco educativo realmente de excelencia como tutor de la educación, a través del Ministerio correspondiente; y saber discernir, cuáles procesos o planes de acción benefician a la mayoría de los venezolanos y no a los intereses políticos partidistas.
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