Por Dr.. Gredy Garrido Barrios
Podemos comenzar por decir que la educación es la actividad más importante conjuntamente con la actividad económica. Las sociedades que han alcanzado un alto grado de desarrollo actualmente tienen los más altos indicadores de escolaridad o educativos.
Sin embargo, la historia se refiere a una educación con cambios muy lentos en su funcionamiento o en sus paradigmas. Los estilos o tipos de enseñanza se mantenían por varios años a nivel aula, aun cuando las investigaciones proponían cambios paradigmáticos estos no eran implantados o adoptados , si no muchos años después. Como consecuencia había un divorcio o diferencia entre la necesidad real y la propuesta académica.
Como consecuencia, en el presente siglo, el desarrollo tecnológico ha impactado significativamente a los modelos educativos. El modelo presencial deja de ser funcional y la mayoría de las instituciones pasan a modelos mixtos y a modelos puramente “on-line”.
Es evidente que la tecnología ha transformado a las instituciones educativas. Hoy día grandes volúmenes de información residen en la “Nube” o mundo digital. Esto impone ciertas condiciones a la hora de gerenciar un aula o una universidad. Por cierto, ahora se habla de aula virtual, claro con una nueva concepción de espacio y lugar.
En el futuro, la educación será definida por el desarrollo de la tecnología 5G, la cual facilitará la conexión de los estudiantes y los programas educativos. La Inteligencia artificial, permitirá desarrollar nuevo conocimiento y habilidades a los estudiantes. Así mismo, la Realidad Aumentada, el Internet de las cosas y la robótica serán de gran ayuda en la solución de los grandes problemas de la humanidad.
Definiendo la estrategia Educativa ¿Qué estrategias podrían aplicarse para enseñar a los estudiantes adultos y, al mismo tiempo, aumentar la retención?
La definición y aplicación de una estrategia educativa depende de las metas y objetivos de aprendizaje diseñados para cada programa o curso. Por lo tanto, un proceso de retroalimentación hace eficiente o más funcional la tarea de implementarla. Es decir, si el objetivo de aprendizaje es medible, entonces los conocimientos y habilidades que se esperan de los estudiantes pueden ser evaluados en consecuencia.
Por ejemplo, el uso de una rúbrica hace que el estudiante sea consciente de las tareas necesarias para tener éxito.
Además, es importante trabajar con los alumnos y proporcionarles una retroalimentación rápida y positiva que les permita corregir cualquier error y terminar la tarea o el trabajo. Funciona como una recompensa o motivación externa.
Por último, es imprescindible una política de calificación justa. Es decir, el peso o porcentaje de cada tarea o encargo debe distribuirse en función del alcance de cada uno. Para un semestre, la tarea, el examen, la prueba o el proyecto deben distribuirse en un 10%, 30% o 20%.
Además, es importante establecer un límite de tareas. Por ejemplo, una tarea por semana, una prueba quincenal y un examen mensual.
En resumen, una estrategia de enseñanza para estudiantes adultos debe contener objetivos de aprendizaje alcanzables, un proceso de retroalimentación eficaz y una política de calificación justa que siente las bases para el éxito de los estudiantes.
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