Tantas son las cosas juntas que están teniendo que enfrentar los venezolanos desde el punto de vista politico, economico y social, que bien los pudiesemos asemejar a problemas de tensión arterial, entre otros, un gran dolor de cabeza. La situación se agrava, al percibir un incremento continúo de situaciones que no permiten augurar una solución, ni siquiera a mediano plazo.
Con el proposito de hacer una breve revisión de los principales problemas, destacamos que: la producción nacional está en franca reducción, disminución de las ventas, aumento del desempleo, aumento de la inflación, reducción de la capacidad adquisitiva de los consumidores, deficiencia en el funcionamiento de los servicios públicos, la inseguridad incontrolable, racionamiento de electricidad y de agua, alta corrupción, ineficiencia a todos los niveles y otros males más; que lo que ocasionan en la población, es dolor de cabeza, incertidumbre, inseguridad, rabia, agresividad, desconfianza de todas las instituciones, etc.
Ante la oportunidad que se me ha presentado de leer el reciente libro del filósofo Fernando Savater ¨La aventura del pensamiento¨donde su autor explica con su habitual sencillez y claridad la vida y obra de los principales pensadores que fueron fundamentales para estructurar la moral y la ética de occidente y, en conocimiento que nuestro presidente ha manifestado su orientación politica de marxista, no he querido pasar la oportunidad de recoger las ideas básicas del filósofo del cambio y asemejarlas a lo que pareciera estarse implantando en Venezuela con la finalidad de encontrar respuesta a lo que estamos viviendo.
Según Savater, los que siguieron el pensamiento de Marx propusieron que el proletario o la clase obrera se convirtieran por la vía revolucionaria en clase dominante, aboliera la propiedad capitalista e instaurara una economía comunista, es decir, en un marco de producción cooperativista, en que la única dirección estatal se encargase de planificar la producción y fijar las retribuciones.
En los países en los que esta doctrina se ha puesto en práctica, empezando por Rusia, el resultado no pudo ser peor. El estado creció hasta convertirse en un superempresario capitalista de la especie más tiranica, pero además sumamente ineficaz. En la unión sovietica, las libertades que habían aportado las revoluciones burguesas del siglo XVIII se perdieron pero la desigualdad continuó, y más aguda que nunca, porque era desigualdad de poder politico. Antes un trabajador podía ser despedido por un empresario intolerante pero encontrar empleo con otro de la competencia. En el comunismo autoritario, todo el que no se somete al único patrón vigente sufre no solo el desempleo sino carcel o eliminación física. Mientras que la nueva clase dirigente, el Partido Comunista, gozaba y goza aún, donde puede, de todos los privilegios en países empobrecidos, uniformizados y sometidos a un lavado de cerebro constante por los dictadores ideológicos del sistema.
Con la objetividad que caracteriza a un buen filósofo, Savater no deja de mencionar los aspectos positivos que caracterizaron el pensamiento marxista y el movimiento comunista en los paises desarrollados europeos. Sirvieron para impulsar una serie de reformas imprescindibles que humanizaron socialmente el capitalismo, lo dignificaron politicamente y hasta lo hicieron más eficaz como sistema productivo.
Solamente con leer y asemejar a lo que están viviendo los venezolanos, podrá concluirse que no hay dudas de la orientación politica que sigue el gobierno, manifiesta además, por el propio presidente y sus figuras más representativas y la injerencia del castro comunismo en las actividades más elementales de la vida del venezolano; nos están llevando a un sistema politico marxista-comunista. De manera que, está claro, no son inventos, esa es la revolución de la que se habla.
Por los resultados obtenidos hasta el presente, sería dificil pensar que no nos pase lo mismo que a Rusia, es más, pudieran ser peores.