¿Hacia la Tercera Crisis del Petróleo?

La Doctrina Carter inspirada por Brzezinski (1980), tenía como objetivo la implementación en Oriente Próximo y Medio del llamado “caos constructivo”, concepto que se basaría en la máxima atribuida al emperador romano Julio César “divide et impera”, para lograr la instauración de un campo de inestabilidad y violencia en la zona (balcanización) y originar un caos que se extendería desde Líbano, Palestina y Siria a Iraq y desde Irán y Afganistán hasta Pakistán y Anatolia (Asia Menor). Dicha proceso de balcanización de la zona estaría ya en marcha y tendría su plasmación en países como Irak, devenido en Estado fallido y desangrado por la reavivación de la guerra civil chií-suní; en la endémica división palestina plasmada en la imposible reconciliación nacional de las facciones de Hamás y la OLP; en la anarquía reinante en Libia con el wahhabísmo salafista instaurado en Trípoli mientras grupos takfiríes (satélites de Al-Qaeda), dominan tribalmente el interior de Libia y en la aplicación de la yihad suní contra el régimen laico de Al Assad y sus aliados chiíes, Irán y Hezbolá que por efecto mimético, habría convertido ya al Líbano en un país dividido y presto para ser fagocitado por Israel, y a Yemen en el nuevo escenario geopolítico del pulso irano-saudí, quedando el régimen teocrático chíita del Líder Supremo Ayatolah Jamenei como única zona todavía impermeable a la estrategia balcanizadora de Brzezinski.

El Estado Islámico (EI) y el acuerdo Irán-G 5+1

El llamado Estado Islámico (EI) o enésima forma de la hidra yihadista financiada desde sus comienzos por Arabia Saudí y Emiratos Árabes, declaró el Califato Islámico de Sham con Abu Bakr al-Baghdadi como emir y con capital en Mosul, que abarcaría desde la parte ocupada de Siria (Alepo) a las ciudades suníes de Ramadi, Faluya, Mosul, Tal Afar y Baquba (triángulo suní); pero tras una intensa campaña mediática de denuncia en la mass media occidental de sus execrables asesinatos, habría provocado la reacción de Obama en forma de ataques aéreos masivos contra los feudos del EI en Irak y Siria. Dicha campaña mediática seguiría la técnica de manipulación de las masa conocida como teoría de “la aguja hipodérmica o bala mágica”, plasmada en el libro de Harold Lasswell “Técnicas de propaganda en la guerra mundial (1927) y basada en “inyectar en la población una idea concreta con ayuda de los medios de comunicación de masas para dirigir la opinión pública”, con lo que habría conseguido horrorizar a los países occidentales y lograr la formación de una Coalición Internacional contra el Califato de Sham.

Sin embargo, la necesidad de incorporar a Irán a dicha Coalición Internacional contra la nueva forma de la hidra yihadista, podría lograr que EEUU dé su visto bueno a las actividades de enriquecimiento de uranio de Irán, “siempre que se supedite a la estricta supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)”. Dicho acuerdo incluiría el beneplácito de Washington, para que Teherán enriquezca su uranio y lo transforme en combustible para el reactor iraní, (siempre bajo control de la OIEA), lo que permitiría un mejor control del stock de uranio enriquecido de Irán y fuente de inquietud entre los occidentales e Israel, que temen que Teherán lo pueda emplear para fabricar armas atómicas, (acusaciones que Irán ha desmentido siempre categóricamente).

Recordar que Irán posee según los expertos, las terceras mayores reservas probadas del mundo de petróleo y gas, pero carecería de la tecnología suficiente como para extraer el gas en los yacimientos más profundos y necesita una urgente inversión multimillonaria, para evitar un deterioro irreversible en sus instalaciones, pues de acuerdo con el quinto plan quinquenal 2010-2015, el Gobierno iraní estaría obligado a invertir unos 155.000 millones de dólares para el desarrollo de la industria petrolera y gasística pero el contencioso nuclear con EEUU y las sanciones internacionales en forma de inanición financiera exterior habrían dejado obsoleto dicho plan.

En el supuesto de lograrse la resolución del contencioso nuclear de EEUU-Irán y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, Rowhani conseguiría su objetivo de que se reconozca el papel de Irán como potencia regional, logrando de paso el incremento de cooperación irano-estadounidense y la resolución del avispero sirio e iraquí, (Conferencia de Viena y Plan Biden); pero si fracasa la vía diplomática de Obama, aumentará la presión del lobby pro-israelí de EEUU, (AIPAC), para lograr la desestabilización de Irán y Siria por métodos expeditivos.

¿Nueva Guerra en Oriente PROME?

El inesperado triunfo de Netanyahu en las recientes elecciones supondrá la formación de un Gobierno de Guerra totalmente contrario a la existencia de dos Estados independientes (Israel y Palestina), que acelerará la construcción de nuevos asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este y presionará a la Administración Obama para conseguir el ataque militar a Irán y la destrucción de sus instalaciones nucleares. Sin embargo, el mensaje diáfano de la Administración Obama hacia Israel sería, que “la paz en Oriente Próximo y Medio (Oriente PROME) es posible a través del diálogo y que Israel y Estados Unidos tienen que negociar con Irán y con Siria, dos actores cruciales en la política de Oriente Próximo”, postulados que serían un misil en la línea de flotación del Gobierno de Netanyahu y de la Cuarta Rama del Poder de EEUU que aspiran a resucitar el endemismo del Gran Israel (Eretz Israel), doctrina en la que se basarían los postulados de la futura coalición de Gobierno israelí liderado por Netanyahu, quien aspira a convertir a Jerusalén en la “capital indivisible del nuevo Israel”, tras la invasión de su parte oriental, tras la Guerra de los Seis Días (1967), con lo que Obama se convertiría en el último obstáculo para diseñar la arquitectura del Nuevo Gran Oriente.

En consecuencia, tras la aprobación del Congreso y Senado de EEUU de una declaración preparada por el senador republicano Lindsey Graham y el demócrata Robert Menéndez que señala con rotundidad, que “si Israel se ve obligado a defenderse y emprender una acción (contra Irán), EEUU estará a su lado para apoyarlo de forma militar y diplomáticamente” y la posibilidad de la firma de un acuerdo definitivo del G 5+1 con Irán sobre el contencioso nuclear iraní que no contaría con el visto bueno de Netanyahu , asistiremos al aumento de la presión del lobby pro-israelí de EEUU (AIPAC), para proceder a la desestabilización de Siria e Irán por métodos expeditivos, no siendo descartable que Obama, (tras la pérdida del control del Senado en las pasadas elecciones de medio término y en la recta final de su mandato Presidencial), acepte el pulso del lobby judío y adopte una conducta suicida transgresora, que podría reconsiderar el tradicional veto de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU, ante propuestas “nocivas para el Estado israelí”.

Así, asistiremos al inicio de una intensa campaña de descalificación personal y política de Obama en los medios de comunicación dominantes o “mainstream media”, (especialmente virulenta en los medios manejados por los “think tank” Heritage Foundation y Cato Institute), preludio de la gestación de una trama endógena que podría terminar por reeditar el Magnicidio de Dallas (Kennedy,1963) para lograr que EEUU vuelva a la senda de las seudodemocracias tuteladas por el poder en la sombra (Cuarta Rama del Poder). Caso de consumarse el magnicidio de Obama, Joe Biden, el tapado de la AIPAC, se vería obligado a asumir la Presidencia del país, aunque su mandato quedará presumiblemente marcado por la Guerra de los 6 años. Dicha guerra será un nuevo episodio local, que se enmarcaría en el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría EEUU-Rusia e involucrará a ambas superpotencias teniendo como colabores necesarios a las potencias regionales (Israel, Egipto, Arabia Saudí e Irán), abarcando el espacio geográfico que se extiende desde el arco mediterráneo (Libia , Siria y Líbano) hasta Yemen y Somalia y teniendo a Irak como epicentro (rememorando la Guerra de Vietnam con Lindon B. Johnson (1963-1969). Así, Siria, Líbano e Irak serían tan sólo el cebo para atraer tanto a Rusia como a China y tras desencadenar una concatenación de conflictos locales (Siria, Irak y Líbano), desembocar en un gran conflicto regional que marcará el devenir de la zona en los próximos años y cuyo desenlace podría tener como efectos colaterales, el diseño de una nueva cartografía favorable a los intereses geopolíticos de EEUU, Gran Bretaña e Israel con la implementación del Gran Israel (“Eretz Israel”).

Hacia la Tercera crisis del petróleo

En una entrevista a Brzezinski, realizada por Gerald Posner en The Daily Beast (18 de septiembre de 2009) afirmó que “una colisión estadounidense-iraní tendría efectos desastrosos para Estados Unidos y China, mientras Rusia emergería como el gran triunfador, pues el previsible cierre del Estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico, donde atraviesa el transporte de petróleo destinado al noreste asiático (China, Japón y Sur-Corea), Europa y Estados Unidos, elevaría el precio del oro negro a niveles estratosféricos y tendría severas repercusiones en la economía global , pasando a ser la UE totalmente crudodependentiente de Rusia”. Así, un previsible ataque israelí a Irán provocaría un inmediato bloqueo del estrecho de Ormuz, por el que pasa un tercio del tráfico energético mundial, lo que podría agravar la recesión económica mundial y debilitar profundamente todo el sistema político internacional, pues según estimaciones de la AIE (Agencia Internacional de la Energía), 13,4 millones de barriles por día (bpd) de crudo pasarían a través del estrecho canal en buques petroleros, (lo que representaría el 30% del suministro de crudo que se comercializa mundialmente), bloqueo que por mimetismo se extendería al paso del Canal de Suez, considerado como uno de los puntos más importantes para el comercio mundial, ya que transporta 2,6 millones de barriles de crudo al día (lo que representa casi 3% de la demanda mundial diaria de petróleo) y asimismo es una ruta relevante para el gas natural licuado (GNL), pues cerca de 13% de la producción mundial de dicho gas transitó por ella en el 2010 y su hipotético cierre, provocaría la interrupción del suministro de alrededor de 2,6 millones de barriles diarios y al Golfo de Adén que conecta a través del Canal de Suez el Océano Índico con el Mar Mediterráneo y con un tránsito de más de 18.000 buques, según estadísticas oficiales citadas por el diario económico búlgaro, Capital.

El colapso del paso por dichos estrechos, provocará la Tercera Crisis del Petróleo, que llevará aparejada una psicosis de desabastecimiento y al incremento espectacular del precio del crudo hasta niveles del 2008 (rondando los US$ 150) y que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas, lo que aunado con inusuales sequías e inundaciones en los tradicionales graneros mundiales y la consecuente aplicación de restricciones a la exportación de commodities agrícolas de dichos países, para asegurar su autoabastecimiento, terminará por producir el desabastecimiento de los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial que afectaría especialmente a las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Bolivia, Egipto, Mongolia, Corea del Norte, India, China, Bangladesh y Sudeste Asiático, ensañándose con especial virulencia con el África Subsahariana y pudiendo pasar la población atrapada en la inanición de los 1.000 millones actuales a los 2.000 millones estimados por los analistas.

(*) Analista

Dirección-E: germangorraiz@gmail.com

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