Una visión la tiene la gente del gobierno, Venezolana de Televisión, Vale TV, las radios comunitarias. A través de ese cristal, todo esta bien, vamos rumbo al Socialismo del siglo XXI, que no es más sino democracia social; el guía espiritual y moral de todos es el Presidente, quien se comunica directamente con la gente, les dice lo que deben hacer y cómo lo deben hacer, para hacer una sociedad solidaria, impregnada por el espíritu del colectivismo, el cooperativismo, el trabajo en equipo y comunitario. Su líder se enfrenta al imperialismo y a todos los poderosos que quieren convertirnos en sus esclavos.
Otra visión la tiene la gente de la oposición radical, para quienes el país quiebra; si baja el petróleo, no se podrá sostener el gasto público; el Socialismo del siglo XXI es el comunismo de Fidel Castro, se traduce en confiscación de la propiedad, de la patria potestad de los hijos y de la vida de las personas. Los Chavistas, son una especie de vampiros que le sacarán la sangre a los escuálidos, (léase sus bienes). Todo lo que dice y hace el gobierno es malo, no existe una sola medida en beneficio de la ciudadanía.
Para otros, Chavistas ligeros, creen en el Socialismo del siglo XXI, es la democracia social que necesitábamos; reconocen que existe un gobierno cargado de personalismo, corrupción y demagogia. Piensan que en materia económica no lo esta haciendo bien. Pero, no ven del otro lado un líder a quien seguir.
Para otros de oposición ligera: creemos que éste es un gobierno personalista, autoritario, totalitario, concentra poderes, discrimina las ideas contrarias, es abusador y atropella al enemigo político. Que en la ejecución de políticas públicas, no puede ser peor, pero que ha llegado a la mayoría y que serán estas personas que hoy creen en su liderazgo, quienes lo sacarán, no por la fuerza, sino por los votos. Pero reconocen el esfuerzo que se ha hecho por una estructura de planificación y participación a nivel nacional. Esta estructura, es importante, poder lograr la simbiosis requerida que brinde, armonía y dinamismo a la participación ciudadana en el ámbito de las políticas publicas. Es necesario que la administración efectué su catastro social y urbano, que esta información se intercambie con las comunidades, quienes son los que sufren sus carencias. Partiendo de allí, las comunidades organizadas necesitan conocer, cuáles son los proyectos de los diferentes sectores y cuáles serian las vías de financiamiento.
Es esa comunidad organizada la que está haciendo la revisión de sus necesidades
Insatisfechas, producirán sus líderes naturales. Ellos, deberán luchar por el verdadero cambio que necesita este País que es otra forma de hacer política, atendiendo al ciudadano, en su verdadera dimensión, para su beneficio y provecho y no como una herramienta de poder.
Mientras estos cambios, se materialicen, como un proceso natural, seguiremos en estas dos posiciones extremas, viviendo este contrasentido de medidas, de ideologías y ejecutorias.
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